La reina del Inmigrante tendrá entre sus tareas promover el legado de sus antepasados difundiendo costumbres y tradiciones y además, propiciar la fraternidad de los pueblos.

Un martes emotivo
Las candidatas a reina de la fiesta realizaron su segunda presentación el martes por la noche y dieron su discurso con un mensaje de reconocimiento a un integrante de sus colectividades.
En este marco, los homenajes fueron para mujeres y hombres que apuestan por sus raíces y transmiten el amor por la colectividad y la fiesta. En diferentes funciones de sus casas típicas, muchos de los presentes llevaron pañuelos y durante cada discurso se secaban las lágrimas, muy emocionados con cada palabra de las jóvenes.
Luego fue el turno de los ballets de las colectividades rusa e italiana y para el cierre, un poco después de la medianoche. subieron al escenario el grupo Los Mitá, que regalaron un show de hora y media, con la historia del Casamiento en la Colonia, cerrando la noche a puro baile con música regional.
En las casas típicas tuvieron visitas concurridas, pero, lógicamente, no de la manera que en los días de entrada gratis. Igualmente se mostraron conformes con el movimiento de gente dentro del predio.
Los grupos de amigos y familias se concentraron en las actividades que ofrecieron las casas típicas   y en el pabellón de espectáculo, en este sentido, contaron que “ya es una tradición recorrer todas las casas”. 

Noche colmada de pasión gaúcha

Alegre, apasionado, jovial son algunas características que se relacionan directamente con el espíritu brasileño. De ahí que su ballet, Mocidade, lleve ese estandarte de ‘felicidade nao tem fin’ hasta el escenario Norguss Jacob, animando a su público y hasta emocionándose.
“Para la mayoría, lo que nos apasiona es bailar gaúcho, que es lo que más representa a los inmigrantes que vinieron y también en general a la gente de Misiones. La emoción que nos produce bailarlo, al punto de estar con los ojos llenos de lágrimas sobre el escenario. Es inigualable. Quizás nos divertimos con otros ritmos pero el gaúcho es lo que nos mueve más a todos”, confesó Carla Berent desde Mocidade.
“Es un honor y una responsabilidad”, refirió Carla sobre las sensaciones que despierta en el ballet  la Noche Brasileña, en que actuaron como teloneros de San Marino y Tche Garoto ayer.
 Parte del plantel del ballet de adultos, Carla -que es parte de Mocidade desde 2006- contó que hay más nerviosismo en la previa a este show que en la noche debut, “porque el público que viene es porque le gusta la música brasileña. Es un público muy alegre, que sigue al ballet o se suma en las redes que le gusta el gaúcho y espera sea fuerte, apasionado, con mucho empuje”.
Pasión, sin embargo, no falta y tras tantos ensayos en horarios impensados, salen a la cancha con una fuerza devastadora y dejando todo: sonrisas y lágrimas de por medio.
“Son sólo dos noches, pero en ese momento, sentimos que todo vale la pena. Todos los cumpleaños, las cosas que nos perdimos por ensayar, todo vale la pena. Todos bajamos del escenario con una sonrisa, convencidos de eso”, graficó Berent, con el objetivo cumplido y los ánimos listos para una noche en la que el baile recién comenzaba pasadas las 23.

Tradición y semillero
Mocidade es tan antiguo como la fiesta en sí, pero fue evolucionando y hoy tiene tres grupos infantiles, dos juveniles, el de adultos y el de mayores. Además del ritmo tradicional y el sertanejo, los bailarines aportan frescura y modernidad a la danza. Incluyen acrobacias, giros actuales y ritmos novedosos. 

Alumnas de gastronomía se suman a las colectividades

Alumnos de la carrera de Técnico Superior en Gastronomía de Puerto Rico realizan sus pasantías en diferentes casas típicas del Parque de las Naciones. Una experiencia única en la que los estudiantes de cocina se encuentran con ingredientes y técnicas que no se aplican a menudo.
El Instituto Adolfo Kolping de Puerto Rico hace varios años que  trabaja mediante un convenio con la Federación de Colectividades para que los estudiantes puedan ayudar en las casas típicas.
“Son varios jóvenes que se reparten en las casas, es una experiencia muy linda y nos sirve para adquirir más conocimiento en la cocina, sobre despachos, son horas de pasantías que sí o sí las tenemos que hacer para recibirnos y acá está muy bueno porque es muy ágil el trabajo y muy creativo”, explicó Cindy Guldimann (20), estudiante del último año del Kolping.
La experiencia que adquieren tiene que ver con la forma de trabajo: conocen nuevos ingredientes y secretos de la cocina de los inmigrantes, “acá conocemos los platos típicos, diferentes técnicas, ingredientes que no son usuales en nuestros platos de todos los días, el ambiente es muy copado”, manifestó la joven.
Los días de ingreso gratis al predio “fueron de mucho trabajo para las cocinas de las colectividades”, indicaron los organizadores.
Los jóvenes aspirantes a cocineros trabajaron codo a codo con las  cocineras tradicionales: “Tenemos que ponerles puntaje, pero la verdad que trabajaron muy bien, concentrados ”, indicaron de la cocina de la colectividad rusa a El Territorio.
Mientras, Cindy agregó “corrimos mucho los días gratis, salieron muchísimos platos, la gente ama la cocina inmigrante”.
La chica participó durante toda su formación de los días de cocina inmigrante, “primero estuve en la colectividad polaca y este año cambié para conocer otros secretos”, expresó.
Además de acercarse a las recetas de otros países -contó-, le gustó compartir la experiencia en la cocina de los inmigrantes, “el ambiente de trabajo, la buena onda, cocinas nuevas, mucha estructura, creo que es el secreto para platos tan deliciosos”. Y agregó: “Es diferente a todo lo que conocemos, todos se sienten muy bien con la tarea”.
La experiencia, sabe Cindy, servirá para el currículum, para su formación, pero a la vez “interiormente cambia, hay cosas que aprendés que no podés cuantificar”.