Clelia Anahí Hirch (21)
Orgullo y respeto para transmitir el legado de su gran familia suiza
Con un importante compromiso, Clelia Anahí Hirch divide sus días entre las responsabilidades de la facultad y las actividades como representante de la colectividad suiza de Oberá. La ascendencia por parte de sus bisabuelos paternos la conectan directamente con el pasado familiar y la motivan a asumir el desafío de representar a sus antepasados de la mejor manera.
La joven posadeña contó que está en los últimos años de Diseño Gráfico y Multimedia. Por ello, el acompañamiento de su familia y de su colectividad son claves para asumir el día a día.
Al hablar de cómo arrancó todo, Anahí rememoró que “en mi colectividad no se hacen elecciones, sino que en mi caso me llamaron; primero hablaron con mis papás para saber si estaban de acuerdo porque no es algo que lo pueda hacer sola, sino que necesito que me acompañen. Hablaron conmigo y vimos si era el mejor momento o no porque estoy por recibirme de la facultad. Pero siempre le dije a mi mamá que cuando me llamaran diría que sí, porque significaba que era el momento”.
“Así empezó el camino, viendo también qué quiero mostrar de mi colectividad, porque no sólo represento a quienes están ahora, sino a todos los inmigrantes que vinieron de Suiza y a quienes también se fueron de aquí para allá. Me encantaría que todos se sientan orgullosos de mí”, sostuvo.
Anahí participa en la colectividad suiza desde que era una bebé y siempre colaboró en distintos sectores, como el kiosco, la cocina e incluso en el área de reinas. “Ser representante este año y verlo todo con más profundidad, volver a conocer todo lo que ya conozco, la cultura que hay en dentro, es hermoso”, puntualizó.Por eso, su enfoque está puesto en dar a conocer al máximo la colectividad, las costumbres, experiencias y toda la gran familia que la conforma. “Una de mis metas es mostrar más todo lo que tiene que ver con la Casita de Chocolate, la gastronomía, y el esfuerzo que hay detrás de lo que se ve”, explicó.
Las emociones se entrecruzan al hablar de sus propios antepasados. “La persona que más emocionada estaba para que me presentase era mi abuelo, pero falleció el año pasado. Por un lado tengo la tristeza de que no está acá pero por otro siento que me acompaña siempre. El día de mi presentación fue el día de su fallecimiento, y fue una señal porque no estaba pautada para ese día, por otras cuestiones se tuvo que mover y salió todo muy lindo. Todos estábamos muy emocionados”, relató. Asimismo, los familiares que tiene en Suiza llamaron para felicitarla y según indicó “se sienten muchas emociones juntas”.
Justamente, sus antepasados fueron parte de la construcción de la Casita de Chocolate de la colectividad y es una de las razones por la cual quiere destacar ese sector. “Quiero dar a conocer las distintas costumbres que reúne, el café, la gastronomía. Fue lo primero que se construyó, es de madera y se siente un ambiente muy hogareño. Dentro de todo lo que hay dentro de esa Casita, quiero mostrar la familia que somos”, resaltó.
Entre lanzamientos, charlas, capacitaciones y demás actividades, Anahí transita el camino con mucha emoción, respeto y felicidad, llevando el legado de su gran familia suiza en cada presentación.