La forestoindustria misionera busca sostener la gran demanda

Al igual que diversos sectores de la economía local, nacional e internacional, la industria maderera de Misiones frenó, pero, a diferencia de otros, fue una de las primeras en volver al ruedo. El regreso fue a mediados de abril, es decir, pocas semanas después de la declaración del aislamiento social preventivo y obligatorio, que se decretó el 20 de marzo del año pasado, al catalogarlo como una industria esencial. Ese retorno marcó un nuevo camino para el sector, que a partir de allí empezó un período con mucho trabajo por la gran demanda de madera, tanto para el mercado interno como así también para el externo. Un boom de ventas.

Con el paso de los meses, la forestoindustria de la tierra colorada fue creciendo y ganando mercados. En el plano local, la demanda pasó en la compra de muebles y de maderas típicas para la ampliación de los hogares. En el plano internacional, el interés por madera misionera fue por Asia, Europa, Norteamérica y recogiendo pedidos desde Centroamérica, una región que fijó su interés por la producción local en pleno contexto pandémico. Un año positivo, resumen los referentes del sector sobre lo vivido durante el 2020, atípico desde donde se lo mire.

“Tuvimos un año de mucho trabajo para abastecer el mercado interno y con muchos pedidos internacionales, sobre todo de los mercados de China y de Estados Unidos”, definió Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom).

En diálogo con El Territorio, afirmó que el sector vive un presente óptimo y bueno, con demanda que aún persiste a nivel interno y externo. Lo registrado durante la pandemia permitió posicionar aún más el trabajo que se lleva a cabo en Misiones, que despertó el interés desde otros puntos del globo. Luego de años con baja actividad, la situación es otra, distinta y que provoca múltiples expectativas. Si bien entre enero y febrero los pedidos bajaron levemente, el escenario en marzo es otro, con pedidos para la realización de muebles ligados al ámbito escolar, como escritorios, armarios, entre otros.

Un buen presente. Así resume Fachinello la actual coyuntura un año después de declarada la pandemia. Esa actualidad constituye el norte que busca repetirse y mantenerse para los próximos meses. Para ello se requiere de diferentes medidas o insumos clave. Al respecto, precisó: “Tenemos perspectivas muy buenas para seguir trabajando. Por un lado, necesitamos incorporar más tecnología en secaderos, que todos lo tengan para trabajar mejor y seguir apostando al mercado internacional”.

Indicó que durante la pandemia se triplicó la demanda de tableros, un producto que se realiza mayoritariamente en Misiones. Actualmente, esos pedidos persisten y el objetivo para este año es mantener ese status quo logrado, llegando a más provincias para abastecer el mercado interno. “Creemos que este buen presente seguirá”, estimó.

En este sentido, Fachinello contó que se insiste en la baja de la presión impositiva –“que es muy grande”, dijo- y que “estamos buscando que se bajen las retenciones para exportar madera elaborada. Lo mismo que con los rollos”, añadió.

Pero el objetivo del sector no sólo se limita a repetir los números del 2020, sino también de adquirir más políticas que los beneficien para mantener esa posición privilegiada que sigue presente. “Queremos que tengamos una política de la forestoindustria y que se mande un presupuesto, además que se cumplan en tiempo y forma los compromisos asumidos”, expresó. Al mismo tiempo, planteó que “otro de los objetivos es lograr que se plante más, porque ahora se está plantando menos y es algo grave. Tenemos hectáreas que son para la parte forestal y no se está plantando. Se perdió el incentivo y se están volcando a otras actividades. Por ello, solicitamos algún beneficio impositivo para el productor que plante, además de aquel que exporta”.