Un constructor de su camino en el boxeo

En distintas disciplinas se pueden encontrar innumerables deportistas con una gran vocación y una rica historia detrás. Una de ellas es la de Jonatan Duarte quien busca seguir creciendo en el campo del boxeo, mientras se gana la vida trabajando en la construcción.

A sus 25 años, el oriundo de la localidad de Capioví, ya lleva capítulos como protagonista en el ring en poco tiempo y quiere escribir los mejores ya como profesional, algo que ya ansía y se daría entre febrero y marzo del año que viene, ya que tiene peleas pactadas.

“Peleo desde 2021, aunque me inicié en artes marciales mixtas  hace 3 años, porque fue algo que me llamó la atención por lo completo que es el deporte y todo surgió cuando sentí que llevaba una vida muy rutinaria, por eso necesitaba darle algo más de show”, se presentó así el capiovisense con El Territorio.

 Duarte ya compitió de manera semiprofesional y su desafío es continuar ligado al camino del boxeo que eligió hace poco tiempo.

 Su debut fue el 2 de abril de 2022 y hasta el momento peleó en seis ocasiones, cuatro de ellas en Misiones y las dos restantes en Chile. Su estadística es de cuatro victorias, un empate y una caída. Sobre la posibilidad de cruzar la cordillera, cuenta Duarte que se dio tras una dura y nutrida pelea que realizó en Capioví y un profesor que estaba invitado a participar de un evento en Santiago de Chile, le ofreció para pelear allá.  

 “Viajar fue súper difícil. Acudí a mis amigos y familiares para hacer ventas y juntar plata para los pasajes”, describió sus viajes. El primero en agosto y el segundo en diciembre, ambos el año pasado.

 Y lo logró, juntó el monto para ir a Chile para poner en valor el  sacrificio de él y sus allegados. En la primera pelea, quedó en empate y la segunda fue nocaut de su rival Jaulita Bahamondes y todo ello suma a su experiencia internacional y lo alienta a seguir creciendo al misionero que empezó a competir en categoría 70 kilogramos que sería peso ligero; luego, subió a 77 kilos  y está en peso welter.

 Sus entrenamientos son normalmente de nueve horas por semana, pero en caso de tener una competición cerca, lo hace entre 15 a 25 horas semanales y eligió los lunes, miércoles y viernes para prepararse de 20 a 23 horas en el Club Papel Misionero de Capioví.

 Entre el trabajo y su pasión

  Además, tiene su propio trabajo y se dedica a la construcción, organiza sus horarios y siempre se muestra con entusiasmo, dispuesto a progresar y ser no sólo un gran deportista, sino también una buena persona.

 “Para mí este deporte es una de las razones para vivir. A mi corta edad me cambió muchísimo en lo físico y mental; poder entrenar y competir es desde mi punto de vista lo más lindo que hay. Pelear para representar a mi ciudad, mi provincia o mi país, como ya lo hice y es algo muy gratificante”, enfatizó.

 Para él, es una faceta deportiva me llena de felicidad, considera que aún es nuevo ya que lleva poco tiempo de competencia, pero destacó que es una historia que recién inicia y desea que sea escrita sea a lo grande. “Estoy seguro que voy a tener capítulos gigantes de mi vida en el boxeo y ese es mi propósito”, se ilusionó.

 Lo que se viene

 Ahora tiene como meta debutar como boxeador profesional y se presta para alquilar balcones. “La pelea que viene ya va a ser de manera profesional entre febrero y marzo del año que viene, en un evento propio que voy a organizar en el polideportivo de Capioví y como va a ser de manera profesional se eligió hacer en el pueblo para sentir el apoyo de la gente”, dijo.

 Para ello, entrena más de cuatro horas al día, incluso asiste al gimnasio para llegar más fuerte y con la academia se juntan fondos para “la preparación que necesito, todo para que sea una competencia de alto nivel donde habrá competidores de todo el país”, agregó.

 Si bien falta unos meses para la pelea, ya están los preparativos, adelantó que no está definido el rival pero que no va a ser misionero. “Después de este inicio como profesional ante mi gente, quiero seguir ligado al profesionalismo y tener peleas cada dos años”, cerró.