Día del Amigo: reflexión y el desafío de fortalecer el vínculo construido

lunes 20 de julio de 2020 | 4:00hs.
Cada amistad es singular e interpela nuestros valores.
Cada amistad es singular e interpela nuestros valores.
Silvia Godoy

Por Silvia Godoysociedad@elterritorio.com.ar

La amistad, vínculo voluntario que se materializa en charlas, actos y vivencias, es quizás una de las expresiones de humanidad más genuina, desinteresada y espontánea.

Aun con su aparente sencillez es objeto de complejos análisis y categorizaciones teóricas y a la vez, sustento inagotable de grandes obras del arte universal.
La literatura, la música y el cine han dado vida a pares entrañables unidos por devenires azarosos o escritos. Es una hermandad que se hace fuerte en la aventura compartida y que si es buena sobrevive silencios y ausencias.

Vienen a la mente Huck y Jim, los personajes de la novela de Mark Twain publicada en 1884. Un chico blanco y un esclavo, que huyen del maltrato y la miseria, se embarcan en una travesía a orillas del río Misisipi, poniendo en tensión prejuicios de la época.

Por qué no la gamita ciega de Horacio Quiroga, que fue curada por el cazador y de esa gratitud nació una fraternidad que desafió el padrenuestro de los venados. Como es entendible, el tierno animal y el hombre no se veían a menudo, sólo las noches de tormenta, cuando no había peligro de fieras al acecho.

Es que “la amistad no necesita frecuencia. El amor sí. Pero la amistad y sobre todo la amistad de hermanos, no necesita frecuencias.
El amor está lleno de ansiedades, un día ausente puede ser terrible, pero yo tengo tres o cuatro amigos a los que veo una o dos veces al año (...) La amistad puede prescindir de la confidencia, pero el amor no. Si en el amor no hay confidencia, uno ya lo siente como una traición”, discurrió el escritor Jorge Luis Borges en una recordada entrevista con el periodista español Joaquín Soler Serrano en 1980.

La definición perdura incorporando en el camino nuevas formas de comunicación y tecnología. Pero cobra inesperada vigencia en el contexto actual de aislamiento social obligado por la pandemia de coronavirus.

Hoy, en la fecha instaurada para celebrar la amistad, bien vale el rescate de valores y hazañas motorizados por un sentir común.

El historiador israelí Yuval Noah Harari en su libro De animales a dioses busca la respuesta sobre la supremacía de la especie humana. Señala que nuestra especie ha sido capaz de forjar inmensas redes de cooperación a gran escala: tribus, iglesias, ciudades, imperios, naciones, organismos... Pero nada de esto hubiera sido posible si los sapiens, como todas las demás especies, sólo pudieran transmitir información sobre cosas que realmente existen.

La verdadera clave del éxito evolutivo -sostiene- es que únicamente nuestra especie es capaz de inventar relatos imaginarios sobre entidades que sólo existen en nuestra fértil mente creativa. “Un gran número de extraños puede cooperar con éxito si creen en mitos comunes”, expone.

Si bien el pensador dirige su tesis de ficciones colectivas cohesionadoras a la historia de la humanidad y las sociedades modernas, la impertinencia de trasladar este concepto a una escala cotidiana puede ser de ayuda para situar el sentimiento de amistad en el marco de una cultura y en un espacio-temporal, y por ello la manifestación emergente reviste además, una dimensión subjetiva, cambiante, particular y social, generacional y de género, de pertenencia.

Los hay…

La psicóloga Marianela Martinek (MP 347) expresó que este tiempo de cuarentena, que nos mantiene alejados de los afectos -aunque en las últimas semanas el confinamiento se haya flexibilizado-, es propicio para reflexionar acerca de nuestros vínculos de amistad. “La amistad son relaciones voluntarias que nos dan alegrías y también engaños”, dijo y citó que desde el psicoanálisis está el concepto de conexiones imperfectas. “Amamos, envidiamos, competimos. Y el gran desafío es poder mantenerse junto al amigo en sus logros con suma sinceridad, dispuestos a celebrar, a acompañar, el triunfo del otro”, expresó.

Puntualizó que para entender qué clase de amistades alimentamos es condición categorizar: están los amigos por conveniencia, los amigos por intereses comunes como por ejemplo, los reúne el calentamiento global, el deporte, un pasatiempo. En tanto, los amigos históricos son los que con el paso de los años siguen estando unidos por un pasado íntimo. Los amigos encrucijada formaron parte de una etapa puntual de nuestra vida, como la escuela y, están los amigos íntimos, que tienen una profunda relación física y emocional. “La distancia física que nos atravesó a todos hará visible a la persona que busque el recurso que fuera para generar el lazo y no cortar el contacto”, reflexionó.


La amistad según el cine y las letras

  • ET, el extraterrestre
    “Estaré aquí mismo” le dice ET a Elliot en la inolvidable cinta de Steven Spielberg que muestra que la amistad no tiene fronteras.

  • Cuenta conmigo
    Película basada en el libro de Stephen King y dirigida por Rob Reiner, narra las aventuras de un grupo de chicos que comienzan a dejar la niñez.

  • El príncipe feliz
    Cuento publicado junto a otros textos por Oscar Wilde en 1888. El autor relata una amistad impensada y llena de sentimientos de igualdad y justicia.

  • Thelma y Louise
    Una moza y una ama de casa buscan escapar de la opresión en un TBird 66. Una cinta con perspectiva de género.