2019-06-16

“Las detenciones son una demostración clara de que hay consecuencias”

Cristian Valdez

Por Cristian Valdezfojacero@elterritorio.com.ar

La violencia machista pone en crisis la eficacia de las medidas de protección de víctimas porque un gran porcentaje de golpeadores las incumple a pesar de que eso constituye un delito. Sumergen a las mujeres en un infierno en el cual los casos extremos se convierten en femicidios, como el de la estudiante Fiorella Aghem a manos de su ex novio, Leopoldo Borovski, o, un poco más atrás el tiempo, el doble femicidio de Yamila Marczewski y Romina Szidloski, cometido por Juan Benítez, ex concubino de la primera que al final de la matanza terminó con su vida.
En ambos crímenes, uno ocurrido en octubre de 2013 en Posadas y el otro en febrero de este año en San Vicente, hubo golpes, amenazas, hostigamientos y denuncias con consecuentes intervenciones judiciales que derivaron en el dictamen de medidas de protección que no fueron acatadas por los asesinos.
Los mencionados son apenas un par de los cientos de casos de mujeres que padecen violencia diaria y parecieran estar condenadas a vivir atemorizadas.
En ese contexto, los cuestionamientos son: ¿Sirven las medidas de protección a víctimas en un contexto en el que muchos golpeadores no las tienen en cuenta e incluso las terminan matando? ¿Cómo darles a ellas seguridad ante sujetos como éstos? ¿Existen formas de revertir esta tendencia de creer que una medida judicial incumplida no conlleva a ningún castigo?
Las respuestas fueron requeridas al hombre encargado de dictarlas y actuar en caso de que no las cumplan. Es el titular del Juzgado de Violencia Familiar Uno de Posadas, Alfredo Olmo Herrera, por cuyas manos pasan alrededor de 40 denuncias diarias, haciendo un promedio de cerca de 800 mensuales y 10.000 por año, según un análisis estimativo.
Solamente en 2019, desde enero hasta los primeros días de junio, atendió 3.762 expedientes por denuncias de violencia, completando las 15.749 desde su creación, hace justo dos años. En 10. 000 denuncias se dictaron medidas restrictivas de acercamiento y exclusión de hogar. Una cifra alarmante si se tiene en cuenta que corresponden a casi todo el Sur provincial, desde el Gran Posadas hasta Apóstoles.
“Nosotros tenemos como misión, si la violencia ya se produjo, cortarla para que no se siga desarrollando, y si todavía no se produjo, evitar que se produzca. Por eso, en los casos en que se produjo la violencia o se está desarrollando, la decisión es sacar al presunto violento del ámbito familiar y si no viven juntos, separarlos. Las medidas se ejecutan inmediatamente, porque alguien las notifica (la Policía) o directamente se lo saca de la casa para notificarle la restricción”, explicó Olmo Herrera.

¿Cuál es el parámetro para decidir cuando la víctima debe ser protegida?
Leo la denuncia, hago una primera evaluación de riesgo y en función de eso veo si corresponde que tomemos intervención. Suponiendo que sea una denuncia de violencia, veo si se da entre sujetos comprendidos en la ley, porque muchas veces nos llegan denuncias entre vecinos o gente que no tiene un vínculo familiar.
Por el tenor de la denuncia, muchas veces alcanza con lo que nosotros llamamos una primera providencia, en que les traemos a una audiencia por separado a las partes, ordenamos una entrevista psicológica, mandamos nuestro servicio social a que nos haga un informe socioambiental en el domicilio y se va desarrollando, porque no es tan grave. Por ejemplo, una pareja que está separada pero tiene un hijo en común y la denuncia de la madre tiene que ver con un desacuerdo con el padre porque de repente le contesta mal cada vez que va a buscar al hijo. No le voy a sacar una prohibición de acercamiento de buenas a primeras, porque primero tengo que indagar para ver si en realidad no hay otra cuestión de trasfondo que tiene que ver, tal vez, con el contacto con el hijo. En esos casos se ordenan medidas previas.

¿Y en los casos interpretados como más graves?
Si la denuncia tiene elementos que me hacen interpretar que existe un riesgo alto, como por ejemplo amenazas, agresiones físicas o insultos en forma directa, ni hablar cuando las víctimas son embarazadas, ancianos o que tienen algún grado de discapacidad o se detecta la utilización de armas, indico el camino a seguir, que puede ser desde una restricción de acercamiento hasta una exclusión del hogar, pero mientras tanto hay que ver si viven en la misma casa o terreno, si el violento tiene antecedentes.
Más allá de estas medidas, puedo decidir el otorgamiento del cuidado personal de los hijos de forma provisoria o una cuota alimentaria. Puede ser también en el marco de esa medida un examen psicofísico por nuestro Cuerpo Médico Forense o enviar al equipo técnico interdisciplinario al lugar para que me hagan un informe de interacción familiar. Hay muchos tipos de medidas, algunas se toman antes de resolver y otras ya resolviendo, ante la gravedad de la situación.

¿Qué tiempo demanda eso?
Las medidas de protección que se resuelven nosotros estamos tomando el mismo día que ingresa la denuncia. La obligación de la Policía es tomarla y automáticamente correr vista al juzgado, pero a veces no ocurre. Hubo casos en que se denunció el lunes y a mí me llegó jueves, entonces por más que saque la medida el mismo jueves, mi celeridad se ve opacada por el tiempo que demoraron en traerme.
Hubo un episodio reciente que había ocurrido a la madrugada, en la comisaría tomaron la denuncia y para las 10 de la mañana de ese mismo día nos trajeron, por lo que dictamos las medidas y menos de una hora después compartimos la orden digitalmente con la Policía, por lo que para el mediodía estaba cumplida. Es un ideal de cómo se debe trabajar en materia de género, porque muchos casos terminan en femicidios.

¿Qué pasa con el incumplimiento de las medidas?
Hay que entender que incumplirlas no tienen que ver con la efectividad de las medidas en sí mismas, porque si no deberíamos cerrar los tres poderes del Estado. Por el hecho de que el Código Penal castigue, nunca dejaron de haber homicidios, robos, abusos sexuales o narcotráfico. El Estado persigue y castiga habiendo reincidencia, porque hay tipos que violan tres veces, otros que matan tres veces y narcotraficantes que caen diez veces. No tiene que ver con la efectividad de la medida en sí misma el hecho de evitar que ocurra algo posteriormente, sino que en ese punto entramos a un terreno que tiene que ver con la decisión que tenga el violento de ejercer esa violencia.

¿Qué hacer con el violento en esos casos?
Desde que estoy al frente del juzgado habré ordenado la detención de 30 hombres, en los que van los policías, lo esposan y llevan a la Comisaria con derivación al juez de Instrucción Penal en turno. Eso conlleva que el resto de los violentos entienda que hay consecuencias, porque el gran mal con el que nos veníamos enfrentando es el hecho de que el violento considera que le llega un papel que dice que no se puede acercar a su víctima, pero no pasa nada. Las detenciones son una clara demostración de que hay consecuencias y además, los jueces penales están actuando con perspectiva de género.
Si fuera un arresto porque estaba borracho causando disturbios en la calle, capaz lo liberan el mismo día, pero en este momento la desobediencia a medidas de violencia familiar los deja adentro hasta por dos meses. Entonces se dan cuenta de que ya no es chiste. Si estás preso dos meses porque desobedeciste una prohibición de acercamiento y seguiste increpando a la víctima, cuando salgas vas a pensar dos veces antes de hacerlo nuevamente. Si eso no ocurre es porque en parte las medidas funcionan.

¿Las medidas ofrecidas son eficaces, alcanzan?
Desde que existe este juzgado, con 15.749 causas atendidas, ningún femicidio tuvo que ver con alguna mujer que tenía un expediente iniciado bajo mi órbita. Eso te da la pauta de que es más fácil poner de relieve la muerte que ocurrió pese a la restricción que ponderar lo que evitaste, porque lo que evitaste no tenés forma de calcular.
Sobre esa cantidad de causas que tenemos alrededor de 10.000 son con prohibiciones de acercamiento y sobre eso cómo se puede calcular cuántas muertes hubieran ocurrido si esas órdenes no estaban. Puede ser una como puede ser 200. No sabemos.
Entonces, cuando la gente dice que las medidas que se toman en violencia no son efectivas, yo digo no, no es así. No te puedo dar una cifra exacta de cuántas muertes evitamos, pero te puedo asegurar que evitamos muchísimas.
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