Denuncian participación de un tercer rodado en choque mortal de motos

martes 10 de septiembre de 2019 | 6:00hs.
Hugo Armentano (36) iba a ser papá.
Hugo Armentano (36) iba a ser papá.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdezfojacero@elterritorio.com.ar

Un camión municipal de recolección de residuos estuvo durante algunas horas secuestrado por mandato judicial bajo sospecha de haber tenido algún grado de participación en el choque de motos sobre la avenida Cocomarola de Posadas, en el que murieron los conductores Hugo Armentano (36) y Matías Cáceres (24).
El aporte de ocasionales testigos y familiares de las víctimas fatales fue fundamental para que los investigadores policiales apunten la pesquisa hacia la hipótesis de un tercer involucrado que posterior al siniestro continuó la marcha sin asistir a las víctimas.
Los indicios condujeron entonces hacia el corralón municipal donde el vehículo de gran porte con características similares a las descriptas fue precintado por orden del titular del Juzgado de Instrucción Tres, Fernando Verón.
Expertos de la Policía Científica de la Unidad Regional X hicieron las pericias correspondientes ante la presencia de supuestos raspones del mismo color de una de las motocicletas siniestradas, pero sobre el mediodía de la víspera se concluyó que nada tuvo que ver y por orden judicial fue liberado.
La teoría abonada por la familia no se descartó pero fuentes investigativas informaron que hasta el cierre de esta edición no había elementos sólidos para confirmarla. Igualmente, las pericias podrían extenderse hacia otra unidad utilizada para la recolección en aquella parte de la ciudad (interno 255).
Eso en base a la declaración que hizo el chofer Emanuel Melgarejo F.(33), admitiendo que esa madrugada, al pasar por el lugar en plena recolección -junto a dos municipales-, vio pasar una moto a mucha velocidad e inmediatamente escuchó una explosión, por lo que al mirar por el espejo retrovisor, vio a dos motos derrapando.
Dijo que se detuvo más adelante y, como los autos frenaron y mucha gente iba al lugar, siguió su recorrido. Eso mismo le contó a su jefe al llegar al galpón y en consecuencia negó haber hecho una mala maniobra o que las motos hayan chocado con el camión que manejaba.

Mismo sentido
Con absoluta seguridad, los familiares de ambos fallecidos plantearon la teoría que tienen respecto a cómo sucedió el siniestro e involucraron directamente al transporte en la secuencia mortal.
En ese punto afirmaron que los rodados circulaban en el mismo sentido, por lo que “el choque no fue de frente entre ambos, como se comunicó oficialmente” y, a la vez, cuestionaron la tarea de los uniformados sobre la escena del impacto. Entienden que “no hubo preservación” con la consecuente pérdida de algunos elementos que -a sus criterios- podrían ayudar a determinar la mecánica del hecho.
Micaela Ramos, esposa de Cáceres, le contó a este matutino que “testigos vieron el paso del camión pero no la mecánica del accidente. Es decir, escucharon una fuerte frenada y cuando salieron a mirar qué pasó vieron las chispas por el impacto, que fue violento. En ese punto algunos dicen que el camión giró en U y las dos motos que circulaban en el mismo sentido lo atropellaron, en tanto que otros aseguran que les cerró el paso de golpe, tocó a una moto y ésta salió disparada hacia donde transitaba la otra”.
“No está claro cómo ocurrió, pero estamos seguros de la participación del camión”, manifestó la mujer y al mismo tiempo explicó que “las motos circulaban en la misma dirección y es imposible el choque de frente, como dijeron. Un ejemplo es que la rueda de la Gilera que manejaba mi marido está entera, pero de la mitad hacia arriba, completamente destruida”, añadió.
Y continuó: “Todos tenían los cascos colocados, de acuerdo a lo que contaron quienes asistieron a los chicos antes incluso de que llegue la Policía con las ambulancias. Mi marido llegó a hablar con uno de los testigos, los paramédicos le sacaron el casco de la cabeza pero lamentablemente el golpe le produjo un sangrado interno. Murió alrededor de ocho horas después en el Madariaga. El otro fallecido (por Armentano) murió en el acto porque el casco salió de su cabeza. Fue una tragedia”.

Sospechas
Al dolor de la familia se suman las sospechas de supuesto encubrimiento, ya que cuando llegó al lugar del impacto, la avenida “había sido lavada por los bomberos, eliminando rastros y pruebas que ayudarían a esclarecer el hecho”.
Sobre eso ejemplificó que “el guante de mi marido estaba tirado en la alcantarilla”, aunque es de práctica habitual que después de un siniestro vial se eliminen de la calzada con agua los restos de plásticos, aceite o combustible para poder habilitar nuevamente la circulación.
Cáceres y Ramos tenían dos hijos, de 6 y 2 años. Era contratado en la comuna y en sus horas disponibles se dedicaba a hacer repartos de alimentos en modo delivery. Justamente, iba llevando una pizza a un cliente cuando la tragedia se cruzó en su camino. De la escena robaron su teléfono celular y dinero que tenía en la billetera.
Pero más allá de eso, convencidos de que hubo un tercer involucrado, los familiares solicitaron que quienes tengan fotos, videos o cualquier información, comuniquen a las autoridades.
“Hay cámaras de empresas de la zona que se pueden verificar, además tengo entendido que los camiones recolectores tienen sistema de GPS y están registrados sus recorridos”.

Pericias
Los investigadores de Cibercrimen revisaron registros de las cámaras de seguridad, no hallando indicios que refuercen la hipótesis.
En paralelo se pidieron informes sobre el recorrido de los recolectores para identificar cual de todos los camiones opera en la zona, al mando de quién y si entre el sábado a la noche y domingo a la madrugada hizo algún recorrido por la avenida Cocomarola.
El mismo domingo se tomaron muestras de sangre a los conductores fallecidos para certificar si alguno de ellos estaba alcoholizado, cuyos resultados se esperan.
La causa fue caratulada inicialmente como doble homicidio culposo en accidente de tránsito.
En cuanto al sobreviviente, Ernesto Gabriel Techeira (23), permanece internado bajo monitoreo permanente.