Para preservar el ambiente local

Vida Silvestre produce 20.000 plantines de 40 especies nativas

La producción es al año y se utilizan para reforestar. Control de la naturaleza e investigación, en la cuenca del arroyo Urugua-í
martes 08 de noviembre de 2022 | 2:30hs.
Vida Silvestre produce 20.000 plantines de 40 especies nativas
Vida Silvestre produce 20.000 plantines de 40 especies nativas

La Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, en el departamento General Manuel Belgrano, forma parte de uno de los mayores remanentes protegidos continuos del Bosque Atlántico del Alto Paraná, y se encuentra en el corazón del Corredor Verde de Misiones, limitando con el Parque Provincial Urugua-í, Campo Los Palmitos y el Refugio de Vida Silvestre Rubichana. Estas reservas privadas cumplen una función imprescindible para la conservación de la selva paranaense ya que une al Parque Nacional Iguazú con el parque Urugua-í, ampliando el hábitat natural del yaguareté.

La reserva privada está situada en la ecorregión de la selva paranaense, una zona de bosques subtropicales más amenazados del mundo, caracterizados por su riqueza en formas de vida animal y vegetal, algunas de ellas únicas de la región, y forma parte de un bloque de casi 350.000 hectáreas conformado por el Parque Nacional Iguazú de la Argentina, el Parque Nacional do Iguaçu de Brasil y los Parques Provinciales Urugua-í, Foerster y Puerto Península.

“La Fundación Vida Silvestre trabaja hace mas de 40 años en la conservación del medio ambiente. El proyecto de la reserva comenzó a gestarse en 1992, pero se pudo concretar recién en 1997, a partir de la donación de 3.243 hectáreas de selva casi virgen por parte de la empresa Alto Paraná como parte de su responsabilidad ambiental. Desde allí, Vida Silvestre administra el área y trabaja en varios proyectos con la visita de investigadores”, dijo Manuel Jaramillo, director de Vida Silvestre Argentina.

Esta reserva privada alberga gran parte de la cuenca del arroyo Urugua-í y sus afluentes. Una de sus misiones es cuidarlo y a toda la biodiversidad que alberga. Gran parte de la superficie de ésta tiene selva virgen sin senderos, es decir, desde la fundación se desconocen todas las especies de aves, arboles y animales que viven en la zona. Mediante el Proyecto Yaguareté instalaron cámaras trampa que detectaron la presencia de felinos con sus crías, tapires, corzuelas y varios animales que pasean libremente por su hábitat natural.

La reserva está tan aislada que no cuentan con señal de telefonía móvil debido a la frondosa selva de la zona. El espacio cuenta con un pequeño campamento donde realizan actividades de investigación y lleva delante el proyecto de vivero de especies autóctonas. “Hemos recibido investigadores que han llevado adelante estudios como por ejemplo de los peces que se encuentran en el arroyo. Se han detectado 4 de las 5 especies endémicas de la zona, se han hecho investigaciones de hasta de lombrices que quizás desconocíamos de su existencia. Para este tipo de actividades se ha desarrollado este campamento que quizás es simple, pero brinda todas las comunidades”, explicó Karina Schiaffino, a cargo de la reserva Vida Silvestre Urugua-í

En el lugar cuentan con guardaparques, quienes realizan recorridas y controlan de forma periódica el buen funcionamiento de las cámaras trampa que están ubicada en los senderos y zonas accesibles de la reserva. “Cada dos meses más o menos descargamos los datos de las tarjetas y cambiamos las baterías, aunque constantemente estamos controlando que estén funcionando bien”, dijo el guardaparque Mario.

“Me toco estar patrullando y ver a ocelotes, yaguaretés y felinos, después vemos constantemente huellas de animales en la zona. Trabajamos 15 días corridos dentro de la mantenemos el lugar y cada tanto realizamos patrullajes con el Ministerio de Ecología para combatir la caza furtiva”, agregó.

La caza furtiva es uno de los problemas más graves con los que se enfrentas las ONG y el Ministerio de Ecología. “Hemos patrullado varias veces, cerca del arroyo hemos encontrado campamentos, los desarmamos y después por mucho tiempo no volvemos a ver un campamento en la misma zona. Tenemos dos tipos de cazadores: los que cazan pata comer y los que hacen por deporte”, acotó.

Otra de las actividades importantes que se llevan adelante en la reserva es el vivero de especies autóctonas de la selva paranaense, en el lugar se producen 20.000 ejemplares por año de 40 especies estos plantines son utilizados para reforestar. “Tenemos un sistema de riego y trabajamos con las semillas de los árboles de la reserva. Tenemos identificados los lugares y geolocalizados los arboles semilleros para trabajar”, explicó el guardaparque.

Desde la fundación han pensado en poder habilitar el espacio para la visita de turistas, con el fin de que puedan contemplar la magnitud de la selva local, pero por el momento solamente las cabañas están disponibles para investigadores.

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