Lleva nueve temporadas en Primera División

“Llegar no es sencillo, pero es más complicado mantenerse”

Jonathan Schunke destacó la cantidad de misioneros en la elite y la capacidad de adaptarse a cualquier lugar que tienen
domingo 23 de mayo de 2021 | 6:05hs.
“Llegar no es sencillo, pero es  más complicado mantenerse”
“Llegar no es sencillo, pero es más complicado mantenerse”

A los 16 años debutó en la Primera de Brown, pasó por Guaraní y arrancó su gran recorrido que lo llevó hasta la Primera División del fútbol argentino. Desde que debutó en Estudiantes en agosto de 2012, Jonathan Schunke nunca más dejó la máxima categoría.

En el Pincha jugó durante ocho años y, en la última Copa de la Liga Profesional, el nacido en 25 de Mayo se mudó a Mar del Plata para ser parte del Aldosivi de Fernando Gago.

Schunke recorrió durante varios años las canchas del ascenso argentino hasta que tuvo su chance en Godoy Cruz, pero en el conjunto mendocino no jugó y regresó a la B Nacional. No se desanimó y cuando le tocó nuevamente la oportunidad no la dejó pasar. Pero el gran mérito del misionero es haberse mantenido durante tantos años activo en Primera.

“Llegar no es sencillo, pero mantenerse es mucho más complicado, el poder permanecer en el fútbol de elite no es nada sencillo. Es algo que si miro para atrás me pone muy contento. Ahora terminé la temporada nueve en Primera División, jugando muchos partidos. No fue fácil, pero me gusta poder marcar, humildemente, el camino para los chicos misioneros”, comentó Schunke.

Ese marcar el camino tiene que ver con la constancia. “Yo no soy un dotado técnicamente”, reconoció entre risas el misionero, aunque destacó que “el sueño, el deseo y las ganas me hicieron llegar y permanecer”.

“De nada sirve tener una fe grande si no la acompañás con trabajo. A veces las cosas no salen como uno quiere, te encontrás con dificultades en el camino. Yo tuve mucha gente que me dijo que me dedique a estudiar, que no iba a poder jugar, pero seguí adelante y me encuentro con muchos años en Primera División y cinco años en el Nacional B”, recordó el defensor.

Para Schunke hay una diferencia entre el momento en el que él comenzó a jugar y el que viven muchos chicos hoy durante sus inicios en el fútbol.

“Creo que antes era más complicado que te vayas a probar y ahora es más fácil ver a jugadores con videos, con equipos misioneros que crecieron. Nosotros tuvimos un bache sin equipos misioneros en Primera o la B Nacional y en el último tiempo Crucero y Guaraní estuvieron, entonces eso ayuda. Son factores que ayudan a que haya muchos más chicos”, analizó.

A Schunke le pasó lo que le sucede a muchos chicos: sufrió por el desarraigo. Ser adolescente y salir a buscar tu sueño en otra provincia, en otra ciudad, lejos de tu familia, es un golpe duro. Por eso también, para Schunke, el factor distancia es determinante en la llegada de muchos chicos al fútbol grande de la argentina.

“La distancia no es un factor menor a que haya menos chicos. Creo que es un factor fundamental porque no estás a 4 o 5 horas de tu casa, que cuando extrañás te podés escapar o te podés ir, entonces sufrís el desarraigo de la familia, es lo más doloroso. El estar lejos hace que todo sea más difícil”, reconoció, pero alentó a los que están dentro de las inferiores: “Yo soy de 25 de Mayo, un pueblo que está un poco lejos de las luces, así que cualquier chico de la provincia puede soñar”.

El defensor contó que sigue de cerca a muchos de los misioneros que hoy están en Primera División o que tuvieron un paso por la elite y destacó que “el jugador misionero se adapta a cualquier situación y eso es un plus”.

“Sigo a los misioneros. Creo que hay buenos jugadores. Hace un tiempo se fue Cubitas (Andrés Cubas), que me parece un jugador sumamente interesante y Martín Benítez, que es alguien que de muy chico debutó y salió campeón con Independiente, que no es algo sencillo. Hay jugadores que marcan el camino y eso es un incentivo lindo para los chicos que vienen de atrás”, expresó el defensor de Aldosivi.

“Te adaptás a cualquier ciudad. Mi hermano (Richard) hace un tiempo está en Ecuador y es un ecuatoriano más. Cubas se fue a Francia, Gonzalo Klusener está en Honduras y te da la pauta de que se adaptan a cualquier contexto, a cualquier filosofía de club, de ciudad, de historia y eso da un plus”, destacó el misionero de 34 años. 

 

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