El prefecturiano baleado en Iguazú habría recibido amenazas de muerte
Mientras el prefecturiano baleado el miércoles por presuntos contrabandistas se recupera de sus heridas, la Justicia Federal investiga quiénes fueron los que atentaron contra su vida y si el ataque tiene relación con las supuestas amenazas de muerte que habría recibido.
La causa caratulada como NN resistencia a la autoridad, abuso de arma de fuego y heridas leves, recayó en manos del juez federal de Primera Instancia, José Luis Casals, quien dispuso esa misma jornada que se inicien las investigaciones en ambos países.
Más allá del cruzamiento de datos con la Policía de Paraguay los detectives buscan en suelo argentino los vínculos locales que podrían tener los prófugos para poder identificarlos y conocer sus movimientos en este país, puesto que se sospecha serían parte de una banda que contrabandea mercadería casi a diario.
El hecho ocurrió después de que el efectivo herido observara junto a un camarada de la misma fuerza que desde un paso clandestino de la costa argentina partía hacia el vecino país un bote a remos con dos hombres a bordo.
Los desconocidos subieron a la embarcación en un claro entre la maleza y más allá de subir varios bultos, dejaron cajas que hicieron suponer que llevarían de contrabando parte de la mercadería y luego volverían por el resto.
En medio del operativo -de acuerdo a fuentes oficiales- observaron que desde el territorio paraguayo llegaba otra embarcación y decidieron interceptarla, pero cuando faltaban pocos metros desde la canoa dispararon dos escopetazos.
Una decena de perdigones alcanzaron al oficial, quien cayó al piso de la lancha de la Prefectura y entonces su colega agarró el timón de la embarcación y se replegó, al igual que los demás efectivos.
Esa situación fue aprovechada por los atacantes para huir nuevamente hacia Paraguay, en tanto que el oficial fue asistido en el nosocomio local. Sufrió heridas en el brazo derecho y el mismo lado del torso, con afectación pulmonar pero está fuera de peligro.
Pese a ello, desde la fuerza se descartó la posibilidad de que ambos hechos estén vinculados y se cree que los atacantes dispararon con el único objetivo de que no los atrapen. Se sospecha también que no serían miembros de una banda narco, sino contrabandistas.
Esta teoría se sustenta en que en el paraje mencionado la Prefectura secuestró cinco cajones de frutas y verduras de 20 kilogramos cada uno y dos cajas con botellas de aceite vegetal de industria argentina, que los paraguayos pretendían llevar sin declarar a su país.
Más allá de eso, consideran que por como ocurrieron los hechos no hubo una tarea de inteligencia previa de seguimiento del uniformado y como consecuencia de ello tampoco sabrían a quienes dispararon porque -aparentemente- pretendían solamente poder fugarse.
De todas maneras ninguna hipótesis fue descartada totalmente por los investigadores y es la Justicia Federal quien tendrá a su cargo la tarea de resolver la causa. Por lo pronto trascendió en la víspera que el oficial fue dado de alta y junto a su familia abandonó Iguazú.
El hombre se presentó en la Fiscalía de Instrucción Tres, a cargo de Martín Brítez, y contó que fue sorprendido con una carga de mercaderías en la zona conocida como Riberas del Paraná y en paralelo a la voz de alto de los efectivos, recibió el disparo.
Como la denuncia fue dirigida en contra de funcionarios que dependen del Ministerio de Seguridad de la Nación y el hecho fue cometido en pleno procedimiento, el Juzgado de Instrucción Tres se declaró incompetente y remitió las actuaciones al Juzgado Federal de Eldorado, que investiga el episodio como “abuso de arma con herida resultante”.
Paralelamente a eso, la fuerza federal llevó adelante un sumario administrativo interno en perjuicio de todos los prefecturianos que participaron en el cuestionado operativo, con el objetivo de determinar responsabilidades.
