Detuvieron al joven que fue visto por última vez con Márquez Dos Santos

lunes 26 de agosto de 2019 | 6:00hs.

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

El asesinato de Víctor Fernando Márquez Dos Santos (16) en un camino vecinal de la localidad de Santa Ana sumó en las últimas horas al primer detenido. Se trata de un joven identificado como Juan P. (18), conocido de la víctima y aparentemente fue el último con quien tuvo contacto antes de ser ejecutado de un balazo en la cabeza.

Los investigadores de la Dirección Homicidios e Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones llegaron a él en base a una serie de testimonios recogidos en la jornada del sábado, por medio de los cuales también asomó una aparente trama narco como posible móvil del crimen, aunque se trata de una hipótesis que por el momento no tendría evidencia suficiente como para ser confirmada, más allá de comentarios de pobladores que vincularon al joven con el narcomenudeo.

De todas maneras, esa teoría cobró fuerza a partir de una serie de datos relacionados a la manera en que el muchacho recibió el balazo mortal e incluso, en base a eso, se especuló que pudo haber sido llevado bajo engaño a ese sitio oscuro y despoblado donde lo mataron a sangre fría con un balazo de pistola 9 milímetros que ingresó por su ojo derecho y salió por la región parietal izquierda del cráneo con la consecuente pérdida de masa encefálica.

En ese punto, la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial aportó que la víctima no tenía otro tipo de lesiones ni marcas de arrastre en otras partes del cuerpo, que demuestren que se defendió. Eso indicaría -según los investigadores- que llegó confiado al punto donde lo mataron y, más allá de eso, por la posición en la que estaba el cuerpo, se deduce que recibió el disparo estando de rodillas.

Últimos movimientos

En ese punto se investiga si el ahora detenido tuvo algún tipo de rol en la posterior muerte de su compañero en esa calle de tierra frente a la Escuela de Comercio 10 a la que asistía.

La reconstrucción del itinerario de Víctor durante esa noche marca que ambos tuvieron contacto previo y lo que explique en la instancia indagatoria será importante para echar un poco más de luz sobre el asunto.

La propia familia de la víctima declaró en sede policial que éste había salido esa noche para juntarse con algunos de sus compañeros, con los cuales estaban organizando una comida. Todos fueron demorados para averiguar el horario en que eso ocurrió y, en ese contexto, se reconstruyó que el detenido fue quien lo acompañó por último casi a la medianoche del viernes.

Después de eso, en la mañana del sábado, un obrero que transitaba la zona rumbo al trabajo se topó con el cuerpo sin vida. Sospechó que era un borracho pero cuando se acercó notó que era una persona que a simple vista tenía una profunda herida en la cabeza. Después se confirmó que era un balazo efectuado con un arma similar a las que utilizan las fuerzas de seguridad.

El propio juez Fernando Verón -titular del Juzgado de Instrucción Tres de Posadas- en calidad de subrogante del Juzgado de Instrucción Dos estuvo en el lugar y orientó tareas periciales en las que intervinieron los expertos de la Policía Científica.

El perímetro fue ampliamente delimitado debido a la sospecha de que quien o quienes cometieron el ataque hayan utilizado algún vehículo para escapar, teniendo en cuenta que algunos de los vecinos más cercanos declararon haber oído disparos e intenso movimiento vehicular en plena madrugada.

Sobre la zona en cuestión, si bien es cercana al centro, los pobladores describieron que es conocida como un punto habitual de encuentro para parejas, sobre todo por la oscuridad reinante e incluso existe una casa deshabitada en la que se reúnen para consumir estupefacientes. El río Paraná está a por lo menos siete kilómetros.

Reclamo de justicia

Pasado el mediodía de la víspera el adolescente fue sepultado en el cementerio municipal de Santa Ana. Sus familiares y allegados directos fueron parte de una ceremonia religiosa en la que se multiplicaron los pedidos de justicia para “que este asesinato no quede impune”.

Los integrantes de su familia además de algunos compañeros, alejaron al joven de esa posible trama narco que manejan los investigadores policiales, afirmando que conocían cada uno de los movimientos que hacía. Posterior al asesinato la hermana del chico, Eliana, le había dicho a este diario que “era un muchacho buenito, estudiaba, iba a la iglesia. No era de salir. Cuando le pedía a papá para tomar tereré con sus compañeros siempre volvía a la hora que indicada. Era disciplinado”

En ese contexto, recordó que el adolescente rapeaba por lo que se preparaba para competir en un encuentro que iba a realizarse en Gobernador Roca.

“Estaba contento ante la posibilidad de ir a nivel provincial, por eso, conociendo como es, que no molestaba a nadie ni tenía enemigos, no podemos entender por qué lo mataron ni tampoco creer que estaba vinculado al narcotráfico. Eso es una mentira, el que lo conoce sabe que es un excelente chico”, acotó y pidió a los detectives “que investiguen a fondo qué pasó y por qué estaba en aquella zona peligrosa a esa hora. Tiene que haber justicia para mi hermano”.

El papá de la víctima también había afirmado que su hijo “no es de junta mala, siempre estaba en casa con los compañeros pero nunca hizo algo malo, no tengo palabras para describir este dolor que tengo, solo pido que detengan al que lo mató”.

Claves del caso

En averiguación. El joven detenido sería la persona que estuvo por última vez con la víctima antes del crimen y se trata de establecer si tuvo algún grado de participación en el hecho.

Autopsia. El examen forense estableció que el adolescente recibió un disparo de 9 milímetros que ingresó por su ojo derecho y salió por la región parietal izquierda del cráneo.

Hipótesis. Una posible vinculación al narcomenudeo apareció en el caso, pero la teoría aún es investigada. La familia sostiene que el muchacho nunca se relacionó en ese ambiente.