Informe de Domingo: El monte, un personaje más

domingo 10 de febrero de 2019 | 6:00hs.
Informe de Domingo: El monte, un personaje más
Informe de Domingo: El monte, un personaje más
Richar Vera

Por Richar Vera sociedad@elterritorio.com.ar

E l cine cuenta con una sensación térmica muy alta. Tal vez desde hace unos años se vive una era dorada en la producción de películas. Tal es así que este verano, lejos de tratarse de una época imposible para el rodaje debido a las altas temperaturas, la estación más calurosa del año ofrece un abanico de posibilidades en Misiones. En los primeros meses de este 2019, unas seis películas están atemperándose: La Crecida, de Ezequiel Erriquez; Abismos, de Agustina San Martín; Selva, de Iñaki Echeverría; Fantasma vuelve al pueblo, de Augusto González Polo; y Los Niños Espósito, de Víctor Laplace. Ya el 2018 se había despedido con aires prometedores. El prolífico cineasta misionero Maximiliano González terminó de rodar en Puerto Iguazú Lejos en Pekín, que tiene a Elena Roger en el protagónico y que cerrará su trilogía iniciada con La Soledad (2007), seguida por La Guayaba (2012). En esa línea también resultó una sensación la presencia de Pablo Echarri para El silencio del cazador. En ese raconto, dos series también tuvieron su lugar: La encrucijada (Victoria Guadalupe González) y Todo lo que me gusta (Sergio Acosta).

¿Porqué resulta un fenómeno Misiones para el séptimo arte?

La joven cineasta Agustina San Martín fue premiada en el Bafici por Lo que dicen del monte (2013) y ahora está trabajando en su nueva obra en El Soberbio. Ella corporizó una teoría que encierra la densidad de colores que aporta el terruño. Aquí la cámara filma “como si el monte mismo fuera un personaje más”, dijo recientemente.

Más allá de cuestiones de estética y poesía, este impulso también tiene que ver con jóvenes egresados de carreras relacionadas al cine o técnicos dedicados al trabajo audiovisual, así como actores o debutantes que sueñan con ser parte de los créditos. Pero este triángulo se arraiga con las políticas públicas de los últimos quince años. Es por eso que hay un crecimiento sostenido de producciones del cine nacional, así como un incremento de espectadores. Con ocho películas más que el año previo, el 2018 cerró con 217 estrenos y con buenos dividendos para obras taquilleras, como El Ángel, de Luis Ortega. Aunque hay severas críticas a la administración que lleva adelante la actual conducción del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Incaa), esta institución resulta fundamental para otorgar líneas de financiación a través de concursos, muchos de ellos indispensables sobre todo para las producciones alejadas de Buenos Aires.

En esa distancia se encuentra Misiones, que también desde hace dos años cuenta con un ente autárquico que se apuntaló como un tobogán de desarrollo: el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAVIM), que entre sus objetivos ofrece créditos y espacios de proyección de las obras gestadas en Misiones. Aunque nadie puede derribar a un tanque como la industria de Hollywood, hay que recordar que hace mucho tiempo en Estados Unidos entendieron que el arte también es estrategia geopolítica, produce y atrae dinero.

La sensual Coca Sarli frente a las cataratas, en Embrujada (1969); o La Misión (1989), con los jóvenes Liam Neeson y Robert de Niro haciendo de jesuitas. Tales producciones quedaron en los anales de la cinemateca, así como El Ardor (2014), aquel western con Gael García Bernal o también la fuerte historia con Hugo del Carril de Las Aguas Bajan turbias (1952), que trata acerca de la dureza con la cual trataban a los mensúes. La historia del cine anota otras escenas destacadas en estos tiempos. Nieve, de las directoras Laura Bierbrauer y Verena Kuri; fue seleccionada para la sección Forum de la 69ª edición de la Berlinale, en Alemania. Ese festival de cine se sitúa entre los más importantes de Europa, junto a los certámenes de San Sebastián y Cannes. Las salas INCAA que hay en Misiones y el Festival Oberá en Cortos forman parte de una columna vertebral importante y que resintió el año pasado la ausencia de la cita bianual del Festival de Cine de las Tres Fronteras. No obstante, el ventilador del cine está encendido. Paraguay aprobó el año pasado su Ley de Cine y ello traerá oportunidades de coproducciones para esta región que tiene un lenguaje propio y cada vez mayor soberanía de historias para contar.

En esa distancia se encuentra Misiones, que también desde hace dos años cuenta con un ente autárquico que se apuntaló como un tobogán de desarrollo: el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (Iaavim), que entre sus objetivos ofrece créditos y espacios de proyección de las obras gestadas en Misiones. Aunque nadie puede derribar a un tanque como la industria de Hollywood, hay que recordar que hace mucho tiempo en Estados Unidos entendieron que el arte también es estrategia geopolítica, produce y atrae dinero.
La sensual Coca Sarli frente a las Cataratas, en Embrujada (1969); o La Misión (1989), con los jóvenes Liam Neeson y Robert de Niro haciendo de jesuitas. Tales producciones quedaron en los anales de la cinemateca, así como El Ardor (2014), aquel western con Gael García Bernal, o también la fuerte historia con Hugo del Carril de Las Aguas Bajan turbias (1952), que versa acerca de la dureza con la cual trataban a los mensúes.

La historia del cine anota otras escenas destacadas en estos tiempos. Nieve, de las directoras Laura Bierbrauer y Verena Kuri, fue seleccionada para la sección Forum de la 69ª edición de la Berlinale, en Alemania. Ese festival de cine se sitúa entre los más importantes de Europa, junto a los certámenes de San Sebastián y Cannes. Las salas Incaa que hay en Misiones y el Festival Oberá en Cortos forman parte de una columna vertebral importante y que resintió el año pasado la ausencia de la cita bianual del Festival de Cine de las Tres Fronteras.

No obstante, el ventilador del cine está encendido. Paraguay aprobó el año pasado su Ley de Cine y ello traerá oportunidades de coproducciones para esta región que tiene un lenguaje propio y cada vez mayor soberanía de historias para contar.

Turismo cinematográfico

En 2016, en la capital misionera los licenciados en Turismo Javier Helin y Natalia Batista presentaron el libro De espectador a turista, que entre otros tópicos discurre sobre cómo es vista la provincia a través de la pantalla.

Los autores afirman que desde 1939 en Misiones se realizaron más de 80 producciones audiovisuales, entre largometrajes, series de televisión y videoclips . Desde las películas de Armando Bo en la década del 50 y 60 pasando por la megaproducción La Misión, la provincia ha sido escenario de producciones locales, nacionales e internacionales, señalaron desde Iaavim.

En la década del 30 se contabilizan las dos primeras producciones nacionales en territorio misionero; entre la década del 80, 90 y la primera del 2000, se incrementan las producciones nacionales e internacionales y comienzan a visibilizarse las de directores misioneros como Detrás del Sol, más cielo (2007), de Gastón Gularte. En los últimos seis años se multiplican las filmaciones en Misiones, impulsadas por el fomento de la Televisón Digital Abierta (TDA), el Incaa y el Iaavim.

La belleza natural, diversidad cultural e idiosincrasia y la formación técnica, hacen de esta tierra un destino ideal para la realización de obras audiovisuales. Un maravilloso vínculo que une al cine y turismo.