Tallin: entre la historia medieval y la vanguardia ecológica

La capital de Estonia fusiona su rica historia medieval con una visión vanguardista hacia la sostenibilidad. Declarada Patrimonio de la Humanidad, su centro histórico evoca la época hanseática, mientras que también se destaca como el Silicon Valley del Báltico
domingo 15 de octubre de 2023 | 6:00hs.
Tallin: entre la historia medieval y la vanguardia ecológica
Tallin: entre la historia medieval y la vanguardia ecológica

Tallin, la cautivadora capital de la República de Estonia, es un faro cultural y ecológico en Europa del Norte. Con una población de 446,055 habitantes y una extensión de 159.2 km², esta ciudad costera en el golfo de Finlandia no sólo es la más poblada de Estonia, sino que también se distingue como su principal puerto.

Lo antiguo y lo Nuevo
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, Tallin lleva en sus calles la huella de siglos de historia. Su centro histórico, un laberinto de callejuelas empedradas, nos transporta a la Edad Media, cuando Tallin obtuvo los derechos de ciudad en el siglo XIII bajo la soberanía danesa. Es una ciudad compacta y verde, donde el casco antiguo es uno de los centros hanseáticos mejor conservados del mundo, rememorando la antigua Liga Hanseática.

Entre catedrales y colinas
Toompea, la colina que alberga la zona alta de Tallin, se erige como el epicentro histórico. Aquí, la Catedral de Alejandro Nevsky, con su imponente arquitectura ortodoxa rusa, recuerda la influencia del país vecino en épocas pasadas. Al mismo tiempo, la cercana Catedral católica de Santa María, de estilo barroco, ofrece un contraste sobrio y elegante.

Tallin capital de la República de Estonia. Catedral de Alejandro Nevsky
La Catedral de Alejandro Nevsky tiene una imponente arquitectura

El Parlamento, ubicado en el Castillo de Toompea con su característico color rosado y arquitectura renacentista, subraya la rica historia política de Tallin. Las murallas de la ciudad, con sus bastiones puntiagudos y la torre “Margarita la Gorda”, revelan la presencia de la Liga Hanseática y la importancia estratégica del puerto durante esa época.

Entre imperios y tecnología
La historia de Tallin no sólo está impregnada de la Edad Media. Estonia, independiente sólo durante treinta años, ha experimentado la dominación del Imperio Ruso y la Unión Soviética. La Catedral de Alexander Nevsky es un testimonio visual de estas eras, con su opulenta ornamentación que narra la rica tradición ortodoxa rusa.

Pero Tallin no vive sólo en el pasado. La ciudad ha florecido en la era de la tecnología, ganándose la reputación de ser el Silicon Valley del Báltico. Empresas como Skype y Bolt han surgido de sus calles, consolidando su posición como uno de los principales centros informáticos de Europa. La economía local ha prosperado gracias a las tecnologías de la información, albergando la Agencia de la Unión Europea para sistemas informáticos a gran escala y el Centro de Excelencia de Ciberdefensa Cooperativa de la Otan.

Sostenibilidad
La noticia más reciente que coloca a Tallin en el centro de la atención es su designación como Capital Verde Europea para 2023. La Comisión Europea eligió sabiamente, reconociendo los esfuerzos y compromisos de la ciudad con el medio ambiente. Este título no solo es un reconocimiento, sino un compromiso serio. La ciudad se ha propuesto una reducción del 40 por ciento de las emisiones para 2030 y la neutralidad climática para 2050, con un fondo de U$S 710,000 destinado a proyectos ecológicos.

Más allá del Centro Histórico
Más allá de las callejuelas empedradas del centro histórico, Tallin ofrece una variedad de experiencias. Kadriorg Park, un pulmón verde construido por Pedro el Grande, proporciona un respiro de la historia medieval. Con sus macizos de flores y el paseo hasta el palacio presidencial, es un refugio de serenidad y belleza.

Tallin capital de la República de Estonia. Kadriorg Park
Kadriorg Park es un pulmón verde construido por Pedro el Grande.

La Plaza del Mercado, con su Ayuntamiento gótico y la Farmacia Municipal, agrega otra capa a la narrativa de Tallin. La Iglesia de San Olaf, una vez el edificio más alto del mundo, con sus 124 metros actuales, se mantiene como un faro icónico.

Tallin capital de la República de Estonia. Iglesia de San Olaf
La Iglesia de San Olaf tiene 124 metros de alto.

Un viaje en el tiempo
A sólo ocho kilómetros de la ciudad, el Museo al Aire Libre en Rocca Mare ofrece una experiencia única. Esta réplica de un pueblo estonio medieval, con sus casas típicas, tabernas e iglesias, transporta a los visitantes a más de seis siglos en el pasado. Es una oportunidad de sumergirse en la rica historia de Estonia de una manera auténtica.

Compromiso ecológico
Tallin no sólo es la primera ciudad de los países bálticos en recibir el título de Capital Verde Europea, sino que también ha implementado medidas concretas para respaldar la economía circular, la producción local de alimentos y la movilidad limpia.

La ciudad ha subvencionado el transporte público, promoviendo el uso sostenible y reduciendo la dependencia de los vehículos privados.

Tallin, con su fascinante combinación de historia medieval y visión ecológica, se presenta como un destino único en Europa. Desde las callejuelas empedradas del casco antiguo hasta los modernos centros tecnológicos y los esfuerzos hacia la sostenibilidad, esta ciudad invita a los visitantes a un viaje a través del tiempo y la innovación, donde cada rincón cuenta una historia de pasado, presente y futuro.

Quienes deseen conocer un poco más de esta ciudad maravillosa puede ingresar a la página web www.visitestonia.com.

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