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Más testimonios acorralan a sargento acusado de balear a Amarilla en A 3-2

sábado 07 de julio de 2018 | 5:00hs.
Más testimonios acorralan a sargento acusado de balear a Amarilla en A 3-2
Más testimonios acorralan a sargento acusado de balear a Amarilla en A 3-2
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar


La investigación por el asesinato de Arnaldo Alejandro Amarilla (33) en el barrio A 3-2 de Posadas sigue sumando testimonios que refuerzan la hipótesis de un presunto gatillo fácil, complicando aún más la situación procesal del sargento de la Policía de Misiones Esteban Emanuel S. (32), imputado inicialmente por el delito de homicidio, aunque le cabrían algunos agravantes.
Esto es así, primero, porque las heridas detectadas en el cuerpo de la víctima son compatibles con perdigones de una escopeta ithaca antidisturbios perteneciente a la Comisaría Décima y, segundo, porque a los testimonios de familiares y vecinos devenidos en circunstanciales testigos, se sumaron ahora las declaraciones de los adversarios de la víctima durante esa madrugada que se enfrentaron en inmediaciones a la cancha de fútbol.
Estos reconocieron que pelearon antes de que lo encuentren muerto en su casa, que hubo golpes de puño, corridas, piedrazos, patadas, botellazos y uno de ellos hasta fue herido con un cuchillo, pero aseguraron que no tenían armas de fuego que podría hacer sospechar sobre la procedencia de las perdigonadas. 

Perfil violento
En sus relatos sobre lo sucedido, dieron cuenta de un perfil violento del fallecido, que según dicen, estuvo a punto de cortarle el cuello a uno del grupo. Lo aseguró un changarín, marcando que ese sábado a la noche estuvo junto a su tío D.C. consumiendo bebidas alcohólicas en inmediaciones de la manzana 21 del citado barrio, cuando se acercó Amarilla en estado de ebriedad y con un cuchillo grande, tipo carnicero, intentó agredirlos.
Recordó que se alejaron hacia la cancha, distante a pocas cuadras, pero hasta ese sitio los persiguió el fallecido acompañado por otro hombre y, ante la insistencia para pelear un ‘mano a mano’, D.C. terminó aceptando, pero ni bien se trenzaron a golpes Amarilla sacó el cuchillo y en un movimiento rápido lo apoyó en el cuello, a lo que el declarante -dijo- intervino y en ese contexto recibió un corte en la mano.
El propio D.C. fue consecuente con lo que relató su sobrino. Recordó que después de la primera amenaza de Amarilla, fueron perseguidos y corrieron hasta la casa de una familia conocida donde éste tiene prohibido acercarse por inconvenientes relacionados a su modo de vida. Pese a ello -dijo-, igualmente trató de agredir a varios de los que estaban en la vivienda y en ese marco conocidos del fallecido intervinieron. Recién después de las corridas y pedradas pudo refugiarse en su casa.
En ese punto, identificó a dos hermanos conocidos en el barrio, ademas de otros dos que serían de una zona cercana, como quienes los atacaron junto a Amarilla.
El otro testimonio que tiene sintonía con los anteriores lo dio un vecino del fallecido. Éste contó que observó la pelea entre seis o siete hombres porque fue justo frente a su casa y que tenían cuchillos, piedras, además de botellas de vidrio.
Confirmó que, después de intentar agredir a uno de ellos con el cuchillo, Amarilla recibió golpes que le produjeron un profuso sangrado en la cabeza y, ante eso, ingresó a su casa. Fue la última vez que lo vio con vida, puesto que pocas horas después lo encontraron muerto en un pasillo.

La versión del chofer
Todos los que declararon hasta ahora pusieron a Amarilla en escena con un cuchillo tipo carnicero, lo que coincide con la declaración de uno de los policías que participaron en los operativos que se hicieron como consecuencia de las peleas.
Tal como informó en exclusiva El Territorio, el chofer del patrullero utilizado por los uniformados detenidos contó que antes del episodio de los disparos pasaron frente a la casa de la víctima y éste los habría insultado y amenazado con un cuchillo, desde adentro.
En esa instancia, declaró que regresaron a la dependencia hasta que, horas mas tarde, acudieron otra vez al lugar pero, en esa oportunidad, el sargento acusado de homicidio llevó el arma antidisturbios y estando a unos 30 metros de la propiedad del fallecido, junto al suboficial David Salomón V. (30),  pidió que detenga la marcha.
Los dos se bajaron, caminaron hacia el hombre y fue en ese momento cuando escuchó un primer estruendo -dijo- y observó a Amarilla correr hacia el interior de la casa, escuchando otro disparo. De ahí regresaron a la Comisaria Décima, dejó a ambos y siguió hasta la dependencia en la cual presta servicios. 

Cartuchos ocultos en una gaveta

Pocas horas después del hecho, fue allanada la Comisaría Décima, y de la gaveta de un escritorio (en la guardia) incautaron cartuchos detonados de la escopeta ithaca. Se presume que son los recogidos en la escena de los disparos, de acuerdo a lo que refirieron varios testigos en sus declaraciones. Los elementos están siendo cotejados con los levantados en la propiedad de Amarilla, posterior al asesinato.


Homicidio y encubrimiento

La imputación de los policías fue definida recientemente por el titular del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, Ricardo Balor. Al sargento lo dejó sujeto al proceso por el delito de homicidio, en tanto que al suboficial le imputó por encubrimiento. El primero se abstuvo de declarar en audiencia indagatoria y el segundo habló, se despegó del episodio y directamente responsabilizó a su subordinado. Según las fuentes judiciales, su versión fue coincidente con la de los demás testigos. Este matutino pudo saber que a principios de la semana que viene sus abogados van a solicitar la excarcelación, que será analizada y decidida por el magistrado.