Mundos sutiles

jueves 26 de septiembre de 2019 | 5:00hs.
Mundos sutiles
Mundos sutiles
Por Silvia Godoy

Por Silvia Godoy sociedad@elterritorio.com.ar

“Hay muchas maneras de acercarse al mundo, pero si queremos entenderlo de verdad, hay dos campos maravillosos que suelen tocarse: la ciencia y el arte. Las explicaciones tienen componentes del arte y de la ciencia y hay un lugar donde no es ni uno ni otro, ahí prima la búsqueda del sentido más que de las aplicaciones prácticas”, señaló Alberto Rojo (59), físico y músico nacido en Tucumán, que se encontrará con estudiantes posadeños mañana en el Teatro Lírico del Parque del Conocimiento.
La presentación será con su banda en dos funciones, a las 9.30 y a las 14.30 en un formato de charla y canciones que irá por el derrotero de desentramar conceptos de la vida diaria desde la perspectiva de la ciencia. 
Y, antes de su arribo a esta capital, charló telefónicamente con El Territorio acerca del rol del divulgador científico, ese mediador de conocimientos y, sobre la necesidad de redireccionar algunos criterios de cientificidad, “es más importante pensar la ciencia en búsqueda de sentidos que en términos de utilidad”, dijo. 
Autor de canciones que indagan sobre los fenómenos de la naturaleza -que incluye lo humano- es un convencido de la entrañable relación entre el conocimiento y el arte. “Al fin y al cabo, ambas disciplinas son creaciones de la mente humana y están en todas partes, están en la vida cotidiana, aunque puede ser que a veces no nos demos cuenta”, indicó.
Rojo es un reconocido científico y divulgador de ciencia, es además escritor, docente y tiene grabados siete discos, entre propios y colaboraciones. Este año estuvo al frente del ciclo Mozo hay un físico en mi sopa, que se emitió por Canal Encuentro, dirigido a los jóvenes y que se puede ver en la plataforma Contar. 

¿Cómo es el proceso por el que un científico se vuelve un divulgador de conocimiento? Se suele pensar al investigador muy lejos de la gente 
Yo me hice divulgador y me gusta el público joven, ese interés y la motivación que tienen los chicos y cómo responden ante una propuesta de acercarse al conocimiento de una manera desprejuiciada y diferente que es desde las disciplinas del arte y la ciencia. Yo pienso en los jóvenes porque me pienso a mí mismo, mi acercamiento a la ciencia fue leyendo a Carl Sagan y a tantos otros que buscaron la manera de generar un lenguaje que haga posible la comunicación a más personas. Un lenguaje sencillo.   

Como todo lo desconocido, la ciencia  es un misterio para la gran mayoría, ¿cómo es el proceso de viabilizar ese lenguaje sencillo? 
No es una tarea fácil, pero la divulgación no sólo le sirve -si está bien hecha- al público sino que le sirve al divulgador, ya que es un desafío al nivel de comprensión que tenés de tu trabajo y del contexto y del gran esquema de la ciencia donde estás posicionado. Si tenés que explicar conceptos de ciencia y no lo conseguís es porque en el fondo no los entendés tanto. Me pasó cuando escribí mi primer libro, estaba explicando cosas y dije: “Ahh pará un poco, esto no lo entiendo tan bien como creía”, entonces es un desafío. Hacerlo bien involucra el mismo esfuerzo intelectual que hacer ciencia.  
Si quiero comunicar pero lo hago en jeroglíficos y vos no decodificás, ahí no hay diálogo posible, no hay espacio para la pregunta, no hay nada.  

Es que hay una creencia de que si no se entiende, se dice: “Mirá qué bien habla, qué complejo, qué inteligente...”
Y hay un poco de eso, se cree que cuanto más complejo es el mensaje, más inteligente es el que lo expone, también es algo que viene de lejos, como que el conocimiento es para una elite, que si yo entiendo y vos no, yo pertenezco. 

¿Cómo definiría entonces a la inteligencia? 
No sé muy bien a la inteligencia cómo definirla, yo creo que tiene que ver con la búsqueda de la felicidad. Cuanto más nos conectamos con el bienestar profundo de cada uno y del resto somos más inteligentes. El más inteligente es el que más contribuye a la felicidad colectiva. Me parece que más allá de que uno pueda comprender conceptos complejos, está esto de la conexión. En muchos casos hay una cuestión de elite, como te decía, que también viene de la tradición religiosa, la tradición católica por ejemplo tiene la Biblia que es un libro que lo leen algunos pocos y después los clérigos cuentan su versión. Bueno, en la ciencia Galileo es el primero que dice que el mundo está escrito en lenguaje matemático y que si entendés matemática podés leer el mundo, ya no sólo lo entienden los lectores de la Biblia. 

Ahí hay otro punto de contacto entre el arte y la ciencia, la música es matemática...
Sí, ese será un concepto en la charla del viernes, la gramática musical es expresable en números, hay una lógica detrás de lo que nos resulta agradable, la música es descifrable en reglas matemáticas y, eso es un gran misterio y una gran cosa. Es una muestra de que la ciencia y el arte tienen cosas en común.
Las escuelas y las universidades separan muy bien a las ciencias duras, de las ciencias humanísticas y del arte.  
Tal como está estructurada la educación, en muchos casos tenés que elegir una carrera frente a otra, pero yo quiero transmitir la idea de que aunque uno elige una carrera no está optando entre dos polos antagónicos, está eligiendo una carrera y dentro de esa disciplina habrá muchos elementos que pertenecen a otros campos, eso no hay que olvidarlo.   
En música, su estilo es el folclore y algunas de sus letras tienen que ver con la belleza de la naturaleza, ¿para esos versos tomó saberes de física? 
El foclore es la base de mi música pero con una mirada de mucha apertura. Sí, tomo cosas de la naturaleza que se explican desde la física, estoy componiendo más música así, yo desde la música busco la verdad, que es también la finalidad de la ciencia. Hay cosas que son muy sutiles, casi imperceptibles, el mundo es sutil y requiere de mucha paciencia entender las reglas con las que podemos categorizar y explicar la regularidades de este mundo que habitamos, la ciencia es una manera, pero la ciencia no está despojada de arte, de estética y hasta de espiritualidad. 

Para agendar

Dos funciones Mañana a las 9.30 y a las 14.30, el músico y científico Alberto Rojo presentará la Charla Concierto ‘De la física a la música’. Rojo traerá a su banda conformada por Norbi Córdoba en bajo acústico y Horacio Cacoliris en percusión. La actividad está destinada a estudiantes secundarios y es gratuito. Rojo es docente de la Universidad de Oakland, en Michigan, Estados Unidos. Para saber más: www.albertorojo.com.