Antonio, el policía que celebra su cumpleaños dos veces

El 16 de julio de 1996, el sacerdote católico Carlos Hardoy (51), que ejercía su ministerio en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Puerto Libertad, se convirtió en el primer donante multiorgánico de Misiones. La ablación se realizó en el Hospital Samic de Eldorado e inmediatamente por vía aérea los órganos fueron llevados por el Incucai hacia Buenos Aires para pacientes que estaban en emergencia.

Dos años después, en 1998, se instauró por ley como Día Provincial del Donante de Órganos el 16 de julio de cada año.

En el medio, en 1997, Antonio Ojeda, casualmente también de Puerto Libertad, recibió un hígado que le cambió la vida y le permitió seguir vivo.

El hoy policía retirado, de 66 años, habló con El Territorio sobre la importancia de la donación de órganos.

“Tengo dos cumpleaños”, se ufanó al inicio de la charla. “Uno el 5 de julio de 1956, cuando nací en Puerto Esperanza, y el otro el 2 de agosto de 1997, que volví a nacer en el Hospital Italiano de Buenos Aires”, contó.

Es que Chacho, como lo conocen todos en la localidad, contrajo ese año una hepatitis fulminante que en pocas semanas lo llevó al Hospital Madariaga de Posadas y casi inmediatamente, vía aérea, a Buenos Aires.

“Esto que parece tan sencillo no lo fue, por cierto”, acotó su esposa, Aurora Barrios.

Y siguió: “La odisea duró más de dos meses hasta volver a nuestro pueblo. Lo llevamos en estado gravísimo, estuvo en coma y con muy pocas probabilidades de sobrevida si no llegaba el órgano en esas horas, según nos dijeron los médicos”.

Todo estaba preparado para la cirugía y felizmente ocurrió el milagro en la madrugada del 2 de agosto, cuando desde el Incucai, donde estaba primero en la lista desde hacía 20 días, informaron a los médicos que desde Uruguay había llegado un órgano para Antonio.

“A las 2 de la madrugada entró en cirugía, tuvo una duración de nueve horas”, recordó ella con lujo de detalles sobre esas horas mientras esperaba el primer parte para saber cómo había salido todo.

La situación del paciente en el posoperatorio volvió a dramatizar el momento, ya que en principio se produjo un rechazo al órgano, estabilizándose el cuadro horas después.

“Al mes de estar en el hospital fuimos a la casa de un familiar en Quilmes desde donde todos los días, y durante otro mes, en una ambulancia lo llevaban a Chacho al hospital para el control”, explicó.

La vuelta a casa fue con once medicamentos diarios durante un año y luego, y hasta ahora, uno solo diariamente.

Casi como si hubiese vuelto a nacer, también tuvo que volver a aprender a hablar y caminar. Pero con el tiempo se recuperó, volvió a su puesto en la policía, donde trabajó cinco años más hasta retirarse.

Por supuesto, también volvió a jugar al fútbol que tanto lo apasiona en el club de sus amores: Sporting.

En ese entonces, el hecho fue un gran acontecimiento. Casi no había conciencia sobre la importancia de la donación y el pueblo entero se unió para recaudar fondos para todo lo que hacía falta.

Así, agradecieron a cada uno de los que los ayudaron e hicieron una mención especial a Gladis Espíndola, que los acompañó en todo tipo de trámites que debían hacer.

Hoy, con la mirada puesta en el futuro y junto a sus hijos y nietos no dudan en hablar sobre la importancia de la donación de órganos, un hecho que salva vidas.

En ese marco y bajo el lema “#GraciasDonantes”, mañana habrá actividades en Eldorado en referencia la primera ablación multiorgánica que se llevó a cabo en Misiones.

El evento realizado por el Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de Misiones (Cucaimis) será en el aeroclub Alto Paraná a partir de las 14 con una barrileteada.

Los barriletes con motivos alegóricos a la donación de órganos ganarán diferentes premios.