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Les reacondicionaron una bicicleta y tres hermanos volvieron a clases

domingo 21 de abril de 2019 | 6:00hs.
Los hermanos Cabrera volvieron para terminar la secundaria.
Los hermanos Cabrera volvieron para terminar la secundaria.
Cuando se juntan la voluntad de estudiar, la vocación de servir y la solidaridad para ayudar, los resultados son sorprendentes y este es el caso de tres hermanos que recibieron el pasado viernes 12 una bicicleta donada y reacondicionada por el Bachillerato Orientado Provincial (BOP) 55 con la que podrán aminorar el esfuerzo de caminar diariamente 10 kilómetros desde su casa para llegar a la escuela.
En un trabajo de articulación que los docentes de este establecimiento comenzaron a implementar con la Escuela primaria 79, distante a 500 metros del colegio secundario, y que pretenden este año ampliar a las otras de la zonas, empezaron a detectar a los niños que egresaban de séptimo grado y no seguían sus estudios secundarios en ninguna de las ofertas educativas que les ofrece el Estado.
Ante esto, la profesora de matemáticas María Inés Godoy Zart junto a la preceptora Claudia González tomó la decisión de recorrer en el vehículo de esta última decenas de kilómetros por picadas casi inhóspitas en busca de esas familias y llevarles el aliento y el compromiso de colaboración para que los niños sigan sus estudios.
Contó la preceptora a El Territorio: “Recorrimos siete familias que tenían chicos que se habían quedado sólo con 7º grado aprobado. Chicos de cinco de esas familias hoy regresaron y están viniendo la escuela”.
El BOP 55 se encuentra a la vera de la ruta provincial 4 y funciona en su edificio propio desde marzo de 2016, aunque sus inicios se remontan a 2011, cuando con 75 alumnos pasaba de ser una extensión de educación rural a una secundaria formal en el edificio de la centenaria Escuela 79.

Ganas de estudiar
La crisis también afecta a las colonias y en algunos casos el ir a la escuela es un costo que varios padres no pueden afrontar pese a las ganas de que sus hijos estudien, pero en algunos casos sin calzados, ropas, útiles y sumado a ello las grandes distancias hacen dudar a cualquiera.
Y ahí llegó la palabra justa en el momento indicado. La escuela no se quedó entre sus paredes, sino que salió a buscar a los destinatarios de sus esfuerzos: los estudiantes.
Una de las familias que visitaron las docentes es la de los Cabrera, compuesta por cinco hermanos y una mamá que con plantaciones de verduras, frutas, alguna que otra gallina trata de alimentar a sus hijos, que van de 12 a 22 años y aunque todos ayudan la historia no es simple en este carenciado hogar. “La madre enseguida nos dijo que ella siempre quiso que sus hijos estudien, pero que la falta de cosas para ir a la escuela siempre frenó a los propios niños”, contó Claudia González, recordando su visita el 20 de marzo pasado a la casa de esta familia.
Gracias a esa visita, los hermanos Lucas (20), Silvia (16) y Cristian (13) comenzaron su primer año de secundaria. Las docentes llegaron buscando al egresado de 2018, de 13 años, y ante las ganas de los otros chicos de concurrir, el director del establecimiento, Darío Machado, generó un acuerdo pedagógico con los docentes dentro del Proyecto Educativo Institucional (PEI) para incluir a estos chicos que tienen más edad, al menos hasta poder ofrecerles otra alternativa.
Cuando la situación de estos y otros chicos se conoció entre la comunidad educativa, la solidaridad tomó su curso y entre el propio personal del BOP comenzaron las donaciones y la loable tarea de la comisión de madres, que consiguió ropas deportivas, abrigos, mochilas y elementos didácticos para los hermanos.
Además, el viernes pasado se les entregó una bicicleta reacondicionada y adaptada para que los chicos, que deben iniciar su periplo a las 5 de la mañana, puedan llegar puntualmente todos los días a la escuela antes de las 7.