Pinceladas de historia

La urbanización de Misiones después de la provincialización

domingo 13 de junio de 2021 | 6:00hs.

Según el censo de 1960, Misiones poseía 361.440 habitantes, alcanzando 579.580 dos décadas después. El 77% de los pobladores correspondía a argentinos nativos y un 19% a extranjeros, entre europeos, paraguayos y brasileños. El porcentaje de extranjeros había disminuido notoriamente en relación a la primera mitad del siglo debido al carácter de argentinos de los hijos de extranjeros nacidos en estas tierras.

Misiones en aquellos tiempos continuaba siendo un territorio prioritariamente rural, y presentaba los niveles más bajos de urbanización en relación al resto del país. En 1960, el 68% de su población vivía en el campo, pero empezaba a fortalecerse el proceso de urbanización y de concentración en las principales ciudades. Ese fenómeno llevó a que en 1980 la población urbana representara poco más del 50%.

Las principales ciudades y las áreas con mayor concentración urbana eran, además de Posadas, Oberá, Leandro N. Alem, San Ignacio, Apóstoles y Eldorado.

Posadas fue la que con mayor intensidad experimentó este fenómeno urbanizador. Entre 1960 y 2001 su población aumentó considerablemente producto de la masiva llegada de personas provenientes del interior del país y de las propias áreas rurales provinciales, debido a las diversas crisis rurales de las décadas del 60 y 70, y por la concentración económica vivida a partir de los años 90. Mientras en 1960 tenía 70.961 habitantes, dos décadas después esa población se cuadruplicó, pasando a poseer 280.454.

La crisis del campo condujo a los gobiernos provinciales a desarrollar políticas de mejoras, mediante créditos a las cooperativas y la mecanización de la producción. Se alienta también la actividad forestal, produciéndose el desmonte de muchos bosques naturales del norte misionero, reemplazados por nuevas especies para el usufructo de la madera. En este proceso se desarrollaron las ciudades de Puerto Esperanza y Puerto Piray, con la instalación de plantas celulósicas. Hacia finales de la década del 50, Piray se había constituido en municipio, con sus establecimientos institucionales esenciales; una red urbana, habitacional y de servicios para los obreros de la planta y una serie de caminos que lo comunicaban con la ruta 12 y San Pedro.

La ocupación de espacios deshabitados, como así la formación de nuevos núcleos urbanos, dependía, en primer lugar, de la existencia de tierras aptas para la economía agrícola y, por otro, de la existencia de caminos transitables. Todo el interior de Misiones dependía de su red de caminos. Y hasta la década de 1960, esta red era exclusivamente de tierra, con los inconvenientes que ello ocasionaba en una región subtropical, con altísimos índices pluviométricos, donde el régimen de lluvias oscila entre 1.500 y 2.000 milímetros anuales. A partir de 1960 se inicia la pavimentación de la red, uniendo al principio las ciudades fundadas a orillas del Paraná, y luego la vía Oberá-Posadas. En el sur, la ruta Posadas-San José se inauguró en 1968, llegando a Apóstoles en la década de 1980. En la década de 1990 se pavimentaron los caminos que unen las cumbres de la Sierra Central, entre San José y Oberá, permitiendo, a través de la ruta nacional 14, la unión de esta zona con el resto del Litoral argentino. Eso se tradujo en un rápido crecimiento de localidades misioneras aisladas hasta entonces.

La región sudeste de la provincia, entre las Sierras Centrales y el río Uruguay, de gran dinamismo durante los tiempos jesuíticos, fue repoblada a fines del siglo XIX con inmigrantes ucranianos y polacos, que se dedicaron en especial al cultivo de la yerba mate. En la década de 1960 el área ribereña al Uruguay se hallaba aún inexplorada, especialmente desde San Javier hacia el norte. Ese espacio se vio beneficiado por el aporte de migrantes internos de la propia provincia y de colonos brasileños, muchos de origen alemán, que se fueron instalando informalmente a partir de la década mencionada.

Apóstoles fue la localidad más favorecida por las comunicaciones, por haber sido beneficiada con una estación del ferrocarril General Urquiza, en la década de 1910. El poblamiento urbano desde 1897 se desarrolló en función de la colonia agrícola, creada para concentrar las familias de ucranios, polacos y otras comunidades que arribaban de la región oriental de Europa.

Mensurada por Juan Queirel en 1896, la planta urbana consistía en un damero de 144 manzanas, separadas con cuatro avenidas que limitaban con la colonia agrícola. Hacia 1900, frente a la plaza principal, se construyó la iglesia San Pedro y San Pablo, trasladándose el edificio de la comisaría hacia ese sector en 1921. En 1926 se comenzó la construcción del edificio municipal, y un año después, la Escuela Nº 21. La edificación en esos años de varias casas comerciales alrededor de la plaza San Martín fue consolidando ese espacio como el de la principal actividad comercial y administrativa del pueblo y su colonia. Contó con luz eléctrica a partir de 1948.

En el aspecto educativo, a partir de la provincialización de Misiones el gobierno comenzó la tarea de extender el sistema, creando, en primer término la Dirección General de Escuelas. En 1956 se fundó la primera escuela secundaria provincial en la localidad de Leandro N. Alem, como Escuela Normal Superior. Se buscaba formar docentes en el interior provincial. Un año después se erigieron escuelas en San Ignacio, Aristóbulo del Valle y Concepción de la Sierra. En 1957 se inauguraron 20 escuelas primarias y en 1958 se sumaron 80 más, que se registraron con los números del 21 al 100. Esta extraordinaria expansión de los servicios educativos se complementó con la creación de centros de capacitación profesional, donde se enseñaban diferentes oficios. Por otra parte, desde 1958 quedó constituido el Consejo General de Educación, como órgano de gobierno y administración de la política educativa provincial.

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