2020-05-15

Economistas vaticinan que el consumo seguirá resentido a pesar de la liberación de rubros

Nazarena Torres

Por Nazarena Torres politica@elterritorio.com.ar

Comerciantes, empresarios, pequeños inversores, consumidores, todos se encuentran en medio de una gran incertidumbre sobre el futuro económico del país. Es que aunque la cuarentena obligatoria se va flexibilizando de a poco, se empieza a mostrar la otra cara de la pandemia del Covid-19: la estrepitosa caída en los mercados y en las finanzas. 
Los augurios no son los mejores, sobre todo en Argentina, puesto que el país ya venía golpeado con una inflación que superaba el 50 por ciento, y una devaluación que impactaba directamente en el bolsillo de los consumidores. 
A esto, ahora se le suma la paralización de las actividades y un factor que agrava el panorama: el miedo de la gente. Es que, de acuerdo a lo que analizan los especialistas, aunque los comercios comiencen a abrir sus puertas, los vecinos aún se sienten amenazados por la enfermedad que no tiene vacuna ni medicina específica, por lo que evitan salir y principalmente gastar dinero. Las dudas sobre lo que pasará económicamente en el futuro también empujan al ahorro antes que al consumo masivo. 
“Nosotros veníamos muy mal en la economía, con una inflación y gasto del Estado galopantes y esto nos hunde peor. No podés invertir y hacer nada en la economía si no tenés estabilidad, y si bien esto golpeó a todo el mundo, hay países que tenían reservas anticíclicas y están mejor parados que nosotros, que ya veníamos muy mal”, especificó a El Territorio el economista Raúl Karaben. 
En concordancia, tanto el especialista económico Guillermo Knass como el analista financiero Christian Buteler resaltaron que la situación es compleja y no hay vistas a una recuperación total en el mediano plazo. De la misma manera, el economista Alejandro Rodríguez -que está residiendo en Madrid (España)- realizó un análisis de las consecuencias que atraerá globalmente la pandemia (ver La mirada global...).

Persiste el miedo
“Superada esta fase van a quedar miedos, el consumo no va a ser el mismo. Aunque se intente normalizar, la gente va a estar reticente a ese mayor consumo por el miedo que ha dejado toda esta situación. E incluso, por más que se encontrase una vacuna rápidamente, el daño ya está hecho en la economía y algunas actividades no van a poder volver como era antes, se va a sentir. Va a ser un año duro, después de dos años que ya venían duros”, expresó Buteler en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7. 
De igual manera, Karaben explicó que “en la medida en que exista algún medicamento, la actividad podría llegar a retomarse a niveles normales. Mientras esto no suceda, no se va a normalizar, porque la gente, con todo el temor, cambió sus hábitos. La gente no va a viajar, se va a quedar, todo lo que es turismo, hotelería, gastronomía se resentirá”. 
“La recesión va a ser compleja, va a ser difícil levantar las actividades económicas, este año y el año que viene. Hay negocios que trabajan pero no entra nadie, una o dos personas por día, y no se reactiva la economía así. Se descomprime nada más la ansiedad de la gente que quiere trabajar, pero no se reactiva”, agregó. 

Escalada inflacionaria
El pronóstico entre los economistas a partir de la creciente emisión de moneda que se está registrando es una inflación galopante, sumada a la estrepitosa caída del PBI. 
“Acá no hay parámetro de comparación y no es tema menor. Ahora hay shock de demanda y oferta juntos, y nunca pasó, es rarísimo.  El principal problema que va a haber, que es el gran desafío para el gobierno, es la inflación alta. Mirando los números, sabemos que habrá una gran caída de la actividad, se espera que el PBI caiga entre 8 y 10 puntos, que es una barbaridad”, detalló Knass al respecto. 
Al tiempo que añadió: “La inflación se va a poner muy complicada con la emisión que hay. Y cuando se empieza a disparar se descontrola, porque se retroalimenta. La gente se quiere desprender de los pesos y aumentan los precios, es difícil de pararlo. Son procesos cortos, porque no hay forma de aguantarlo mucho tiempo, pero mientras dura hay gente que la pasa muy mal”.
La proyección de caída del PBI también es un punto clave para Buteler, quien adujo que se estima una caída de entre 7 y 9%, dependiendo de cuánto más se profundice la crisis sanitaria. 
“Argentina ya venía de dos años de recesión, y esto vino a ser como la frutilla del postre, realmente está muy complicada la situación”, sostuvo. 

Invertir o ahorrar
Al ser consultados sobre qué debe hacer un pequeño inversor con el dinero que tiene ahorrado, los economistas coincidieron en que la mejor salida es la compra de dólares, puesto que el peso se está viendo fuertemente resentido en su valor. 
“Lo que se busca en estas situaciones es -al menos- no perder. Hoy en día cuando veo las opciones que tengo en pesos, como el más tradicional que es el plazo fijo, que paga casi un 27% de interés, frente a una inflación que va a estar, con suerte, nuevamente en el orden del 50%, no queda otra opción que dolarizar”, dijo Buteler.
Seguidamente, completó: “El Estado necesita financiar el déficit emitiendo pesos, lo que va a terminar impactando en la inflación y en el tipo de cambio. Por eso para el mediano ahorrista, la mejor opción es dolarizar su dinero para el futuro”. 
Coincidentemente, Knass aconsejó que “si podés comprar los 200 dólares, hacelo. Es lo mejor para proteger al pequeño ahorrista. Uno busca preservar los ahorros, y los pequeños ahorristas no tiene opciones más complejas como mercado de capital. Es mejor preservar el ahorro porque después de la crisis viene una recuperación, que es mejor que te agarre con algo de valor, con dólares y no con un montón de pesos que no te sirven para nada”. 
 “En la práctica, los bancos no están funcionando normalmente para retirar dinero y comprar divisas. Si se pudiese sacar los plazos fijos, el dólar se dispara groseramente. Hoy estamos tapando la inflación como una olla de presión. Va a haber una fuerte depresión económica, y ante la perspectiva, la gente no invierte. Plata que agarra lo guarda, pero cuando se empiece a abrir la actividad económica se va a ver que tenés papelitos pintados en el bolsillo y nada de reserva de valor”, manifestó Karaben.
Y concluyó: “Desde el punto de vista económico es muy poco lo que se puede hacer, porque el miedo de la gente hace que no salga y no gaste, que se retraiga. En la medida que no se solucione la pandemia, no se va a recuperar la economía en el corto plazo y es como una olla a presión, tapamos la tapa hasta lo que podemos, pero en algún momento, la inflación va a explotar”. 

La mirada global del impacto económico

El economista misionero Alejandro Rodríguez se encuentra residiendo en Madrid (España) hace dos años. Desde allí, realizó un análisis sobre el impacto que va a generar la pandemia en las economías y principalmente cómo afectará a la Argentina tras la fuerte crisis vivida en los últimos años. 
En ese marco, adujo que “el cambio que se viene puede llegar a ser paradigmático, porque a nivel global la crisis que estamos viviendo va a ser realmente muy fuerte. Teniendo en cuenta que el PBI o la actividad se mide a nivel trimestral, las fuertísimas caídas que ya se han visto en el primer trimestre con solamente dos o tres semanas de confinamiento, te dan una muestra a las claras del impacto que ha tenido y va a tener la cuarentena en cada uno de los países”. 
“Por supuesto que en cada país va a impactar de una manera diferente, pero seguramente vamos a coincidir en que el impacto va a ser duro para todos. Va a ser una crisis sin precedente, no hay donde esconderse, porque todos los países se ven impactado de una u otra manera. Argentina antes de esta crisis ya estaba en terapia intensiva financiera, por lo que este golpe puede llegar a ser un nockout”, indicó el especialista. 
En ese sentido, advirtió que los índices de desempleo que se están empezando a ver tanto en Europa como en Estados Unidos están en niveles de la época de la depresión, de la crisis del 29. Por lo que la manera en que encare la recuperación cada país va a marcar un poco cuáles van a ser las pautas para adelante. 
“Creo que esta recuperación no va a ser corta, no es una cuestión de decir que el año que viene la actividad va a ser normal. Los gobiernos se están asustando de lo que está generando el parate, porque hay gente que vive muy al día. Este parate hace que haya mucha gente a la que le preocupe mucho más el no poder trabajar que un supuesto contagio futuro. Por eso los gobiernos van a empezar de a poco a regresar”, explicó. 
En ese marco, determinó que hasta tanto no haya una vacuna para combatir el Covid-19 no se va a saber a ciencia cierta cuál será el panorama futuro. Aunque estimó que la única certeza que se tiene es que la salida va a ser muy complicada y larga.
“Estamos ante un panorama súper incierto por cuál puede llegar a ser el alcance de lo que estamos viviendo, con niveles de pobreza terrible a nivel mundial. Hoy la gente lógicamente debería tener mucho cuidado con el consumo, porque hay que cuidar el dinero, sobre todo porque hay una incertidumbre muy grande respecto al trabajo y las empresas”, observó. 
Al tiempo que manifestó: “Por eso hay que tratar de generar más políticas fiscales y no tanto monetarias, de manera tal que la gente tenga mayor sobrante de dinero para invertir y generar nuevos negocios, para que la actividad empiece a moverse”. 
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