Un presente que invita a proyectar y una crisis que pudo agravarse

domingo 09 de agosto de 2020 | 6:00hs.
El barbijo es uno de los objetos más solicitados en protocolos.
El barbijo es uno de los objetos más solicitados en protocolos.
Cristian Avellaneda

Por Cristian Avellanedadeportes@elterritorio.com.ar

Misiones vive un presente alentador, con las disciplinas habilitadas para el entrenamiento y, en algunos casos, el juego con límite de participantes. Pero esta realidad, siempre sujeta a condiciones sanitarias y decisiones gubernamentales, fue producto de un largo proceso que tuvo pujas y presiones por parte de las federaciones, clubes y complejos deportivos.

Las pruebas piloto fueron indispensables para evaluar el comportamiento de las personas y con ellas se salió de un parate que parecía eterno.

Fue el sábado 30 de mayo cuando el golf se dio el gusto de afirmarse como el primer deporte en volver oficialmente bajo protocolo y, junto a otras 26 disciplinas (entre ellas atletismo, motocross, futsal, tenis de mesa, ciclismo, tiro con arco, vela, natación, patín, artes marciales, pelota paleta, básquet, canotaje, vóley, beach vóley, lucha olímpica, automovilismo, padel, squash, tenis, kitesurf/windsurf, marcha nórdica, equitación, tiro federal, fútbol y gimnasios), dio el paso hacia la nueva normalidad. Todas ellas en formato individual.

Con el correr de los días se sumaron otras disciplinas como el hockey y el rugby, aunque tuvo que pasar más de un mes para que se concrete el regreso del deporte colectivo, esta vez con formato de cinco contra cinco y durante seis días de ensayos (viernes, sábado y domingo), comenzando el viernes 10 de julio.

El cumplimiento de los protocolos sanitarios permitió mayor flexibilización y facilitó el gancho verde para que el 23 de julio se instale definitivamente el deporte colectivo a lo largo de la tierra colorada, además de ampliar el formato a siete contra siete.

Hoy la proyección es inevitable. Lo próximo a definirse es la competencia y fue el automovilismo el que tomó la posta para ser el pionero en la era pospandemia. Desde la Federación Misionera de Automovilismo Deportivo (Femad) ya presentaron a finales de julio el protocolo para competencias de karting y pista; sólo resta esperar la evolución sanitaria. La línea está marcada.

Una herida que costará sanar
Por supuesto que para los clubes y complejos hay un cambio drástico en sus arcas económicas. Los meses sin actividad golpearon profundamente y la herida tardará en sanarse.

El fútbol 5 fue una de las disciplinas más solicitadas a nivel amateur. Desde mediados de marzo, los casi 80 reductos privados que tiene la provincia no lograron generar ingresos, circunstancia sin precedentes en materia económica.

“Hay por lo menos 500 personas que dependen de esta actividad de manera directa y otras tantas de manera indirecta, como proveedores y demás cuestiones que genera tener a los complejos abiertos”, compartió Julián Taborda, encargado de Mbareté, complejo ubicado Posadas. “Fue angustiante, en estos meses sin actividad gastamos nuestros ahorros, pidiendo plata prestada a amigos o a la familia”, agregó.

El básquet es otro de los deportes afectados por la cuarentena. Sostener la economía de los clubes es tarea intrincada en tiempos de pandemia y ya se habla de un año casi perdido, con una recuperación económica que podría demorarse más tiempo de lo diagramado, pero que ya empezó con la reactivación de las formativas.

El presidente de la Federación Misionera de Básquet (FMBB), Román Queiroz, se refirió al momento como una problemática muy fuerte. “Sabemos que este año con suerte vamos a tener dos o tres meses de actividad. Veremos qué clubes se anotan para jugar la Liga Provincial cuando retome la competencia; somos conscientes de los problemas económicos que arrastran. Los gastos de primera los sostiene el sector privado, y los sponsors colaboran con un viaje que cuesta más de 20.000 pesos, por ejemplo. Además en el interior de la provincia se tienen que hacer muchos kilómetros y las dificultades son un poco más grandes”, señaló.

“Entonces hay que ver cuántos clubes pueden participar en la primera división. De los diez que se inscribieron a principio de año, capaz que quede la mitad o menos, dependiendo de eso vamos a ver que tipo de torneo se arma, pero imaginamos una liga súper reducida con muy pocos meses de juego. Todo depende del tiempo y los equipos. No queda otra que esperar y tener paciencia”, se aventuró Queiroz hace algunas semanas atrás.

El handball también está librando una pulseada con el presente. La Federación Misionera (FMH) se encuentra en pleno proceso de expansión y todavía no está asentada a pesar de tener 50 años de existencia. Actualmente engloba siete clubes: Guatambú, Huracán y Gimnasia (los tres de Montecarlo), Oberá Handball, Posadas Handball y los clubes Alemán de Jardín América y de San Vicente.

“Los clubes no tienen grandes ingresos y se mantienen con la cuota de los jugadores y el trabajo de la comisión directiva”, reafirmó el presidente de la FMH, Jorge Ferreyra Díaz.

“El handball de por sí es muy amateur en el país, no genera grandes ingresos y eso es un problema, a pesar de que se busca torcer un poco esta realidad con la organización de torneos televisados”, agregó.

“Nosotros, como federación, venimos creciendo de a 100 a 200 jugadores por año, pero esto nos va a hacer retroceder, es la parte más lamentable de la pandemia. Hasta este año teníamos alrededor de 600 jugadores federados en toda la provincia y tengo miedo de que el parate nos haga retroceder; no veo que este año se pueda jugar, y el año que viene también lo vemos difícil si no aparece una vacuna o una solución al virus”, cerró el dirigente.

Un párrafo aparte
El fútbol es otra de las disciplinas que sintió el impacto. La espera que comenzó el 17 de marzo, con las suspensiones de los torneos en todas las categorías, se cobró a las primeras víctimas: los jugadores.

El martes 30 de junio, más de mil futbolistas quedaron en libertad de acción luego de concretarse el vencimiento de sus contratos. Desde los equipos de la primera división hasta de las categorías de ascenso, todos tuvieron un desprendimiento considerable y son muchos los jugadores que esperan una mejora de la realidad para conocer sus destinos.

En Crucero del Norte, hoy militando en el torneo Federal A, ocho jugadores terminaron su vínculo: Pablo Motta, Álvaro Klusener, Marcos Argüello, Agustín Bellone, Cristian Sain, Nicolás Fassino, Jesús Vera y Rodrigo Acosta Ferreira.

La preocupación es alta porque el mercado argentino que se viene no parece ofrecer grandes oportunidades y los jugadores tendrán que adaptarse a las ofertas. Es que la apuesta a los juveniles y los bajos salarios, hasta una definitiva recuperación, serían prioridad en los clubes.

“Hay que esperar para saber si se puede presentar una lista de buena fe nueva o si tenemos que mantener la misma. La idea es armar un equipo con los chicos del club y traer dos o tres jugadores específicos, con experiencia, pero tenemos que saber con qué presupuesto contamos y de eso estamos lejos”, había avisado el vicepresidente y manager del club, Dardo Romero.

El contexto expuesto no es para nada grato, pero Misiones está en pleno proceso de reapertura, lo que invita a proyectar y dejar atrás los meses negros, de perdida absoluta.