Familia que vive en auto recibió ayuda y propuestas

Salvador Cuba (57) se dedica desde hace 35 años a la albañilería. Vivía en San Miguel, Buenos Aires, y decidió mudarse, junto a su esposa, sus tres hijas y su perro Fetuccini a Misiones, por una oferta laboral que había surgido en Jardín América. Sin embargo, el puesto había sido asignado a otra persona cuando llegó. Desde entonces, él y su familia se encuentran varados en Costa Sur, Posadas.

Tras la publicación en El Territorio que dio cuenta de su compleja situación familiar, Salvador explicó ayer: “Cientos de personas me llamaron ofreciendo trabajo, preguntando qué necesito y van a venir dos mecánicos a ver el auto. Estoy muy agradecido. Hay que buscarle la vuelta. Hay muchas propuestas de trabajo y estoy agendando todo. Quiero dar las gracias”.

Aunque un desperfecto técnico del auto les impide movilizarse, Salvador y su familia quieren asentarse definitivamente en la  tierra colorada porque la situación comenzó a tornarse peligrosa en el norte del conurbano bonaerense.

Debido a que no tienen un lugar para vivir y a que la policía no permite levantar carpas en la Costanera, están durmiendo sentados en el auto desde hace más de 15 días. Las hijas están asistiendo a una escuela en Fátima, a la que van y de la que vuelven caminando todos los días.

“Agarramos nuestras cositas y nos largamos, vinimos con lo puesto más que nada. La gente es muy solidaria acá, muy buena. Mis hijas tienen 13, 11 y 10 años, vine por su crianza”, dijo Salvador en diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7.

En los últimos días llegaron grupos de viajeros con motorhome a Costa Sur y se acercaron para dar una mano a la familia Cuba.

“No tienen dónde vivir. Están durmiendo los cinco en un auto, sentados. Si bien hay baños en la vereda de enfrente, hay luz y nosotros tratamos de calentarles agua con los anafes, no hay agua para higienizarse, las nenas van a la escuela lejos y hacen la tarea sentadas en la vereda”, describió Paula, una de las viajeras.

“Nosotros nos vamos y ellos siguen acá. Los adultos podemos soportar más los vaivenes pero preocupa el bienestar de sus hijas. Ellos no piden una limosna, Ángel (Salvador) tiene muchas ganas de trabajar y tiene mucho oficio. Él tenía laburo y le iba bien pero en pos del bienestar de sus hijas decidió venir para acá”, explicó.

Además, repitió lo que las tres menores le comentaron: “Allá la situación se estaba volviendo peligrosa y los vecinos no eran muy amigables”.

La familia se ve imposibilitada de volver porque antes de emprender viaje vendieron la propiedad, así como algunas pertenencias que tenían en San Miguel.

Son tantas las ansias de quedarse en la provincia que los padres inscribieron a sus tres hijas en la escuela.

“Mis nenas me transmiten que no quieren volver, ya se hicieron amigos en la escuela, por suerte se pudieron insertar bien”.

Salvador se dedica desde joven a la albañilería, hace pinturas, revoque, coloca puertas, refacciona cocinas y piletas. Su número de contacto es +549-11-28593325.