Primera jornada del juicio por el homicidio de David Anselmo Ferreyra

“Él decía ‘hoy me matan o yo mato a alguien’”

Declararon dos de los cuatro imputados. Laura Batista aseguró que intervino para defender a su madre. Alexandro Becker declaró en el mismo sentido. Hoy será el turno de testigos
jueves 27 de abril de 2023 | 4:00hs.
“Él decía ‘hoy me matan o yo mato a alguien’”
“Él decía ‘hoy me matan o yo mato a alguien’”

La noche del 1 de mayo de 2021 la tragedia enlutó a la comunidad del paraje Kilómetro 28 de la localidad de Campo Viera. Un joven de 20 años fue ultimado de un puntazo en el abdomen y otros cuatro -tres varones y una chica- fueron acusados y detenidos por el hecho.

Eran todos conocidos o amigos compartiendo una fiesta, pero el excesivo consumo de alcohol y una discusión por la música derivó en lo irreparable. Se truncó una vida y cuatro quedaron marcadas para siempre. 

Ayer, a casi dos años del hecho, Pablo Daniel Espíndola (21), Darío Alejandro Pío (23), Laura Viviana Batista (24) y su novio Alexandro Mario Becker (20) comenzaron a ser juzgados por el homicidio de David Anselmo “Napy” Ferreyra (20).

El primero aparece como el más comprometido ya que es considerado el autor material del hecho y está imputado por homicidio simple. Pío llegó al debate acusado de ser partícipe primario, mientras que Batista y Becker fueron implicados como partícipes secundarios.

Según el requerimiento de elevación a juicio, entre las 21.30 y las 23 del 1 de mayo de 2021 todos los involucrados se hallaban en la casa de Batista y Becker, circunstancia en que discutieron con Ferreyra, quien escapó del lugar y los acusados lo persiguieron.

Testigos de la instrucción declararon que los imputados persiguieron a la víctima, lo alcanzaron y lo golpearon. Fue entonces que Pío lo sostuvo y Espíndola le asestó un puntazo en el abdomen. Ferreyra falleció en el hospital local.

Entre los testimonios más comprometedores se halla el de Samuel Pellizzer, quien afirmó que Ferreyra pasó corrieron por el patio de su casa y era seguido por una “pandilla con piedras, palos, machete y cuchillo”. Luego escuchó que pidió auxilio porque iba a morir.

La acusación

Siempre a partir del aporte de los testigos de la instrucción -los cuales a partir de hoy deberán ratificar o rectificar sus dichos ante el Tribunal Penal Uno de Oberá-, Napy Ferreyra se hallaba bajo los efectos del alcohol y, en primera instancia, lesionó a Gladis Barboza, la madre de la imputada Batista.

En ese contexto, Barboza mencionó que para defenderla, su hija corrió a Ferreyra con un palo. En el mismo sentido declaró Isidro Batista, quien dijo que su hermana Laura defendió a la mamá.

Ya en la ampliación, la madre de la imputada indicó que entre Espíndola y Pío dijeron, “vamos a correr porque le hinqué y va a venir la gorra”, en alusión al puntazo que sufrió la víctima.

Por su parte, Karina Pío mencionó que los implicados, entre ellos su hermano Alejandro, agredieron a la víctima, y que ella no pudo intervenir porque tenía a su bebé en brazos. Dijo que Ferreyra salió corriendo y luego escuchó gritos.

Batista (izquierda) y Becker fueron los únicos imputados que declararon ayer.

En tanto, Pablo Espíndola padre reconoció que los acusados enterraron el cuchillo en su jardín, donde fue hallado por la Policía.

Tras la lectura, José Federico Padolsky y Beatriz Victoria Beltrame, defensores particulares de Batista y Becker, solicitaron la nulidad de la requisitoria fiscal por supuestas falencias, lo que fue rechazado por el Tribunal presidido por Francisco Aguirre, quien es secundado por José Pablo Rivero y Horacio Paniagua.

Espíndola cuenta con el patrocinio de abogado Ramón Bridier, mientras que Pío es asistido por el defensor oficial Marías Olivera. Actúa la fiscal Estela Salguero.

La chispa de la tragedia

De los cuatro imputados, sólo Batista y Becker decidieron prestar declaración en la víspera, mientras que Espíndola y Pío se abstuvieron, al menos por el momento.

La joven reconoció que posee una condena previa de cinco años de cárcel por infracción a la Ley de Estupefacientes, aunque fue beneficiada con prisión domiciliaria por ser madre de una pequeña.

Ante el Tribunal, Batista mencionó que era amiga de la víctima, aunque comentó que era violento y maltrataba a su esposa e hijo. Pero sobre todo insistió en que esa noche actuó en defensa de su mamá.

“Napy (Ferreyra) siempre buscaba problemas y esa noche estaba tomado. Mi marido se fue acostar porque al otro día trabajaba en el secadero, pero enseguida se levantó y dijo que se terminó la fiesta, que apague la música. Mi marido salió a guardar los bancos y Napy le pegó”, detalló la joven.

Visiblemente conmovida, agregó que Ferreyra “lesionó a mi marido y a mi mamá con un serrucho. Yo salté en defensa de mi mamá y le tiré un palo para que se vaya. Mi mamá sangraba de la cabeza y él le pateaba en el piso, por eso le tiré un palo. Me hago cargo de que si no defendía a mi mamá, ahora estaría muerta”.

En ese tramo el juez Aguirre le preguntó cuál fue la chispa que desató la tragedia: “Fue cuando apagamos la música”, afirmó Batista.

“Napy estuvo tomando todo el día, yo sé porque le daba hielo porque él no tenía heladera. Ya le había pegado a la mujer. Siempre le pegaba y ella se refugiaba en mi casa”, agregó.

“Se fue vivo de mi casa”

La imputada mencionó que su mamá fue quien llamó a la Policía, aunque la autoridad demoró en llegar.

“Napy hizo lo que quiso con mi familia y la Policía llegó dos horas tarde. Él era mi amigo, pero le pegué para defender a mi mamá”, aclaró.

Consultada al respecto, negó que hayan perseguido a la víctima y tirado piedras en su domicilio.

“Se fue vivo de mi casa”, remarcó, al tiempo que agregó: “Pío y Espíndola se quedaron adentro de mi casa y al rato salieron”.

Para graficar el estado previo de Ferreyra, Batista comentó que “estuvo haciendo tiro al blanco con el cuchillo en la pared de madera de mi casa, y decía ‘hoy me matan o yo mato a alguien’. Por eso le pedí y guardé el cuchillo, porque había muchas criaturas”.

Por las circunstancias descriptas, señaló que no podía creer cuando le dijeron que estaba detenida por el homicidio. También pidió que el Tribunal tenga clemencia por su hija, quien durante su encierro habría sido víctima de abuso sexual, afirmó.

A su turno, Becker ratificó la versión de su pareja y contó que la noche del hecho se acostó porque ya era tarde y al otro día tenía que trabajar.

“Estaban haciendo ruido, entonces le dije a mi señora que les diga que se terminó la fiesta, que se vayan. Napy vino y me largó una piña, quedé medio inconsciente. Mi señora me pasó un trapo para la sangre y mi suegra le dijo a Napy que se retire de la casa, pero ahí le cortó a mi suegra con un serrucho”, indicó.

Negó haber perseguido a la víctima y no vio qué hicieron Espíndola y Pío. “No escuché que hayan dicho que iban a ir a matarlo”, afirmó.

Luego de la declaración de Becker, el Tribunal ordenó un cuarto intermedio hasta hoy, a las 8.30, cuando se dará paso a los primeros testigos citados.  

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