El veterano que se reencontró con la música: "Me salvó muchas veces y hoy volvió a mi vida"

El ex combatiente de Malvinas debió vender su acordeón para costear los gastos médicos de un tratamiento. Ahora recibió un nuevo instrumento, similar al que tenía
lunes 04 de abril de 2022 | 3:00hs.
El veterano que se reencontró con la música: "Me salvó muchas veces y hoy volvió a mi vida"
El veterano que se reencontró con la música: "Me salvó muchas veces y hoy volvió a mi vida"

Igual que un niño con juguete nuevo, desde que Juan Fagúndez  se reencontró con el acordeón -por un obsequio que llegó a sus manos el sábado pasado- no se ha desprendido del instrumento.

Recuperando el tiempo perdido quizás, tras casi cuatro años sin tocar, o simplemente dedicando horas a la práctica para “volver a agarrarle la mano”, el ex combatiente de la Guerra de Malvinas siente que recuperó un preciado y necesario amigo. Y en el momento indicado.

“La música me salvó muchas veces y hoy que tanto la necesito volvió a mi vida. Estoy muy feliz por esto”, expresó el héroe de guerra, quien siempre acudió al arte como un refugio y este año vivió un 2 de abril “diferente”: “La tristeza está siempre presente pero esta vez también lloré por alegría”.

Utilizando la música como un lenguaje para expresar lo que siente su alma, este 2022, en el 40° aniversario de la gesta Malvinas, Juan sintió una caricia al corazón al volver a encontrarse con la música.

“Me va a costar un poquito hasta que le vuelva a agarrar la mano, pero siento una emoción que no puedo explicar. Volvió a mí en un momento muy importante”, agregó quien aprovechó el fin de semana para ejecutar algunos chamamés, chotis, ritmos sertanejos, valseados y otros tantos del repertorio litoraleño; volviendo a ponerse a tono con la música.

Su primer acercamiento con la música fue a escondidas. Mientras su padre quería que aprendiera a trabajar en el campo carpiendo la tierra y aprendiendo a cultivar y cosechar, el joven se escapaba por el monte para tocar el acordeón. Así fue aprendiendo y poco a poco perfeccionando su práctica. Además de ejecutar el instrumento, el músico también canta en español y portugués; todo lo aprendió sólo  con práctica y constancia.

Y ahora que recuperó a su gran amigo piensa retomar la música y volver a animar las reuniones familiares y de amigos.

Fagúndez es veterano de la guerra, combatió en Monte Harriet y Monte Kent. El 12 de junio, dos días antes del final del conflicto bélico, fue alcanzado por tres esquirlas de bala enemiga. Los fragmentos lo lastimaron seriamente al ingresar a la altura del cuello y la espalda. Fagúndez estuvo al borde de la muerte y sufrió secuelas que debilitaron su salud.

Con el tiempo, también debió afrontar la diabetes.  Hace pocos años perdió una pierna y debieron amputarle unos dedos. En aquel entonces, el músico debió vender su acordeón para costear los gastos médicos del tratamiento. Así se deshizo -con mucho pesar- de su más preciado compañero, pero siempre con la esperanza de algún día volver a hacer música.

Su testimonio fue reflejado en El Territorio y el pasado fin de semana, la Secretaría de Cultura de la Provincia -a través del ministro Joselo Schuap- gestionó el presente. Una delegación viajó hasta El Soberbio, a la chacra donde reside Fagúndez para hacerle llegar un nuevo acordeón.

Se trata de un aparato muy similar al que tuvo que vender, considerando que el acordeón es un instrumento muy especial y personalizado. Es un acordeón a piano de 80 bajos.

“Para los músicos, el acordeón es un instrumento muy personal. Es como probarse un zapato: uno debe probar que sea de su calce, cómodo, que quede bien; con el acordeón es lo mismo. El sábado fue la primera prueba para Juan y la verdad es que disfrutó mucho, estaba muy contento”, le contó a este medio Joselo Schuap, titular de la cartera cultural quien aprovechó el viaje para tocar junto al acordeonista. 

 “Este es un reconocimiento a alguien que ofrendó su vida por la patria. Es un reconocimiento del pueblo de Misiones al acordeonista Fagúndez”, continuó.

El músico se acostumbra a tocar tan particular instrumento en la silla de ruedas. Pese a ser un obstáculo al momento de maniobrarlo, asegura que “le voy a agarrar la mano de a poquito, con práctica y paciencia. Compartir tiempo con el acordeón es algo que disfruto, no creo que pase mucho tiempo hasta volver a acostumbrarme”, aseguró.

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?