En Posadas la inseguridad no es sólo una sensación de los habitantes

domingo 11 de febrero de 2007 | 2:00hs.
La inseguridad crece día a día en las distintas localidades de la provincia, aunque las estadísticas que lleva la Policía dicen lo contrario y hasta se atreven a decir que sólo se trata de “una sensación de inseguridad”. Pero en Posadas, sobre todo los comerciantes, están más atentos que nunca y reforzaron sus medidas de seguridad, tras una serie de robos que preocupan y mucho.
Mientras se aguarda la implementación de una serie de medidas acordadas entre la Policía y la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), los dirigentes de la entidad mercantil recomiendan a la población en general que denuncien los hechos delictivos y que colaboren.  “Hay muchas personas que no dan aviso a la Policía de distintos hechos que nosotros nos enteramos, entonces para la institución esos hechos no existen”, dijo el secretario de la cámara, Mario Ortigoza.
Los comerciantes, por su parte, buscan protegerse como pueden de los delincuentes pero, a pesar de eso, los empleados trabajan con temor. Tras el asalto y violación a una joven en un local ubicado en pleno centro posadeño el 22 de enero pasado, muchos decidieron contratar a guardias de seguridad y otros decidieron trabajar con las puertas cerradas, modalidad que otros ya implementan desde hace varios meses.
Ese es el caso de un local ubicado sobre la avenida Uruguay que se dedica a la venta de insumos de computación, librería y juguetería. Antonella Boni, encargada del comercio, tras activar el timbre que abre la puerta completamente enrejada, contó que trabajan con la puerta cerrada por cuestiones de seguridad hace un año.
Boni explicó que los clientes de la zona ya conocen la modalidad y golpean la puerta para que se les permita pasar. Por su parte, los empleados del local deben estar atentos a quién desea entrar. La decisión de trabajar de esa manera se tomó luego de que durante el horario de atención se robaran un exhibidor completo de cartuchos originales para impresoras.
En un comercio de venta de ropa ubicado sobre calle San Martín, casi San Lorenzo, generalmente los clientes tiene que tocar timbre, para que las vendedoras les permitan pasar. Por su parte, Carla contó que en la última semana observó más presencia de la patrulla municipal, pero no de la Policía.
Hela Valdez, empleada de otro comercio de la zona, dijo que cuentan con el servicio de una empresa de seguridad privada y “que Dios nos ayude”.
Noemí y Raquel, al frente de una joyería sobre La Rioja, indicaron que nunca están solas y que el miedo es constante, ya que “muchas veces entra gente con cara sospechosa”. También contaron que desde los reclamos de los comerciantes de más seguridad, observaron que el policía que generalmente permanecía parado en una esquina ahora camina alrededor de la manzana, “así nos sentimos por lo menos un poco más seguras”.
La CCIP y la Policía tienen que definir los cursos de prevención que se brindarán a cargo de la Policía comunitaria, además distribuirán folletos instructivos sobre cómo actuar ante algún hecho.
Ortigoza dijo que aún no hay fecha de cuándo se incorporarán los efectivos que prometió la ministra de Gobierno, Claudia Gauto, aunque se anunció que sería en el transcurso del mes. 
Los robos, en tanto, ocurren diariamente y hasta a pocos metros  del Comando Radioeléctrico de la ciudad. Según contó un empleado de comercio, que hace una semana dejó estacionada su moto para trabajar y nunca más la vio.