Putin le pidió a Macron que dejen de enviar armas
El presidente ruso, Vladimir Putin, dialogó ayer con su par francés, Emmanuel Macron y le aseguró que Rusia está abierta al diálogo para terminar con la guerra. También le dijo que Occidente “podría ayudar” ejerciendo influencia sobre las autoridades de Kiev y pidió que dejen de suministrar armas a Ucrania.
Rusia niega los presuntos crímenes de guerra cometidos por sus propias fuerzas en Ucrania y culpó de la muerte de civiles a lo que llama nacionalistas y “neonazis”, una afirmación que Kiev y Occidente desestiman.
El presidente ruso también señaló que, pese a “la incoherencia y la falta de preparación de Kiev para un trabajo serio, la parte rusa sigue abierta al diálogo” para encontrar una salida al conflicto.
Macron, por su parte, expresó su preocupación por el problema de garantizar la seguridad alimentaria mundial.
Las relaciones entre Francia y Rusia se tensaron fuertemente desde el comienzo de la ofensiva militar de Rusia en Ucrania, el 24 de febrero, aunque Macron y Putin se entrevistaron en varias ocasiones, antes y después de que empezara el conflicto.
Esta es la primera conversación que mantienen desde la reelección de Macron para un segundo mandato presidencial.
Boicot a la compra de petróleo ruso
En el escenario de las sanciones y penalidades que occidente viene asestando a Rusia en rechazo a la invasión, que cumple hoy su día 70, los países de la Unión Europea (UE) recibieron ayer el borrador de un proyecto de embargo al petróleo ruso y sus derivados, con excepciones para países altamente dependientes, apuntaron funcionarios y diplomáticos europeos. El brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, ya dio los toques finales a su sexto paquete de sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, y la propuesta comienza la fase de definición antes de ser anunciada. El paquete prevé un cese gradual de las compras europeas de petróleo ruso en un período de 6 a 8 meses, pero con la excepción de Hungría y Eslovaquia, dos países totalmente dependientes de crudo de Rusia por el oleoducto Druzhba.
El mundo en vilo
Moscú atacó la planta de Azovstal, el último foco de la resistencia ucraniana en Mariúpol
