El real a $110 impulsa un aluvión de brasileños en comercios de Misiones

El peso enfrenta una pérdida de valor muy importante frente a otras monedas. La nueva escalada del dólar de la última semana dio lugar a que otras divisas de la región amplíen también la brecha con la moneda argentina. De esta forma, se supo que así como el dólar blue ayer cerró en $538, el real en la frontera, llega a cotizarse en hasta $110.

Esto genera incertidumbre por parte de los argentinos, pero también una oleada de compradores del vecino país que llegan a las localidades de Misiones para arrasar con los productos de supermercados, farmacia y vinotecas, entre otros. La llegada de brasileños a municipios argentinos ya venía siendo constante durante los últimos tiempos justamente a causa de este desfasaje económico. Sin embargo, en las últimas semanas se intensificó y cada vez son más quienes cruzan la frontera con el fin de abastecerse.

El denominado “turismo comercial” no sólo alcanza a las mercaderías básicas, sino que va más allá y los comercios de todo tipo se ven abarrotados de clientes, principalmente riograndenses y de Santa Catarina. Uno de los productos más llevados es sin dudas el vino. Las vinotecas y comercios venden de a cajas los mejores vinos argentinos. Aunque algunos de ellos tienen precios elevados para los vecinos locales, no así para quienes llegan con reales en mano. Además, es usual ver a brasileños llevando artículos de perfumería, limpieza e incluso hasta mariscos.

En las comunas, los comerciantes celebran este escenario.  Mientras los cambistas están a la expectativa de lo que pase en los próximos días -debido a que el real se encuentra en constante movimiento y hay lugares donde se habla de que ya alcanzaría los $120-, los propietarios de negocios, por su parte, están muy conformes debido al aumento de visitantes brasileños en el municipio. Es que las compras locales son cada vez menos, por la pérdida de valor adquisitivo, por lo que la llegada de los vecinos ayuda a movilizar la economía en las zonas de frontera. Afirman que las asimetrías cambiarias funcionan así siempre: a veces benefician a un país y a veces al otro. Pero la idiosincrasia local es entendida de esta manera, como una convivencia constante de comercio y cultura que deja de lado los límites geográficos.

Costumbres fronterizas

Gran parte de la provincia de Misiones limita directamente con Brasil. Muchos de los pasos están separados por el río, por lo que el cruce es en balsa como en Alba Posse, El Soberbio o San Javier. En otros lugares se construyeron puentes para la conexión, volviendo más fluida la comunicación, como en Puerto Iguazú, San Antonio y Andresito. El ejemplo más claro de integración regional se ve en Bernardo de Irigoyen, donde los países son separados prácticamente por una vereda.

En cada uno de estos lugares se ve reflejada la llegada de los brasileños. Durante las vacaciones invernales de ellos, la provincia se vio abarrotada, incluso en ciudades más alejadas como Posadas y Oberá, donde hoteles y restaurantes fueron testigos de este aluvión. Puerto Iguazú también se vio repleta de visitantes que cruzaron desde Foz para visitar la provincia, muchas veces para turismo pero también para aprovechar y hacer compras  (ver En Iguazú...).

El caso de Bernardo de Irigoyen es el más característico y desde allí advierten que hay que tener en cuenta que es una zona muy particular, al ser frontera seca con Brasil, donde la población elige comprar de un lado o del otro dependiendo el artículo o la marca. Lo cierto es que hoy las asimetrías favorecen al comercio irigoyense, pues, con un real que cotiza en los $110, la mayoría de las compras se hacen en los comercios del lado argentino.

En ese sentido, el intendente de Bernardo de Irigoyen, Guillermo Fernández, indicó a El Territorio que “hay mucha gente haciendo compras en los comercios, se nota mucho movimiento todos los días”. Y aseveró que lo que más vienen a llevar es mercaderías.

Un comerciante de la zona coincidió y adujo que durante la semana el movimiento es un poco más tranquilo, sin embargo los fines de semana o los días de feriados en Brasil, en la ciudad misionera se ve el aluvión. Es entonces cuando se triplica el movimiento “porque son muy especulativos para hacer las compras”, según se remarcó.

Los brasileños llegan a los comercios irigoyenses por productos comestibles en general, además de perfumería, cosmética y productos de limpieza. Sin embargo, nunca dejan de buscar los preferidos de siempre como el vino, espumantes, energizantes y whiskys, aceite de oliva, chocolates y alfajores. La carne es otro de los productos elegidos por brasileños -puntualmente la picaña, corte muy consumido en Brasil-, como así también los pescados y mariscos. Por ello, “Irigoyen está lleno todos los días, viernes y sábado ni hablar”, aseveraron.

Otro de los puntos clave donde también se ve este movimiento es Alba Posse. La frecuencia de la balsa todos los días permite a los lugareños de ambas orillas que crucen a visitar familiares, amigos y también de compras. Al respecto, el intendente Lucas Gerhardt indicó que “efectivamente, acá hay mucha gente que viene a comprar, principalmente vinos”.

“Ayer estuvimos en la zona del puerto y vemos que hay al menos unas seis vinotecas de Alba Posse que están vendiendo muy bien, el cambio ayuda a 110 pesos”, dijo.