La Policía incautó ayer el arma utilizada en el hecho

“Los Sotelo empezaron a disparar, si yo no tenía el arma, nos mataban”

Yoel Pereyra (25), acusado de herir a tiros a Keko Sotelo hace una semana, fue detenido ayer en San Javier. Antes, aún prófugo, habló en exclusiva con El Territorio
jueves 03 de febrero de 2022 | 5:30hs.
“Los Sotelo empezaron a disparar, si yo no tenía el arma, nos mataban”
“Los Sotelo empezaron a disparar, si yo no tenía el arma, nos mataban”

Yoel Pereyra (25), señalado por herir a tiros a Héctor “Keko” Sotelo hace una semana en pleno microcentro de Posadas, fue detenido ayer en la localidad de San Javier. El procedimiento lo realizó la Brigada de Investigaciones local, tras un trabajo conjunto con la División de Investigaciones de la Unidad Regional I de Posadas.

Según detallaron voceros policiales, estaba oculto en una casa del barrio Niño Jesús y fue abordado y apresado en plena vía pública, no sin antes ofrecer una tenaz resistencia. Ayer los efectivos intervinientes estaban organizando su traslado a Posadas bajo estrictos protocolos de seguridad para luego ponerlo a disposición de la Justicia.

Horas antes de su detención, el implicado había hablado con El Territorio desde la clandestinidad, sin develar su escondite. Entre otras cosas, aseguró que la detención de su padre lo motivó a entregarse, aunque  esa posibilidad entonces estaba descartada. De todas maneras adelantó que se había contactado con abogado con quien consultaba los pasos a seguir.

La entrevista se concretó poco después de que se conociera la detención de su padre y de un joven de 22 años en medio tres allanamientos concretados por la fuerza provincial en Posadas y Garupá, donde se incautaron varias armas de fuego, incluida la que ocupó en la balacera. Desligó a ambos de los hechos y amplió que ni siquiera conoce al joven.

  En ese tren de desligar personas, también aseguró que el conductor del Chevrolet Cruze en el que escapó de la escena de los disparos es un remisero al que llamó para que lo rescate. “Lo llamé y me fue a buscar,  él me salvó, me iban a matar”.

Yoel admitió que fue él quién hirió a Keko con una de las armas ahora incautadas, pero asegura que se dijeron muchas mentiras y por eso quiso aclarar varios puntos. “Ese jueves fui con un amigo y dos chicas a la plaza.  Estábamos tomando tereré y de pronto aparecieron tres vagos”, empezó diciendo, señalando con nombre y apellido a los hermanos Marcos (34) y Keko Sotelo y a un hombre de apodo Piojo, quien según sus dichos era el conductor del Ford Ka celeste.

“Bajaron Keko y Piojo del auto y me empezaron a disparar. Yo tenía una 9 milímetros que fue hoy -por ayer- secuestrada, corrí un poco, la saqué y también disparé”, amplió, asegurando que ni él y quienes lo acompañaban resultaron heridos.

 “Yo corrí y me escapé, después en las noticias me enteré de que lo lastimé, pero fue defensa propia. Ellos fueron  a donde estaba y si yo no tenía el arma ese día, nos mataban a los cuatro. Fueron decididos, bajaron del auto y empezaron a disparar”, puntualizó.

Consultado si siempre lleva un arma consigo, el joven expresó que los agresores “días antes fueron a amenazar y andaban mucho cerca de mí casa.  Yo no tendría que tener ni joder más con armas, porque hace poco salí de estar preso, pero la tenía por mi defensa”.

Supuesto trasfondo

Respecto las razones de la disputa con los Sotelo, se dijo que tiene que ver por una bronca ligada al narcotráfico o una guerra por el control de la venta de armas ilegales. Asimismo, Marcos, cuando llevó al hospital malherido a su hermano, dijo que quienes le dispararon a Keko eran los mismos que lo habían atacado una semana antes en el barrio A 3 - 2 desde un Volkswagen Up blanco. Incluso a El Territorio le dio sus características: “Rubio de ojos claros”. 

Sin embargo, el ahora detenido aseguró que ni conoce la casa de ellos en Posadas y que el único auto que tenía, un Fiat Siena, lo tuvo que vender para pagar el abogado. Y en ese marco, expresó que la disputa con los hermanos viene desde cuando ellos lo asaltaron y le robaron un millonario botín de 3 millones de pesos.

“Hace dos años y medio ellos me robaron mucha plata y le apuntaron con pistola a mi mamá. La plata que me robaron eran 3 millones de pesos. Llamamos a la Policía y dijeron ‘ah, son los Sotelo’, y se fueron. No hicieron nada y como no pude justificar la plata, no me tomaron la denuncia. Yo había vendido una casa, pero no hice boleto de compra venta”, se excusó.

Expresó que después de eso fue detenido en el marco de la investigación por el homicidio de la sargento Romina Rodríguez (35), quien fue asesinada en el barrio Nuevo Garupá el 2 de junio del 2020. Como se dijo, en junio de ese mismo año incautaron en la casa de Yoel el arma reglamentaria de Rodríguez. “Me hicieron una camita, me vendieron una pistola y al otro día me allanaron”, aseguró.

Yoel niega su vinculación con ese crimen, por el que estuvo un año y cuatro meses preso, e incluso aseguró que el arma incautada no es la de la policía. Pero más allá de eso, volviendo a la disputa por los Sotelo, expresó que cuando salió de la cárcel se cruzó con uno de los hermanos y lo chocó con un auto.

En otro tramo de la entrevista también confesó que vende armas para ganar un dinero extra, negando que la haya alquilado para que se cometan delitos en Posadas. “Yo soy mecánico de autos y a veces, cuando me ofrecen barato -las armas-, compro y revendo para ganar una platita. También hago compra y venta de terrenos y autos,  más trabajo de albañil y mecánico”.

Sobre los dos presuntos bandos de esta disputa, aseguró que no conoce a los detenidos por el crimen de Casimiro Sotelo - pese a que uno de ellos es de su barrio-, argumentando que cuando ocurrió esa primera balacera estaba privado de su libertad. De todas formas, sí señaló a los hermanos: “Sé que son de barrio A 3-2 y siempre escuché hablar que siempre robaron y joden con drogas. Por eso yo estuve armado esos días, porque me dijeron que me iban a buscar”.

“Al otro día tuve que irme de Posadas porque Marcos y Piojo con otros vagos me buscaban a mí. A ellos la Policía no los busca, Piojo y Keko bajaron del auto,  me dispararon y a Piojo no lo nombran en ningún lado. Si le hacen la parafina, le va a salir positivo”, insistió. Su huida de Posadas era real, aunque en contra le jugó que la Policía pudo seguirle los pasos.


El grave estado de Keko y los allanamientos
Como se sabe, por el hecho por el cual buscaban a Yoel se encuentra internado en grave estado Héctor “Keko” Sotelo, quien recibió tres disparos, uno de ellos en el pecho.

El hombre está internado con custodia policial, ya que la parafina confirmó que tenía restos de pólvora en la mano. Su hermano Marcos, en tanto, fue liberado porque el resultado fue negativo, aunque sigue ligado a la causa.

Sobre los operativos que se desplegaron ayer, uno de ellos se hizo sobre la colectora del Acceso Sur en el barrio Papa Francisco, de Posadas.

Allí los investigadores incautaron un verdadero arsenal: había una pistola calibre 9 milímetros, una calibre 45, dos rifles, una escopeta y un aire comprimido, además de municiones, una mira telescópica y un soporte. También una camioneta Toyota Hilux con 57 gramos de marihuana.

En el lugar detuvieron al padre de Yoel, identificado como Roberto Carlos Pereyra (49).

Por otro lado, en el barrio Santa Clara II de Garupá, en las calles Caa Yarí y 1 de Mayo,  otras dos casas fueron requisadas. Los efectivos confiscaron una esposa de seguridad, un cartucho de 9 mm y detuvieron a un joven de 22 años.

Según informó la Policía de forma oficial, se harán cotejos de huellas y que permanezcan incomunicados hasta que establezcan su participación en los hechos.

 

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