De la cancha a la aldea, con el idioma del fútbol
En el deporte amateur se pueden encontrar diversas historias de personas que intentan salir adelante utilizando el ingenio multifacético y cubriendo distintos rubros laborales, siempre con la vocación como incentivo.
Este es el caso de Gabriel Sebastián Fichtner (26); el oriundo de Ruiz de Montoya juega actualmente como defensor en el club Jardín América, trabaja en una escuela bilingüe mbya guaraní en su localidad natal y ayuda en la chacra de sus padres. Siempre trasladándose de un sitio a otro.
En el ámbito futbolístico, Fichtner es defensor por izquierda, zurdo, habilidoso y siempre pasa al ataque para asistir a los delanteros. “Juego desde pequeño, siempre inspirado por mi papá que con cinco años me llevaba a la cancha. A los 14 empecé a jugar en la asociación Helvecia de Ruiz de Montoya”, inició.
Al culminar la secundaria Gabriel estudió profesorado de educación física en el municipio jardinense. La oportunidad de dar clases en el Instituto Intercultural Bilingüe ‘Takuapi’ se dio tras la observación de la directora y lo invitó a formar parte del plantel educativo.
El oriundo de Ruiz de Montoya juega actualmente como defensor. Fotos: Esteban González
“Estar en una institución bilingüe es gratificante en todos los sentidos en la profesión del docente, los estudiantes son encantadores, transmiten un carisma que te llena de alegría y ganas de seguir”, expuso, añadiendo que cada día aprende algo nuevo de los chicos.
Fichtner también dedica su tiempo libre a la chacra de sus padres ubicada en su pueblo de origen. Allí el docente y futbolista hace plantaciones de mandioca y mantenimiento de las plantas de yerba mate. “Me organizo como para llegar a tiempo a cada lugar, no tengo un domicilio estático, depende del día estoy en Ruiz de Montoya o en Jardín América, Aristóbulo del Valle y hasta en Oberá, ya que curso otra carrera, la de técnico en preceptoría”, afirmó.
Pero a pesar de la poca disponibilidad horaria, el deportista se destaca por el compromiso en cada labor. “Tengo los medios para ir de un lugar a otro, de esa manera puedo optimizar al máximo el tiempo para llegar con todo, siempre trato de estar en el club aunque a veces no esté en el entrenamiento por priorizar el trabajo o estudio”.
Más adelante volvió a referirse al ámbito futbolístico y dio su parecer sobre el clásico jardinense entre Timbó y Jardín: “Es especial vivirlo como jugador, no soy hincha de ninguno de los dos, pero es un partido que todos quieren jugar, por lo que significa el partido a nivel local, donde nadie quiere perder y además dentro del campo se vive totalmente diferente que al ver desde una tribuna”.
El gusto por la redonda lo traslada también a la escuela ya que dependiendo del curso practican fútbol, pero también reúne otras disciplinas. A su vez, especificó que le gustaría ver a chicos mbya en los clubes.
Por último, Fichtner comentó que tiene como proyecto personal terminar la carrera que arrancó y vivir en una sola localidad para no ir de un lugar a otro. Por lo pronto lleva adelante con esmero las tres profesiones. Un todoterreno.
