La vuelta al mundo en dos ruedas

viernes 31 de mayo de 2019 | 7:00hs.
La vuelta al mundo en dos ruedas
La vuelta al mundo en dos ruedas
Por Emmanuel López Del Valle

Por Emmanuel López Del Valle politica@elterritorio.com.ar

Como Phileas Fogg y sus travesías en el libro de Julio Verne La vuelta al mundo en 80 días, Carlos Jesús (48) emprendió un desafío similar. Cansado de la rutina y en búsqueda de la felicidad, agarró una bicicleta y viaja alrededor del mundo. Partió de su Málaga natal hace ya once años y recorrió hasta el momento 65 países. “Desde antes del 2008 comencé a tomarles el gusto a los paseos y fue en ese año que me animé a ir un poco más allá de lo que tenía en España”, dijo en diálogo con El Territorio.
Comenzó conociendo las ciudades más reconocidas de su país. Luego siguió por Francia y cada estado del Viejo Continente. Sri Lanka, Finlandia, Líbano, Jordania, Israel y Egipto continuaron en su mapa de viaje. Los destinos los eligió al azar e indicó “no pienso a largo plazo, lo decido siempre al momento”.
Llegó a América hace más de tres años arriba de un barco que lo dejó en las islas Bahamas. Cruzó a los Estados Unidos y se instaló por unos días en California. Allí empezó sus andanzas en dos ruedas por todo el continente. 
“En todo este tiempo ya llevo pedaleando más de 40.000 kilómetros por todas las rutas”, indicó con orgullo Carlos. Desde California fue bajando. México, Honduras, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Chile son algunos de los países ya recorridos.
Desde hace ya tres meses transita por las rutas argentinas. Fue en pleno verano cuando ingresó a Jujuy y trazó su camino por la extensa ruta 40. Allí atravesó algunas de las provincias hasta llegar a Mendoza, donde cruzó el paso Cristo Redentor para volver por unos kilómetros por la Cordillera de los Andes hacia Chile. Luego retomó Argentina por El Bolsón y enfiló las sendas hacia el norte.
Ya en la Tierra Colorada, hizo su ingreso por San José, siguió por Posadas y planea continuar rumbo hacia Puerto Iguazú  para encontrarse con las Cataratas.

Diario de un viajero
“Mi fiel compañero fue la bicicleta. Tuve varias en todos estos años. Me cansé un poco y agregué un pequeño motor para convertirlo en un scooter para que mi viaje no sea tan aburrido”, indicó el español.
Detalló que en sus primeros viajes por Europa contaba con una carpa. Donde la noche lo encontraba, montaba su refugio hasta el día siguiente y continuaba con su rumbo. En algunas ocasiones se alojó en hostales de cada ciudad. Hasta que en Perú tuvo la idea de construir una casa amplia que lo acompaña desde hace ya dos años.
“Con mis propias manos armé mi pequeña casa. Yo lo llamo mi refugio. Está bien adaptada, es cómoda. Tengo una sábana, almohada, un poco de alimentos y mis recuerdos”, contó.
Las paredes externas de su hogar tienen plasmadas algunas de sus postales, frases y textos de sus viajes alrededor del mundo. De esa manera, considera clave demostrar y contagiar el deseo del paseo a todo aquel que se lo cruce, como así también reemplazar el refugio de la carpa que durante casi una década lo acompañó. “Si hace frío o si la lluvia me agarra en medio del camino, me refugio hasta que pare. Es a prueba de todo”, comentó entre risas.
En esa misma línea relató que se mantiene también con la solidaridad de los vecinos: “Todo lo que tengo hoy conmigo fue gracias a las donaciones. La bicicleta, que la cambié en Chile, los materiales para mi casa… absolutamente todo”. En una de las paredes montó una alcancía para que quien desee colaborar, deje dinero que pueda sustentar nuevas aventuras.
Hasta el celular que usa para comunicarse con sus familiares fue un regalo en medio de su travesía. “No soy muy fan de la tecnología, me dijeron que era algo necesario y lo tengo para tener contacto con mi hermano que vive en España”, manifestó. En este sentido, reconoció que no utiliza a diario su teléfono y que planea regalarlo una vez que se harte de tenerlo consigo. “Sólo lo uso para WhatsApp”, afirmó.

Próximos rumbos
“Cada lugar tiene una belleza particular. Aprovecho y saco lo mejor. El Sur argentino es bellísimo, lo mismo que Córdoba. La Pampa también, aunque es medio árido”, consideró. 
Al rememorar algunos de sus pasos, destacó algunos preferidos: “La isla Guadalupe de Francia (en el Caribe) es espectacular, Turquía es preciosa, las Filipinas tienen un atractivo hermoso, sólo que tienen muchos huracanes. China es una cultura milenaria y Rusia es increíble, pero hace mucho frío”.
Las Cataratas, en tanto, será su próximos destino, un lugar que desde tiempo ansía conocer.
Consultado sobre qué camino seguirá, con énfasis, manifestó: “Todavía me queda Paraguay, Brasil y Uruguay. No hice un camino, mientras viajo decido”.
También mencionó que desea seguir su viaje por el sur de África, hasta el momento desconocido, en su afán de dar la vuelta al mundo en dos ruedas.
Al mismo estilo que el de la clásica novela de Julio Verne, Carlos Jesús es un personaje entusiasta, que con espíritu aventurero pedalea y pedalea para añadir más kilómetros a su extensa travesía por el mundo.