Muestra homenaje a Zygmunt Kowalski

En el centenario del “Alquimista del Paisaje” se inauguró Kowalski Esencial

Se trata de una propuesta integral que se desglosa en tres exposiciones con distintas facetas de su obra. La primera entrega es “El Kowalski Clásico” y se habilitó anoche en el Cidade, en coincidencia con el día en que hubiese cumplido 100 años
sábado 21 de octubre de 2023 | 12:30hs.
En el centenario del “Alquimista del Paisaje” se inauguró Kowalski Esencial
En el centenario del “Alquimista del Paisaje” se inauguró Kowalski Esencial

En el centenario del nacimiento de Zygmunt Kowalski, su familia inauguró la exposición pictórica “Kowalski Esencial”, que se compone de tres colecciones que abordan diferentes facetas de la obra del artista y que se irán presentando en sucesivo en distintos espacios.

La primera de esta serie de muestras lleva el título “El Kowalski Clásico” y tuvo su apertura anoche en el Centro Cultural Vicente Cidade con la exhibición de 40 cuadros pintados al natural por el maestro fallecido el 21 de diciembre de 2011.

En la Sala Kowalski del Cidade
En la sala que lleva su nombre florecen desde las paredes sus legendarios lapachos, los coloridos caminos del interior con las casas sencillas y sus gentes, los cursos de agua y sus selváticas costas.

En esta entrega se aprecia una de las dimensiones más conocidas del pintor polaco que dedicó gran parte de su inmensa producción a reflejar Misiones con su diversidad de matices del monte al poblado.

Al recorrer la muestra donde predominan los paisajes se vislumbran distintos momentos del día, los rayos del sol jugando a moverse hacia el Oeste o ese silencio habitado de vida que continúa al cese de la lluvia en la naturaleza.

Para compartir con la comunidad el legado de don Zygmunt, su hijo Víctor con el apoyo de la familia, realizó una revisión minuciosa del acervo artístico de su padre, lo puso en valor, enmarcó las pinturas, muchas de ellas inéditas para los ojos del público y, dedicó largas horas a reconstruir por escrito los hitos de su existencia.

Este documento se desglosa en seis amplias placas que acompañan las muestras y que narran la historia de Kowalski, desde su infancia en su Polonia natal, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, su periplo como prisionero de la SS que lo arrancó de su hogar y lo destinó a trabajos forzados en una fábrica alemana y su arribo a Paraguay en 1948 a bordo de un navío holandés con un boleto costeado por la IRO (International Refugee Organization), entidad en la que se desempeñó como traductor. Hasta que un año después cruza clandestinamente de Encarnación a Posadas y en la tierra colorada se radicará, constituirá una familia junto a su esposa Helena Danguir y abrazará el arte definitivamente como su “megapasión”.

También cada una de las fichas que se anexan a los cuadros las confeccionó Víctor como curador de esta propuesta, quien junto a su hermano menor Alejandro -fallecido en 2022- fue compañero de su papá en incontables expediciones al monte y en viajes a otras provincias y países para bosquejar los paisajes.

Justamente, estas pinturas al natural que trazó Zygmunt cautivado por el horizonte y sus umbrales de luces y sombras son las que se pueden ver en el Cidade hasta el 30 de octubre.

El arte de la paz
“Estos paisajes naturales me producen paz, que es lo creo que la humanidad debe buscar. Porque el hombre cuando se desprende de la naturaleza, no es más hombre. Forma parte de la naturaleza y tiene que respetarla, vivir dentro de ella; si no pierde su identidad, se vuelve un ser ficticio. Por eso me gusta pintar el paisaje y también la gente simple. Esa gente que vive con esa naturaleza, no agrede, no violenta al medio”, dijo alguna vez el artista según consigna el escrito que complementa la muestra y que se ilustra con algunas imágenes del álbum familiar.

Sobre la definición que dejó su padre, Víctor expresó: “En esta primera muestra aparece el Kowalski paisajista, que es sin dudas el más conocido por todos, y la muestra integral se basa en su obra pintada en Misiones, podemos observar su amor por la naturaleza y su interés por la vida sencilla, él buscaba reflejar a la gente humilde, que como él decía, era la gente que no agrede a la naturaleza, que vive prácticamente dentro de la naturaleza, que no la destruye y no deja un rastro permanente de su pasar por ahí”.

En este punto la obra de Kowalski puede leerse como testimonio de una época, con composiciones que de alguna manera documentan lugares que ya no están y que fueron transformados por el progreso y, a la vez promueve una esperanza de volver a la fuente, de dejarse asombrar por el entorno y sus elementos, los que fueron su materia para crear una nueva textura con sabia alquimia.

“A él le dolía ver cómo la Laguna San José y tantos paisajes que observó y pintó quedaron bajo agua, incluso la casa que teníamos en El Zaimán, que fue su laboratorio de pintura muchos años, quedó bajo agua”, recordó Víctor.

Lo que transmiten sus obras
Estas pinturas hechas en terreno, al aire libre y en distintas condiciones del tiempo, son fruto de un proceso que disfrutaba, “le encantaba y apasionaba pintar al natural, pararse frente a un motivo que lo cautivaba y que por alguna razón lo desafiaba y buscaba resolver, a veces para encontrar la mejor perspectiva se internaba en el agua o sobre una piedra o en medio del camino hasta poder encontrar el enfoque y eso se percibe al ver sus pinturas, se ve el clima, la humedad, la luminosidad o hasta la nostalgia, se transmite sentimiento”, analizó.

Estas obras construidas in situ, “son su primera interpretación del paisaje, que no era una copia literal sino que él respetando el paisaje componía para que resultara armónica y después en su estudio hacía una segunda interpretación y pintaba una obra quizás con mayor detalle”, describió y subrayó: “Estas obras al natural eran más para él y ya en su taller pintaba lo que quería mostrar, componía también lo que quería contar, el mensaje que quería dar, y hoy estamos compartiendo con la gente este mundo de Kowalski que no tantas personas conocen, porque son pinturas que estaban en su taller”.

Muestra homenaje a Zygmunt Kowalski
Ayer se inauguró la muestra homenaje a Kowalski. Foto: Víctor Hugo Paniagua
Muestra homenaje a Zygmunt Kowalski
La muestra comprende una trilogía. Foto: Víctor Hugo Paniagua

Serie de muestras hasta diciembre

La muestra “Kowalski Esencial” está integrada por tres series.

La primera, “El Kowalski Clásico”, se puede ver en el Cidade hasta el 30. En tanto, “El Kowalski Alternativo” se habilitará el 31 de octubre en el Yaparí, con 30 obras de figuras humanas, bodegones, flores, motivos de la ya desaparecida ribera posadeña y otros paisajes del ayer. Y la última entrega se titula “El Otro Kowalski”, una muestra de 30 obras, que se abrirá el 17 de noviembre en el Parque del Conocimiento; se enfoca en la faceta menos conocida del pintor, con dibujos, ensayos, estudios, uso de otras técnicas y otras corrientes que ha experimentado, así como su lado didáctico. Todas las muestras tienen entrada gratuita.

Más información en Instagram @centenariokowalski.

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