Reversionado

domingo 09 de agosto de 2020 | 6:00hs.
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Diego Vain

Por Diego Vain deportes@elterritorio.com.ar

El 2020 tenía un calendario deportivo con las citas más importantes a nivel mundial. Los Juegos Olímpicos de Tokio, con la participación segura de una misionera, y la Copa América, que significaría la vuelta de Lionel Messi a la selección, figuraban como los destacados en un año lleno de eventos muy esperados.

Pero la pandemia de coronavirus llegó para cambiarlo todo. Por primera vez en la historia un Juego Olímpico fue postergado (a excepción de los que se suspendieron por las guerras mundiales). Desde el Comité Olímpico Internacional para abajo, todas las federaciones y asociaciones que rigen a cada uno de los deportes tuvieron que, en mayor o menor medida, suspender, postergar o dar por terminados eventos, torneos y calendarios.

Salvo contadas excepciones, que tuvieron más que ver con la irresponsabilidad ante el coronavirus, todo el deporte a nivel mundial se paralizó. Hubo que esperar para conocer un poco más al Covid-19 y cómo, en la medida de lo posible, enfrentarlo. Hubo que rearmar y empezar a tener protocolos para acondicionarse físicamente, para volver a competir y para volver a jugar, algo que parecía sacado de una película de ciencia ficción.

Con más de siete meses de pandemia, de a poco y dependiendo del punto geográfico del mundo, las actividades fueron regresando y siempre primó la presión de una federación para que eso sucediera. Aparecieron distintas alternativas, que dependieron del dinero de uno u otro deporte y de su logística e infraestructura.

Por ejemplo, luego de muchas idas y vueltas, la NBA armó en Disney una burbuja. Concentró allí a jugadores, entrenadores, periodistas y todo el personal necesario, para terminar la temporada 2019/20. Algo similar sucedió con las competencias europeas de fútbol. Durante esta semana regresaron sus competencias a nivel internacional. Primero fue la Liga de Europa y luego la Liga de Campeones, en Alemania y Portugal, respectivamente, donde los equipos competirán hasta definir a los campeones.

Argentina se tomó su tiempo, pero luego del pedido de deportistas olímpicos, se habilitaron las prácticas, aunque la disparidad de casos a lo largo y ancho del país hace que eso sea una tarea, casi, titánica. El Amba es la zona más afectada del territorio nacional y también la que concentra a la mayor cantidad de atletas y de centros de alto rendimiento.

Recién mañana el fútbol, luego de la presión de la Conmebol y de un lobby mediático importante, verá luz verde para la vuelta de los entrenamientos. Sólo la Primera División (y Tigre que juega la Libertadores) podrán hacerlo, pero será el punto de partida para que la redonda vuelva a rodar.

Con buenas expectativas
Misiones también sufrió el golpe de la pandemia, pero por diferentes razones sigue siendo una zona que se mantiene controlada. Por eso los misioneros pueden hacer deporte en grupo, por eso muchos deportistas mantienen un ritmo de entrenamiento mejor que otros pares y por eso hoy la conciencia social es vital para que eso siga así.

Más allá de eso, en la Tierra Colorada las expectativas son buenas. Tanto así que la Femad presentó su protocolo para volver a la competencia, de a poco y bajo estrictas normas de seguridad, pero dio un gran paso.

Después de varios meses de incertidumbre, los actores del deporte local ven un horizonte que parece prometedor, aunque tienen bien claro que la salida no será rápida y que traerá muchas discusiones entrar en la nueva normalidad de la que tanto se habla.

En estos meses de aislamiento social preventivo y obligatorio, las competencias virtuales ganaron terreno y fueron la manera de mantener a los amantes de ciertos deportes con la adrenalina de seguir compitiendo. Los torneos con paisajes caseros se hicieron cada vez más comunes y significaron una alternativa para chicos y grandes en tiempos de encierro.

Nada será igual desde este 2020 en adelante. Eso está claro. Muchas cosas cambiarán (ojalá para mejor) y con muchas otras habrá que aprender a convivir. El deporte, como toda actividad social, sufrió y seguirá sufriendo cambios, pero esas son las nuevas reglas de juego y habrá que adaptarse.

La pandemia partió al medio calendarios, ilusiones, planificaciones, pero mientras el 2020 sigue su ritmo frenético e impredecible, repasamos con nombres propios y desde Misiones hacia el mundo, cómo este año llegó para cambiarlo todo.