Bajó el agua y Garuhapé Mí pudo salir del aislamiento

La crecida del arroyo San Miguel provocada por las lluvias, que había dejado aisladas a 80 familias de Garuhapé Mí, fue cediendo con las horas y a pesar de que no dejó de llover, el cauce del arroyo bajó, permitiendo el tránsito por la zona.
La altura del agua estaba a un metro del puente al mediodía de ayer y se mantenían anegadas las costas y parte de un campo lindero.
Como consecuencia de la crecida desapareció parte de una de las barandas del puente y la zona está casi intransitable por la acumulación de barro y los despojos traídos por el agua.
Los vecinos manifestaron que ya pueden pasar pero que hay mucho barro y "está difícil andar por la zona". Algunos de ellos señalaron que “pocas veces crece tanto como para pasar sobre el puente pero esta vez nos dejó del otro lado dos días”.
Por su parte, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Jardín América, Rubén Álvarez,  informó a El Territorio que asistieron a algunas familias con chapas de zinc y que están atentos a cualquier demanda que surja.
Explicó que “les acercamos chapas de zinc a algunas familias del municipio pero hasta ahora no tuvimos la necesidad de evacuarlos; las situaciones más complicadas se están dando en el barrio Capilla, por la acumulación de agua en esa zona”.
Con respecto a algunas obras que encaró la Municipalidad luego de fenómenos meteorológicos parecidos a los actuales que se dieron meses pasados, destacó: “Las canalizaciones que hicimos en los barrios Timbó y  Timbocito dieron buenos resultados. Hasta ahora, no hubo desbordes ni anegamientos”.

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