Permanece internado en el Argerich

César Mamán celebró 25 años mientras espera el trasplante

"Mi deseo es que pueda recibir el órgano que necesito para seguir festejando otros cumpleaños", expresó el misionero
miércoles 09 de agosto de 2023 | 2:30hs.
El muchacho espera doble trasplante de hígado e intestino.
El muchacho espera doble trasplante de hígado e intestino.

El posadeño César Mamán celebró ayer su cumpleaños con familiares y con el equipo médico que lo asiste en el Hospital Argerich de la ciudad de Buenos Aires. Allí espera su estabilización para una cirugía de doble trasplante de hígado e intestino.

“Agradezco a mi familia y a este equipo de médicos y enfermeros que tanto me cuidan y mi deseo en estos 25 años es que pueda recibir el trasplante que necesito para seguir festejando otros cumpleaños”, expresó a El Territorio César, después de recibir en la habitación del hospital el saludo de su gente.

Precisamente, el muchacho se encuentra recibiendo un tratamiento con antibióticos para superar una infección cardíaca. Este tratamiento está a punto de terminar y cuando eso suceda se evaluará su estado para ser derivado al Instituto Favaloro donde se planea realizar la cirugía de alta complejidad que supone un doble trasplante de órganos, en un paciente que ya fue trasplantado cuando tenía 1 año.

“La vida no deja de sorprendernos. César recibió su primer trasplante de hígado cuando tenía 1 año y la cirugía se realizó un 8 de septiembre. Ahora está cumpliendo sus 25 años y es posible que para esa fecha nuevamente estemos en la previa de un nuevo trasplante”, expresó la madre de César, Cristina Dávalos.

De la misma forma,  destacó que “estamos todos muy agradecidos por el afecto y el cuidado que está recibiendo nuestro hijo. Solo deseamos que pronto llegue el momento de su trasplante para que podamos volver a nuestro hogar en Posadas”.

La internación de César Mamán en el Instituto Favaloro para la cirugía de doble trasplante, llegó por orden judicial debido al recurso de amparo interpuesto por la familia posadeña ante la demora del pago de esas prácticas médicas.

“Afortunadamente esa instancia que tanto costó ya está resuelta, así que esperamos llenos de amor que llegue pronto el momento de su internación en el Instituto Favaloro para poder recibir los trasplantes que necesita”, señaló finalmente la madre.

En su primer año de vida, César tuvo que recibir un trasplante hepático. Al tratarse de un órgano que se deteriora, el joven posadeño necesita realizarse nuevamente la cirugía para recibir un trasplante multivisceral, es decir, de hígado y de intestinos. La traba administrativa se originó tiempo atrás cuando su obra social, Incluir Salud, confirmó la cobertura total de la intervención pero en cuotas, en tanto la Fundación Favaloro procedería con la internación si el pago se realiza de una sola vez.

Al respecto, Julieta Mamán, hermana de César, había explicado que “es una fundación, pero privada, por lo que hay que pagar. El problema está en el presupuesto porque es mucha plata, el Favaloro quiere todo junto e Incluir Salud quiere pagar por fases”.

Respecto a la salud de su hermano sostuvo: “Él está internado con una encefalopatía y se agravó porque tiene bacterias en la válvula del corazón, todo producto de sus defensas bajas y que está propenso a cualquier cosa”.

Además, comentó que lo acompañan su otra hermana y su mamá. Si bien la obra social cubre el hotel y las comidas del paciente y de un familiar, hay otra gran cantidad de gastos por estar en Buenos Aires que sale de sus bolsillos y de colaboración que recaudaron personas que se solidarizaron con la situación que le toca vivir a la familia Mamán.

El primer trasplante

El trasplante de hígado que César recibió el 8 de septiembre de 1999, cuando tenía 1 año, fue noticia porque los trasplantes en niños tan pequeños no eran habituales. De hecho en el Hospital Garrahan, que es uno de los faros en materia de trasplantes pediátricos, la primera intervención de ese tipo se había hecho sólo siete años antes.

Por ese motivo, el trasplante de hígado que recibió figura entre los primeros de su característica, pues no se logró un órgano de un bebé sino que recibió una porción de un órgano de adulto.

“Todo en esos días era novedad para nosotros. Imaginate que tener un bebé de meses y que ya te diagnostiquen una enfermedad que sólo se pueda superar con un trasplante fue un shock que nos hizo conocer todo lo relativo a la donación de órganos, que salva tantas vidas como salvó la de nuestro pequeño”, recordó la madre de César, Cristina Dávalos, que lo acompaña en Buenos Aires.

Luego de ese primer trasplante César creció y tuvo una vida normal. Hasta que en agosto del año pasado comenzó a sentirse mal. Los análisis de sangre arrojaban valores que indicaban que su hígado funcionaba con dificultad. “Ahí el mundo se nos vino encima de nuevo. Sabíamos que podía pasar. Nos dijeron que un hígado trasplantado en general tiene una sobrevida de diez años, pero como ya habíamos pasado ese tiempo nos empezamos a olvidar de esa preocupación”, comentó la madre.

En febrero las descompensaciones fueron más intensas y debió trasladarse a Buenos Aires y ahora ingresó en la lista de espera del Incucai.

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