Una gira con conciencia y magia teatrera

El teatro abre las puertas a un mundo de sueños e imaginación. Cuando el telón se sube, todo a su alrededor se convierte en magia. Pero el arte, en su sentido más amplio, constituye un elemento fundamental en la formación humana. Y en ese marco, el teatro para niños no escapa ni carece de responsabilidades.

Con esa premisa trabaja la compañía misionera Vuelo Azul, que comenzó una gira teatral por diferentes puntos del país, llevando la algarabía de las artes escénicas destinadas a las infancias ya recorrió Misiones, Chaco, Entre Ríos y Córdoba -y aún le queda visitar Corrientes- con las apuestas ‘Cuentos de Luna y Sol’ e ‘Historias con magia’.

“Ésta es la primera vez que organizo una gira con mi grupo y siento que se van abriendo un montón de puertas. La gira resulta encantadora porque el público nos recibe con mucho amor y expectativas. Además, esta apuesta representa un gran desafío para nosotros como compañía independiente”, resumió Mika Morán, a cargo del grupo, en diálogo con El Territorio.

“La propuesta cuenta con el apoyo de Impulsar Mica”, del Ministerio de Cultura de Nación, y permite que “estos proyectos -que muchas veces los hacemos por amor al arte- se conviertan en una apuesta laboral redituable. Permite que nuestro trabajo llegue a más lugares al tiempo que nos da la posibilidad de profesionalizar nuestra práctica, nuestro quehacer, nuestras inversiones, y mejorar la calidad de los espectáculos entre muchas otras cosas”, explicó Morán, resaltando la importancia del acompañamiento de las políticas públicas en materia cultural.

En cartelera nacional

A la gira teatral se suma la participación de la obra ‘Cuentos de Luna y Sol’ en la cartelera de espectáculos del Instituto Nacional del Teatro (INT). El proyecto quedó seleccionado en un programa federal que estará vigente hasta el 2024, además de haber sido uno de los destacados de la última Fiesta Provincial de Teatro. Ser parte del catálogo permite a las obras circular por distintas provincias, municipios, universidades, ongs, embajadas, consulados, centros culturales y más, y ser parte de distintos festivales nacionales e internacionales de teatro.

De esta manera, cada vez que un espectáculo del catálogo es convocado, recibirá por parte del INT el pago de honorarios para realizar las funciones y la cobertura de los costos de traslado, seguros, logística y más. Ello representa otra gran oportunidad para el grupo, ya que podrán llevar su espectáculo a todos los espacios en los que sean convocados.

La compañía Vuelo Azul, en una función realizada en Córdoba, en el marco de la gira teatral. Foto: gentileza Vuelo Azul

“Es un reconocimiento importante integrar el catálogo de espectáculos. Nos abre muchas puertas y a la vez permite que en otros lugares se conozca nuestro arte”, destacó Morán resaltando que la obra está puesta a disposición de funciones.

Para concretar una presentación se puede consultar en instagram (@Vueloazul).  

Una responsabilidad consciente

Como grupo de teatro que fomenta el encuentro de niños y niñas con el arte, la literatura, la música y otras expresiones, llevan adelante un trabajo meticuloso y consciente.

“Creo que hacer teatro para las infancias es una gran responsabilidad. Es importante tener muy claro lo que uno dice cuando dice, sobre todo cuando el público es infantil”, explicó Morán.

“El hecho de encontrarnos en ese espacio y ese mundo en el que todo puede ser posible, lo que digamos conlleva una responsabilidad en la formación de ese ser que está creciendo y en la repercusión que tiene en su espíritu. Entonces, todo lo que se le diga a ese pequeño ser que asiste a nuestra obra de teatro, le queda grabado”, agregó la artista y gestora.

“No me gusta hacer un teatro que tenga que ver con aprender algo pero sí con abrir la puerta, abrir una posibilidad para soñar y estimular la imaginación, para crecer, para revalorizar algunas sensaciones y emociones. Vuelo Azul no hace teatro pedagógico pero sí creemos que es importante pararnos desde una postura responsable porque cuando les hablamos a las infancias es importante lo que les estamos transmitiendo”, detalló resaltando la necesidad de pensar en el público infantil como seres pensantes, con ideas y preguntas propias y hasta complejas.

De allí, la premisa de pensar en que una obra transmite experiencias que no sólo se leen ideológicamente o desde las palabras que se recitan; también se suman los sonidos, la iluminación, la puesta en escena, los colores y otros recursos a los que se acuden.

Cargado de sentido, todo confluye en el modo en que la obra está construida en su totalidad. 

“No creo que las obras de teatro para niños deban tener un millón de colores, ni un montón de estereotipos que estamos acostumbrados a adoptar cuando hacemos producciones para infancias, pero sí considero importante pensar la estética desde el mensaje que busco transmitir”, dijo.

Y entendiendo que los niños son seres pensantes, agregó: “Creo que hay que dejar de subestimar a los niños cuando pensamos en producciones para ellos. Se trata de dotar de sentido lo que hacemos y no subestimar a estos seres que piensan y problematizan mucho más las situaciones de la vida cotidiana que nosotros los adultos”.