Firmas de té aguardan apertura de mercados tras gran freno en las exportaciones

martes 19 de mayo de 2020 | 9:00hs.
Firmas de té aguardan apertura de mercados tras gran freno en  las exportaciones
Firmas de té aguardan apertura de mercados tras gran freno en las exportaciones
Nazarena Torres

Por Nazarena Torres politica@elterritorio.com.ar

La producción misionera se encuentra en una situación compleja ante las medidas decretadas en pos de contener el avance del Covid-19 en el país. Y si bien en algunos rubros comenzaron a trabajar de a poco, en otros se siente la disminución en los ingresos, como efecto directo del aislamiento obligatorio. 
No obstante, y lejos de rendirse, las empresas siguen en pie de lucha, esperando el momento, preparados para la reactivación. Es el caso del  té misionero, que busca sostenerse en el mercado nacional e internacional, pese a las adversidades que deja la pandemia. 
En este sentido, el cierre de fronteras (de países compradores incluidos) dificulta la salida de la producción, generando no sólo un parate en las exportaciones, sino también, en los ingresos de las cooperativas y pymes.  
Según datos del Ministerio del Agro de Misiones, a nivel país, la provincia concentra el 95% del cultivo de Camellia sinensis y con esta planta elabora diferentes variedades de té (negro, verde y rojo) que son comercializados a granel, en saquitos y en hebras. En Argentina, existen 39.800 hectáreas de té, de las cuales casi 38.000 se encuentran en Misiones.

A la espera de salir
Actualmente, el 90% de la producción de té argentino se exporta a diferentes países del mundo, generando así un amplio margen de mercado para las empresas y pymes misioneras, en detrimento de la escasa oportunidad interna de venta en el país. 
De acuerdo a los últimos números brindados por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec) el té es el segundo producto más importante sobre las exportaciones totales en Misiones (tras la pasta para papel), con una participación del 19,6% sobre el monto total de las exportaciones. 
Sin embargo, debido al cierre de fronteras, el producto se encuentra por estos momentos pasando por una complicada situación y a la espera de poder salir a tierras extranjeras. 
Al respecto, Helmuth Kummritz, coordinador del Clúster del Té, contó a El Territorio que “es una pena porque la mayoría de los embarques están parados, se paró todo, hay empresas que están esperando y está afectando a los ingresos de exportadores, ya que al no mandar té,  tampoco vienen las divisas”. 
“El producto está envasado y listo para despachar, pero el tema es el cierre de fronteras no sólo acá, también en otros países. Por ejemplo en Estados Unidos – principal comprador del producto misionero - se consume como té frío en las cadenas de comida rápida. Si abren en junio, todavía tenemos tiempo porque allá es verano y hay consumo, pero no sabemos, mientras tanto seguimos a la expectativa”, señaló.
Por su parte, Jonathan Klimiuk, propietario de la empresa Klimiuk Hermanos, remarcó que “las exportaciones se vieron afectadas en un 50 por ciento, por el tema de que le agarró muy fuerte a Estados Unidos el virus, eso hizo que se suspenda desde marzo y hasta julio inclusive los envíos de contratos que teníamos”. 
“La suspensión es a futuro, porque los contratos de té son anuales, en noviembre, diciembre se cierran contratos y se empiezan a embarcar desde enero, todo el año. La zafra empieza en octubre, noviembre, va hasta inicio de mayo, mientras que los embarques continúan, siendo los mayores a partir de esta época porque entra el verano a Estados Unidos, que son los mayores compradores, nos compran alrededor del 70% de la producción argentina para el Ice Tea en cadenas como Mc Donalds, pero ahora están cerradas y por eso hay demoras”, puntualizó. 
En ese sentido, señaló que la reactivación podría ser a partir de julio. “Depende los clientes, particularmente los nuestros, a partir de julio se estaría proyectando volver al trabajo, todo depende de cómo avanza el virus”, añadió. 
Mientras que respecto de la producción, Klimiuk detalló que “ya culminó la cosecha en primeros días de mayo, terminó la zafra 2019-2020, y vemos que hubo menos producción, 30% menos por las noches frías y la falta de lluvias, pero vino bien por estas demoras de embarques, ya que hay una sobreoferta”. 
“No está fácil la situación particular del país financieramente. El sector tealero necesita mucho financiamiento, porque inicia la cosecha en noviembre, y los embarques seis meses después. Hay muchas empresas complicadas, porque ahora tendrían que estar embarcando para cancelar prefinanciaciones que tomaron en noviembre, octubre, y se complica mucho”, determinó. 

Apertura de mercados
El año pasado se creó un consorcio de té, integrado por la Cooperativa Ruiz de Montoya, la empresa Klimiuk Hermanos SRL, Establecimiento Don Layo SRL, Empro SRL y WK1 SRL para aunar esfuerzos y abrir los mercados al mundo. “Contamos con el apoyo Agencia Argentina de Inversiones y Comercio internacional y la Fundación ICBC, que nos apoyan en las capacitaciones y misiones comerciales, además de todos los eventos internacionales que se van haciendo”, detalló Kummritz. 
Asimismo, indicó que el año pasado se realizaron con este propósito seis misiones comerciales a: Chile, Rusia, Polonia, Alemania y antes de la cuarentena se había visitado Pakistán y Dubai. 
“Nos estaba yendo bastante bien, ahora vendemos mucho a Rusia, porque se pudo abrir muy bien ese mercado, visitamos siete empresas allá y dos de ellas nos visitaron a fines del año pasado, así que fue exitoso, no sólo para las empresas del consorcio, sino también para toda la actividad tealera, porque es una cadena”, explicó el coordinador del Clúster. 
Además de Rusia, también se abrieron en gran manera otros mercados como Malasia, Perú y República Checa, entre otras, a través de diferentes negociaciones  que se fueron consolidando. 
“Creemos que podríamos tener mucho margen de mercados así en distintos puntos del mundo”, concluyó Kummritz. 

Innovar en el mercado con lo artesanal

Una de las características importantes a la hora de salir al mercado es la innovación ante la competencia. En este sentido, la necesidad de abarcar nuevos espacios productivos provoca una reconversión interna. Es lo que ocurrió en el caso de la firma Akasha Tea, que comercializa té artesanal y gourmet en el mercado nacional, pensando en ampliar horizontes una vez que las consecuencias de la pandemia hayan quedado atrás. 
Adriana Yáñez, sommelier y propietaria de la empresa, contó en diálogo con El Territorio el camino transitado y las expectativas de encarar nuevos desafíos, en primer lugar, a nivel latinoamericano. 
“Hace diez años empezamos a trabajar y nos dimos cuenta que lo que teníamos que hacer era ofrecer un producto diferente”, expresó. 
En ese marco, señaló que se hizo un cambio rotundo, acompañado de muchas capacitaciones, en el que se rompió el paradigma productivo. Se achicaron secaderos pero se abocó a una elaboración de mayor calidad, que se arranca desde el tratamiento en la planta. 
“Cuidamos los lotes, hacemos una cosecha selectiva y al estar al lado de la plantación, los brotes no sufren lastimaduras por el traslado”, agregó. De esta manera, en mayo del año pasado, la marca lanzó un nuevo producto consistente en saquitos de té piramidales, que dentro contienen hebras enteras, “permitiendo calidad y practicidad al mismo tiempo”. 
Adriana expresó además que pese al parate de la cuarentena, siguen trabajando en un nuevo mercado que es el de hoteles cinco estrellas, “a quienes ofrecemos unas cajitas con surtidos de blends, para que puedan presentarlos en las mesas”.