Viviana Yommi, maestra de Iguazú

“Me gustan los desafíos y enseñar mediante el juego”

La educadora que fue distinguida a nivel nacional como ‘Docente que inspira’ habló sobre el reto de poder integrar al mundo laboral a las personas con discapacidad en Misiones
miércoles 03 de enero de 2024 | 5:00hs.
“Me gustan los desafíos y enseñar mediante el juego”
“Me gustan los desafíos y enseñar mediante el juego”

Viviana Yommi (56) fue elegida hace pocos días en Buenos Aires como ‘Docente que Inspira 2023’. Se trata de una distinción nacional que entrega el diario Clarín y Zurich a un maestro de cualquier provincia que se haya destacado por su entrega a la docencia.

En este caso, la educadora de Puerto Iguazú fue distinguida entre sus pares porque no sólo busca que sus alumnos crezcan y aprendan sino que su objetivo es que ellos se valgan por sí mismos pese a tener alguna discapacidad. Si bien trabajó en una escuela de enseñanza común, Yommi encontró en la educación especial su lugar en el mundo y cree que desde allí puede marcar la diferencia. Uno de sus sueños es lograr que los centros de formación de educadores modifiquen su currícula y agreguen capacitación en educación especial y así lograr la verdadera inclusión en las escuelas comunes.

Yommi nació en Bernardo Irigoyen pero desde el año de vida vive en Iguazú. Ahí estudio y se recibió de docente en el profesorado de la Escuela Normal Superior 8 en el año 1989.

La joven profesional que se encontraba sin trabajo en ese momento fue sorprendida por Antonia Soto, quien se encontraba organizando junto a un grupo de padres con niños con discapacidad para crear una asociación y así lograr alcanzar la educación para ellos. Antonia es madre de un chico con síndrome de Down e impulsora del Instituto Esperanza de Educación Especial, el cual Yommi actualmente dirige.

“Mi título es de maestra común. Recuerdo que recién me había recibido y un día a las 20 golpean las manos en casa y era Antonia, ella vino y me dijo ‘supe que te recibiste, ¿te animas a dar clase a un niño con discapacidad?’ Sin pensar le dije que sí”, contó en diálogo con El Territorio.

Y fue así como comenzó a transitar el camino de la educación especial, dio sus primeros pasos dictando clases particulares a Walter, un joven con discapacidad que padecía atrofia muscular. Luego siguió en la primera escuelita.

“Comenzamos en una casa de madera que estaba inclinada, muy precaria con piso de tierra en cercanías a la zona portuaria. Ahí estuvimos dos años más o menos, con 15 alumnos. Mientras trabajábamos ahí ad honoren, Antonia trataba de conseguir fondos para pagarnos al menos algo”, rememoró sobre sus comienzos.

Tras muchos viajes a Posadas, Antonia y Viviana lograron que el Servicio Provincial de Educación Privada (Spepm) cree el Instituto de Enseñanza Especial Nº 0913, en ese momento fue designada como directora la docente Delia Ramírez, que arribó desde Corrientes.

“Cuando el Spepm se hizo cargo de los sueldos de las maestras comenzamos a trabajar para tener un lugar para enseñar, dimos clases en varios puntos de la ciudad hasta que conseguimos el terreno en avenida República Argentina y Los Trabajadores, donde estamos actualmente”, comentó.

“La gente de Iguazú es muy solidaria, hicimos rifas, eventos, bailes, no hay qué no hicimos para juntar fondos. La empresa Iguazú Argentina nos construyó las cuatro aulas que tenemos. Además contamos con un espacio para la huerta y se trabaja mejor. Pero mi sueño es construir un hogar-escuela donde los alumnos que se van quedando solos por el fallecimiento de los familiares cuenten con un espacio para vivir y contenerlos”, explicó sobre los proyectos.

Es que Viviana Yommi ama los desafíos y por ello optó por seguir trabajando en la educación especial. “Por cuestiones económicas trabajé unos años en la escuela común 164, un turno, me gustaba porque me gusta enseñar, pero no era lo mío, me gustan los desafíos y enseñar mediante el juego. Para mí la enseñanza tradicional es aburrida. En la escuela enseñamos con proyectos, a través de la interacción para que los chicos puedan vivir la enseñanza. Y se logra porque tenemos un equipo de profesionales que realmente fueron puestos por Dios donde están. Porque Dios quiere lo mejor para sus hijos”, manifestó emocionada.

Más premios

Este año la escuela obtuvo grandes logros, uno de ellos fue el premio ‘Aprendiendo a Disfrutar’ de la Fundación Arcor. El establecimiento presentó un proyecto que aplican hace varios años referente a las buenas prácticas de promoción de hábitos de vida saludable en la niñez. “Trabajamos con la alimentación saludable, tenemos la huerta, les enseñamos a comer saludable, porque eso evita una mayor cantidad de ingresos al hospital de los chicos que ya tienen problemas de salud. Notamos que desde que los chicos comen saludable, faltan menos a clases y los padres están maravillados al ver lo que aprenden y cómo cambian los hábitos”, dijo.

El otro premio tiene que ver con la enfermería escolar que fue presentado por la Universidad Nacional de Misiones (Unam) en Buenos Aires.

Otro gran logro de Viviana es la inserción laboral de los alumnos. “El miedo de los padres es saber qué pasará con sus hijos el día que ellos no estén y con ese pensamiento trabajamos para que ellos logren independencia. Trabajamos mucho con la familia, porque la mayor parte del trabajo lo hacen los padres, que deben enseñarles los quehaceres de la casa y a moverse solos en la vía pública. Una vez que ellos aprenden podemos dar el siguiente paso de insertarlos en el mundo laboral”, señaló.

La escuela este año insertó a dos alumnos en el Hotel Awasi y tienen el objetivo de trabajar con el Hotel Meliá y Saint George en este 2024. “Los chicos ven que sus compañeros trabajan y ellos también quieren, entonces les digo ‘no quiero saber que tu mamá te lava la ropa y te tiende la cama, si querés trabajar tenés que esforzarte y aprender’. Después los padres se ponen inquietos porque tienen miedo de que sus hijos se pierdan cuando toman el colectivo, por ejemplo, pero los chicos aprenden y avanzan”, sostuvo.

Hoy el Instituto Esperanza es una de las mejores escuelas del país de educación especial. “Trabajamos con un gran equipo, los chicos aprenden avanzan y verlos llegar al trabajo, ver que se pueden mover solos en la vida es mi mejor recompensa. Vamos a seguir trabajando, el premio es para todo el equipo, sin ellos yo no soy nada, todo es trabajo de un gran equipo con vocación y amor por lo que hacen”, finalizó. 

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