En noviembre de 2019 la víctima fue ejecutada de un tiro en la cabeza
Prisión perpetua para Matías Lohn por el homicidio de Reinaldo Andrade
“Como familia estamos sorprendidos por la injusticia del fallo. La condena a Lohn está perfecto, porque él mató a mi hermano; pero es injusto que hayan liberado a Boges porque él estaba junto, no hizo nada para evitar lo que pasó y después se calló la verdad”.
Así reflexionó Pablo Andrade, todavía incrédulo y visiblemente indignado, tras el fallo por el homicidio de su hermano Reinaldo Andrade (37) que condenó a prisión perpetua al exoficial de la Policía de Misiones Matías Lohn (27) y absolvió por el beneficio de la duda al excabo Fabio Boges (34), quien recuperó la libertad tras cuatro años y medio preso.
La sentencia del Tribunal Penal Uno de Oberá se conoció pasadas las 14 de ayer, tras una larga deliberación de los magistrados Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Jorge Villalba.
Previamente, el fiscal subrogante Rodolfo Cáceres detalló las pruebas contra los imputados y solicitó para ambos la máxima pena, aunque -tal como se probó en la instrucción- remarcó que “el arma de Lohn disparó el proyectil extraído de la cabeza de Andrade”.
Insistió en que, según las pericias, el disparo se efectuó “a proximidad” y “a menos de 10 milímetros” de la cabeza de la víctima, lo que le dio argumento para afirmar: “Lohn ejecutó a Andrade. Disparó sin ningún tipo de miramiento a la víctima ejecutándolo de un disparo”.
En tanto, mencionó que “Boges no hizo nada para evitarlo”, aunque a entender de los jueces la acusación sobre éste careció de sustento y optaron por la absolución por el beneficio de la duda.
Al escuchar el fallo, el propio Boges pareció sorprendido y no tardó en romper en llanto. Contrario a ello, Lohn se mostró inmutable a pesar del creciente rumor que iba ganando la sala. Luego regresó a la cárcel de Cerro Azul.
Acusación fiscal
El homicidio de Reinaldo Andrade fue perpetrado el 13 de noviembre de 2019 en paraje San Ignacio, localidad de El Soberbio.
Ese día los acusados estaban de franco de servicio, pero argumentaron que divisaron un Volkswagen Voyage vinculado al contrabando e iniciaron una persecución que se vio interrumpida cuando el Gol de Andrade se cruzó en el camino y el conductor exhibió un arma de fuego, por lo que Lohn efectuó varios disparos a distancia.
Esta versión se desplomó ante la opinión de forenses y peritos que actuaron en el caso y coincidieron en que el disparo mortal fue a corta distancia: a “menos de diez milímetros” o con el cañón del arma “casi apoyado” en la cabeza de Andrade.
En la víspera, el alegato del fiscal Cáceres contrastó por lo escueto con las amplias exposiciones de los defensores Hugo Zapana y Federico Tillo por Lohn y Miranda por Boges.
De todas formas, el encargado de la acusación se apoyó en el resultado de las pericias y subrayó que la víctima estaba desarmada.
“Las armas (que los ex policías adjudicaron a Andrade) no estaban en el auto. Una fue encontrada a varios metros en la calle y otra sobre una pendiente de dos metros, lo que es muy sugestivo”, señaló en función a la hipótesis de que ambas armas de fuego hayan sido “plantadas”.
Cáceres ubicó a Lohn como autor del balazo que mató a Andrade y a Boges como un cómplice que no hizo nada para evitar el fatal desenlace.
También destacó el testimonio de peritos y forenses que en base a evidencia científica determinaron que el disparo del arma reglamentaria de Lohn fue a corta distancia, contrario a la versión de los ex policías que en todo momento aseguraron que fue en medio de una persecución y a unos cinco metros, aproximadamente.
“Se equivocaron”
A su turno, los defensores particulares de Lohn trataron de demostrar la falta de intencionalidad de su cliente, como también que Andrade se interpuso en su camino cuando se hallaban en persecución de un sospechoso de contrabando.
En ese contexto, según Tilli, su cliente creyó que la víctima exhibió un arma de fuego y el policía respondió a los tiros.
“Efectuó los disparos ante la falsa creencia de que estaba en peligro y decidió proteger la vida propia y la de su compañero Boges, lo que lleva el hecho a lo culposo. No hay elementos que sostengan la intencionalidad, que prueben que Lohn quiso matar a Andrade”, sostuvo.
Incluso, expresó que “dos policías hicieron su trabajo y se equivocaron”, tratando de alivianar las responsabilidades.
Por su parte, Zapana -quien alegó vía Zoom desde Italia donde se halla de viaje- consideró que hubo “graves errores en la investigación” y cuestionó la cadena de custodia de la evidencia.
Atacó el trabajo del forense Carlos Wolhein, del patólogo Juan Antonio Galuppo y de los peritos de Gendarmería. Es más, sobre los últimos afirmó que “no saben nada de autopsias”.
También criticó al juez que estuvo a cargo de la instrucción, Gerardo Casco, por “su encono con la Policía, siendo que tiene familiares en la fuerza”.
“Lohn hace cinco años que está preso injustamente” porque “se defendió dentro de lo que creía que era una agresión que se corresponde con el ataque inicial de la víctima al cruzarle el auto en su línea de marcha y mostrarle el arma”.
Por ello, se encaminó hacia la opción de la legítima defensa o al exceso en la legítima defensa.
La defensa de Boges
Por su parte, Gabriel Miranda teorizó largamente sobre las respectivas pericias y cuestionó el resultado de autopsia, aunque su profesión es el derecho y no la medicina.
Exhibiendo imágenes, el letrado defendió una pretendida hipótesis sobre las actuaciones de Boges, que aquel día de 2019 estaba al mando del coche en el que iban con Lohn persiguiendo a supuestos contrabandistas cuando, dicen, fueron cruzados por Andrade.
“No existe un momento estático en todo este hecho”, dijo y puso énfasis en que “los disparos fueron desde el auto y en movimiento, es decir, de auto a auto. Andrade recibió el disparo desde atrás, encontrándose adentro del auto y manejándolo”.
Por momentos, Miranda pareció más codefensor de Lohn que defensor de Boges.
Cuestionó la labor de forense de Wolhein y del patólogo Galuppo, a quienes definió como protagonistas de “errores iniciales que condujeron a otros errores a lo largo de la instrucción”.
En sus conclusiones, Miranda puso en relieve su teoría sobre cómo ocurrieron los hechos, detallando que “los disparos fueron a una distancia de 4 a 5 metros, efectuados por Lohn y realizados hacia los neumáticos del auto de Andrade, en legítima defensa”. “Fue el tercer disparo el que impacta en la cabeza de la víctima tras impactar primero con la luneta y llegando el proyectil deformado y sin energía cinética a la cabeza de Andrade”, explicó tomando la versión del perito de parte contratado por la defensa.
En esa línea, agregó que “no hay un elemento probatorio en el expediente que nos permita tener indicios del dolo de Boges como participe necesario”, por lo que pidió la absolución o una pena de prisión en suspenso.
“No puede descansar en paz”
Sosteniendo la pancarta con la imagen de su hermano, la cual lo acompañó durante todas las jornadas de debate, Pablo insistió: “Para nosotros no hay dudas de la participación de Boges. Él fue promotor de todo lo que sucedió porque conocía en la zona, se crió y vive en El Soberbio, y era un policía viejo en comparación a Lohn, que había llegado joven desde Posadas a una zona caliente de frontera. Desde mi punto de vista, Boges le daba órdenes, por eso sostengo que es tan culpable como Lohn”.
Además, insistió en que “no le devuelvan el trabajo a Boges en la Policía, porque sería una burla para la familia”.
Casi al borde del llanto, opinó que su hermano “no puede descansar en paz”, porque “Boges era el que conocía a mi hermano, conocía la zona y era el encargado del procedimiento aquel día. Se van a llevar a la tumba el secreto del homicidio porque ellos como acusados nunca dijeron la verdad”.
Precisamente, tanto Lohn como Boges se abstuvieron de declarar en el juicio.
Familia en shock por la absolución
El fallo de la víspera significó un cachetazo para los familiares de Reinaldo Andrade presentes en el Tribunal Penal Uno de Oberá, quienes evidenciaron su desconcierto y malestar por la absolución de Fabio Boges.
Luego en la vereda, como buscando respuestas que tal vez encuentren el 13 de mayo con la lectura de los fundamentos de la sentencia, Pablo Andrade alzó la voz de los familiares presentes, al tiempo que le transmitía la novedad a quienes no pudieron ingresar a la sala de debates por cuestión de espacio.
“Estamos sorprendidísimos con el fallo. Sorprendidos por la injusticia. En el caso de Matías Lohn, está perfecto, muy bien, esperábamos una perpetua porque fue el autor del asesinato de mi hermano, pero al momento de escuchar al juez darle la libertad a Boges, en un caso donde se presentaron tantas pruebas para que sea condenado, nos dejó en shock”, lamentó en diálogo con El Territorio.