Cómo armar tu valija de vacaciones según tu destino: criterios y propuestas

miércoles 01 de enero de 2020 | 5:00hs.
Cómo armar tu valija de vacaciones según tu destino: criterios y propuestas
Cómo armar tu valija de vacaciones según tu destino: criterios y propuestas
Armar la valija nunca es tarea fácil: límites de espacio y peso, dilemas entre prendas semejantes, y por sobre todo, olvidos evitables. Intentamos enfrentar el estrés haciendo listas y activando recordatorios, pero nada de ello es suficiente. ¿Por qué? La falta de anticipación y su consecuente factor de apuro a último momento, constituyen una sólida explicación.

Por otro lado, cualquier selección de vestuario, requiere una previa revisión de las tendencias más recientes. Identificar cuáles de ellas se adaptan a tu estilo y personalidad, es el segundo paso. Finalmente, es importante no incluir ningún artículo bajo el criterio "por las dudas": es el equivalente a espacio perdido en la valija. Frío o calor, playa o montaña, el principal rector es aplicable a todo destino: comodidad, versatilidad y planificación realista.

A continuación, detallamos algunos tips que pueden servirte para optimizar el equipaje y asegurarte un viaje sin percances fashionistas.

Playa
Calor, arena, agua salada... tu guardarropas debe adaptarse a estos tres elementos protagonistas del verano. De más está decir que el traje de baño será tu principal aliado, por lo cual se necesita evaluar con anterioridad lo relativo a modelos y colores. Tiro alto o tiro bajo, enterizo o de dos piezas, bikini o trikini, liso o estampado: no abordes sin antes clasificarlos en base a tus preferencias. La practicidad, por supuesto, como rasgo subyacente indiscutible.

En segundo lugar, uno de los accesorios más representativos del espíritu estival: el pareo. Su carácter multifunción constituye su intrínseca ventaja: ya sea de abrigo, de toalla, de falda o de vestido, se convertirá en tu inseparable fetiche, tanto de día como de noche. Sus estampas coloridas y diseños arabezcos iluminan cualquier conjunto y complementarán a la perfección tu bronceado.

Por otro lado, no hay look veraniego sin un atemporal sombrero de paja: no sólo proporcionan protección frente al sol, sino que dotan de finura y elegancia a cualquier outfit playero. Vestidos de lino, salidas de baño confeccionadas en red, maxicamisas de colores básicos, son algunas de las prendas cuyo atractivo se potencia mediante el agregado de este accesorio.

Otro de los puntos a tener en cuenta guarda relación con el calzado veraniego. En este caso, la variedad y cantidad deben ser desplazados como requerimientos, y consecuentemente reemplazados por el minimalismo y la uniformidad. Los zapatos ocupan más espacio que cualquier otro artículo, por lo cual resulta sumamente sustancial reducirlos al mínimo. Empacar un sólo par de sandalias para la playa, preferentemente de goma, y unas botas texanas de aire nocturno, es más que suficiente.

Finalmente, una paradoja inherente a las vacaciones en la playa: las temperaturas bajan durante la tarde/noche. Una campera nunca está de más, y puede salvarte de un apuro durante días ventosos y ocasiones de lluvia.

Montaña

El verano en la montaña mantiene una cierta distancia respecto de los otros destinos, principalmente en cuanto al vestuario prototípico. Zapatillas de trekking, camperas rompeviento, gorras y borcegos conforman el clásico uniforme de quienes apuestan por el turismo-aventura y anhelan la funcionalidad por sobre todas las cosas.

En los últimos meses, ha habido una nueva incorporación a esta clase de vestuario: las calzas ciclistas (bikers). Una prenda vintage que ha vuelto para quedarse, cuya resignificación moderna conquistó a miles de personas alrededor del mundo. Aptas para cualquier ambiente, circunstancia y temperatura, se han asegurado el podio entre las tendencias de este 2019.

Ciudad

El verano en la ciudad puede resultar muy apacible si logramos hacer frente a las altas temperaturas de manera adecuada, por lo que son necesarias ciertas estrategias en materia de moda para discernir cuáles géneros presumen una mayor liviandad y frescura. El grosor del jean, por ejemplo, acrecenta la sensación de calor corporal y constituye un limitante para disfrutar de caminatas urbanas, mientras que el lino, por su lado, es un tejido higroscópico: absorbe el sudor y no se adhiere al cuerpo.