Impulsan marco regulatorio para cerveceros artesanales

La producción y comercialización de cerveza artesanal en Misiones es un rubro en expansión con impacto en las economías locales, generadora de empleo en toda la provincia y una propuesta turística con fuerte presencia en ferias y eventos. Desde pequeños emprendedores familiares hasta marcas con mayor volumen, conviven en una plaza donde hay lugar para todos y por ahora no tiene techo.

El auge de la actividad ya motivó asistencias especiales motorizadas desde el Ministerio de Industria, con líneas de crédito para compra de insumos, maquinarias y la entrega de carritos cerveceros especialmente diseñados. “Entregamos 10 que se estrenaron en El Reventón y el objetivo es llegar a 50”, adelantó Nicolás Trevisán, ministro de la cartera. Y en esa búsqueda por fortalecer la actividad, profesionalizarla y generar condiciones para que se mantenga en el tiempo, en la Cámara de Representantes de Misiones avanza el proyecto para crear el Programa de Fortalecimiento de la actividad y la ruta turística de la cerveza artesanal misionera.

La iniciativa del diputado Martín Cesino, acompañado por Hugo Passalacqua y otros legisladores, busca crear un marco normativo de regulación y promoción de la actividad. “Queremos que se fortalezca la estructura productiva de la cerveza artesanal, que se profesionalice el rubro y que aumente la producción con una calidad nivelada y uniforme”, explicó el autor del proyecto que tendrá luz verde, en las primeras sesiones del Parlamento misionero.

“Hay que garantizar una producción inocua, trazable y segura y debemos impulsar la consolidación de la actividad comercial, la competitividad, el posicionamiento en los mercados y la incorporación de los emprendimientos productivos de cerveza artesanal al sistema de economía formal”, amplió Cesino.     

Beneficios

Las empresas o emprendimientos que se acojan al programa (una vez sancionado y promulgado) accederán a asistencia técnica, capacitación para asegurar producción bajo normas de calidad, seguridad e inocuidad y asesoramiento para preservar el medio ambiente, el uso racional de los recursos naturales, sobre economía circular y todas las formas de reciclaje, reducción y reutilización de envases.

La norma contemplará beneficios financieros, líneas de créditos especiales de fomento de la actividad, ayuda para la adquisición y logística de tecnología, equipamientos e insumos para la producción y planes que impulsen la diversificación productiva que posicione al producto en otros mercados. Además, el Poder Ejecutivo podrá asignar partidas especiales para financiar proyectos de características innovadoras.

Actualmente hay cerca de 200 productores vinculados a la cerveza artesanal “y de ese número, hay muchos que son artesanales en serio, no comercializan, sino que lo hacen en su casa para la familia y amigos”, reveló Nicolás Trevisán. “Desde ese punto hacia dar el paso a la comercialización, implica la habilitación de las salas y un proceso normal de cualquier industria”, aclaró. 

Con relación al impacto en el empleo, “hay casos excepcionales de unas diez empresas aproximadamente en la provincia que tienen un volumen comercial y de producción más grande y que cuentan entre 5 a 10 empleados. Y las unidades más pequeñas son emprendedores autoempleados integradas por 2 o 3 personas donde generalmente está el emprendedor junto a su esposa y su hijo. Es más familiar”, acotó.

El avance de la industria de cerveceros obliga a las autoridades a un ordenamiento que incluya un censo actualizado de los productores radicados en la provincia y herramientas para el salto de calidad. Por ello el programa contempla esquemas de investigación que promuevan la innovación; análisis permanentes del agua que utilizan para la elaboración del producto y cuestiones administrativas como las inscripciones de la marca, el patentamiento de las fórmulas y el apoyo para facilitar la comercialización de los productos en el exterior, con las gestiones aduaneras respectivas.

“Toda cerveza artesanal misionera deberá destacar en su rótulo que se produce en la provincia de Misiones”, adelantó Cesino.

 Los cerveceros misioneros admiten que la provincia actualmente tiene una ley única en el país de alimentos artesanales (ley XVII número 71) donde están incluidas las cervecerías y que es muy accesible registrar tanto el establecimiento como el producto.  “Eso facilita el paso para comercializar”, aclara Alejandro González, productor de la marca Escarlata.

Sin embargo, como miembro del clúster cervecero reconoció que “de unos 85 miembros, unos 20 están registrados”, y tanto González como otros productores consultados, piden más controles para “que todos estén en regla”.

Allí radica otro aspecto clave del programa que impulsan desde la Legislatura, dado que, para acceder a beneficios, tendrán que inscribirse y cumplimentar los requisitos que exige la ley.

Con once años en el rubro, González celebra la cantidad y variedad de eventos que se realizan en la provincia “y que permiten que tengamos presencia con nuestros productos”, aunque reclama más estructura. “Hay eventos donde te cobran un canon, pero no te facilitan gazebos ni la instalación eléctrica. Los cerveceros tienen que llevar todo. Queremos que se contemplen esas necesidades básicas”.

Ruta cervecera

Para atender la demanda de los cerveceros, organizar calendario de actividades y extenderlo hacia todos los rincones de la provincia, la creación de la ruta cervecera será otra estrategia para fortalecer el producto.

Desde el Ministerio de Turismo se deberá diseñar una ruta con el objetivo de poner en valor la producción local, generar un circuito cervecero que incluya a todos los productores e impulsar eventos, tours con maridaje y patios en conjunto con propuestas gastronómicas.

“El turismo de la cerveza es temático y necesita de estrategias específicas. Esa sinergia dará lugar a la promoción de emprendimientos, el incremento de las ventas y la aparición de nuevas oportunidades de negocio”, completó Cesino.

Cerveza artesanal según el código

El producto está definido en el capítulo 13, artículos 1.080 a 1.083 del Código Alimentario y en su elaboración debe cumplir con ciertas exigencias. No debe utilizar en su producción aditivos alimentarios sino con ingredientes naturales.

La elaboración debe ser de manera manual o semiautomática. En los casos de agregado de jugos o extractos de frutas, deben ser previamente pasteurizados y la carbonatación debe ser de origen natural o con gases autorizados por el código alimentario argentino.