Es de Panambí el sospechoso de haber participado en el asesinato de Scholler

Como ocurrió después de la masacre de la familia Knack, a fines de mayo del año pasado, la pequeña localidad de Panambí vuelve a estar en la mira de la Justicia Federal por un nuevo asesinato que guardaría relación directa con el tráfico de drogas, camuflado en los negocios madereros.
En esta oportunidad, es por el crimen del empresario paraguayo Enrique Scholler (58), dueño de un aserradero en Bella Vista (Paraguay). Fue ejecutado de un balazo en la nuca y su cuerpo arrojado a un zanjón cerca de Luján, en lo que para los investigadores se trató de un ajuste de cuentas por una deuda o un negocio mal cerrado, en ambos casos relacionado con el narcotráfico.
El homicidio ocurrió el domingo, en el partido bonaerense de General Rodríguez, o sea, a más de mil kilómetros de Misiones, pero el foco de los investigadores se posó en el pueblo costero porque Scholler no viajó solo a Buenos Aires, sino que estuvo acompañado en todo momento por un hombre domiciliado en la zona del puerto de Panambí, que según los registros del hotel donde se alojaron, se llama Nicolás Techeira y tiene 28 años.
Las fuentes de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos de Mercedes, a cargo del fiscal Juan Ignacio Bidone, confirmaron a El Territorio que el misionero tiene vinculaciones con empresas transportistas y madereras de la zona Centro y en el último mes, ingresó y egresó del vecino país en varias oportunidades, según los informes remitidos por la Dirección Nacional de Migraciones.

Sospechoso
Techeira aparece como sospechoso a instancias de la declaración del único detenido e imputado que tiene la causa, Guillermo Daniel Urturi (57), propietario de un corralón de maderas que hacía negocios con el ciudadano paraguayo y quien antes del crimen estuvo reunido con éste.
La Policía llegó a él porque fue quien reservó la habitación donde se alojaron, pero lejos de presentarse como empresario dejó sentado que era albañil.
En su declaración de ayer, contó que lo unen varios años de vínculos comerciales con Scholler, y que por eso se reunieron el fin de semana, aunque aseguró que desconoce los negocios del narcotráfico que lo sindican y se refirió al sujeto que acompañaba al paraguayo, o sea, a Techeira.
Apurado
Esa punta fue confirmada por  empleados del alojamiento, que aportaron un dato clave. Dijeron que el domingo, entre 7.40 y 7.50, el misionero regresó al hotel, buscó sus cosas y salió raudamente, actitud por demás sospechosa si se tiene en cuenta que a Scholler lo ejecutaron entre las 7 y 7.15 de ese día.
Si bien Urturi aparece en la causa como el principal sospechoso, ya que se cree que fue el último que vio con vida al maderero, el misionero comenzó a ser buscado y se supo que una comitiva de investigadores viajó a esta provincia para indagar sobre los negocios del prófugo, como también sobre los vínculos con el oriundo del vecino país.
Una de las hipótesis investigada apunta a que al empresario asesinado lo habrían llevado a una especie de reunión, para luego asesinarlo. Scholler era productor agropecuario, dueño de varios campos y también dirigente de la Liga Alto Paraná del Fútbol de Paraguay. Trascendió que era hermano de un concejal del municipio de Bella Vista. Su familia no sabía nada sobre su viaje.