Estuvo diez días internado en terapia intensiva
Angustia y dolor en la despedida del alumno de la Epet 5, que murió ayer
Un día gris de cielo encapotado fue el contexto en el que decenas de familiares, amigos y vecinos despidieron ayer a Luis Bojcho, el estudiante de 16 años que murió tras diez días de agonía en el Hospital Madariaga de Posadas.
La ceremonia religiosa con velorio se hizo en la vivienda familiar, en Azara, y la posterior inhumación en el cementerio local.
Pese a todos los esfuerzos, el chico falleció en la madrugada de ayer a consecuencia de las graves heridas que sufrió en los talleres de la Epet 5 de Apóstoles cuando le explotó un tanque al momento de intentar abrirlo para hacer una chancha para la Estudiantina.
En el centro de salud capitalino el adolescente fue intervenido quirúrgicamente de urgencia ese mismo 30 de agosto, se le hizo una craneotomía por las graves heridas que tenía en la cabeza, se lo conectó a un respirador artificial y su pronóstico fue siempre reservado.
Todos esos días estuvo acompañado por sus padres y hermanos -él era el menor de seis-, que pedían cadenas de oración por su mejoría.
Angustia
La noticia de la muerte conmovió a toda la zona. El adolescente era integrante de una reconocida familia local, productores rurales que en busca de un próspero futuro para sus hijos decidieron que su formación sea en la escuela técnica.
Así, Luis recorría todos los días 30 kilómetros en colectivo para unir la chacra familiar con el establecimiento escolar.
En ese marco, las muestras de congoja y dolor no tardaron en llegar. En los primeros minutos de la siesta de ayer, sus compañeros y docentes comenzaron a hacerse presentes en la chacra de la familia, en la que se desarrolló la ceremonia religiosa.
Con sus uniformes y rostros empapados de lágrimas le dieron el último adiós a Luis, con quien la mayoría transitó toda su escolaridad y estaban ansiosos por participar en la Estudiantina apostoleña, que tenía que empezar anoche, pero por el luctuoso hecho se suspendió.
Abrazos, lágrimas y ninguna palabra de consuelo que alivie el dolor de tan inesperado hecho fueron parte del momento.
Patricia, docente de la Epet 5 ‘Fray Luis Beltrán’, plasmó su desolación en diálogo con El Territorio.
“Estamos muy dolidos, no hay consuelo, los chicos están devastados más ahora que lo vieron a Luis. Esto va a ser muy difícil de superar”, señaló la mujer.
Los compañeros fueron llegando en grupos en colectivos que puso a disposición la comuna.
“La familia es de Azara, trabaja mucho por la comunidad y en las iglesias, es una familia muy querida”, contó la docente en otro tramo y acotó que ahora van a precisar de mucho apoyo para poder soportar este duro trance.
“El adolescente no habla, los jóvenes se cierran mucho, por eso necesitamos una psicóloga, sobre todo para los chicos que estuvieron cerca de él”, dijo Patricia.
Además recalcó que toda la comunidad es muy religiosa y siempre estuvieron y están apegados a la fe.
Pasadas las 18, la caravana de autos se condujo por la picada de tierra hasta el cementerio de Azara, en la entrada del pueblo.
“Sabemos que Luis vive, pero vive de una manera diferente”, dijo el sacerdote que celebró la misa.
Acompañamiento
De su lado, el ministro de Educación de Misiones, Miguel Sedoff, presente en la ceremonia, sostuvo: “Vine a acompañar a la familia en un momento de tanto dolor. Más que en papel de ministro, vine como padre que puede entender el momento que están pasando”.
Además, destacó: “También me acerque para asegurarles que vamos a trabajar en la investigación de todo lo que ocurrió, para que tengan la tranquilidad de que sabremos exactamente lo que pasó y vamos a establecer todas las responsabilidades del hecho, ese es el compromiso que les transmití a ambos padres”.
Tras la inhumación, que se dio pasadas las 19 y en la que un centenar de personas acompañó el momento, se anunció que hoy arrancará una novena en memoria del chico y se pidió estar en oración para el descanso eterno de Luis.
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