Denuncian ocupación en una reserva natural en El Soberbio

A pocos kilómetros de El Soberbio se encuentra la reserva natural El Cantar de la Pachamama, un espacio de 350 hectáreas de bosque nativo ubicado por la ruta provincial 13, a la altura del kilómetro 15.
Por iniciativa de cinco hermanos, convirtieron ese lote de selva misionera a un espacio de preservación que desde el 2015 fue otorgada mediante resolución del Ministerio de Ecología de la provincia.
Sin embargo, días atrás se convirtió en el epicentro de una disputa entre los dueños de la propiedad y seis colonos que se apropiaron del lugar.
Según manifestaron los propietarios, allí se planta tabaco, se desmontó la zona y se instalaron servicios básicos.
Pese a tener la habilitación y permiso del Ministerio de Ecología, Diego Teza, uno de los propietarios de la reserva, afirmó a El Territorio que “con mis hermanos -son cinco en total- tratamos de hacer algo por la naturaleza, porque son centenares de monte virgen, que nunca se había tocado y nuestro deseo es que siga así, pese a la situación”.
Afirmaron que la próxima semana funcionarios del área, viajarán a la zona para intentar llegar a un acuerdo entre las partes.

Los inicios de la disputa
Según rememoró Teza, desde la administración provincial entregaron en el 2015 el certificado que transformó a El Cantar de la Pachamama en reserva natural y privada.
Afirmó que fue en el marco del programa nacional de enriquecimiento y conservación de bosques nativos, que se encuadra en la ley 26.331 y la ley provincial XVI 105.
Detalló que son seis colonos que hace dos años ocupan el predio donde plantan tabaco, crían animales y tumban monte.
“Recurrimos a la Justicia y al Ministerio de Ecología para tener algún tipo de respuesta. También pensamos en recurrir ante representantes de la Red de Reservas Naturales de Nación y denunciar la situación ante la Unidad de Fiscalía de Temas Ambientales”, señaló.
Agregó que firmó un compromiso para evitar algún tipo de alteración al estado natural de la selva pero que los intrusos atentan contra la flora de la zona.
Además precisó que en 2016 se buscó llegar a un acuerdo con los ocupantes, quienes debían abonar unos 4.500 pesos de aquel año y equivalentes a 245 kilos de tabaco burley, a pagarse en un lapso de cinco años, pero no se llegó a un acuerdo entre las partes.

Hábitat de larga data
Por su parte, los señalados por la ocupación afirmaron que no son intrusos.
En diálogo con este matutino, Marcelo Gohlke, afirmó que “somos unas 28 familias que habitamos en el Lote 1F, que es el que está en el eje del conflicto, y lo habitamos desde hace 16 años”.
Argumentó que posee toda la documentación y que efectuó la compra ante escribano público. Agregó que “tengo luz desde 2006 y los documentos presentados ante el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) para plantar yerba. Planto también tabaco y tengo los recibos de mensuras y pagos de rentas”.
Gohlke recordó que fue Teza quien le ofreció vender esas tierras. “Yo les vendo las tierras, el inmueble y ustedes háganse cargo de los gastos de mensuras, de impuestos municipales y de escritura”, rememoró.
En tanto que Carlos Batista, productor de la zona, expresó que habita hace 35 años en el lugar y “que fue el padre de Diego, Hugo Teza, quien deforestó el monte nativo de 20 hectáreas de pino y no hicieron nada. Esas tierras estaban hipotecadas y el título debe estar en el Banco”.
Luego Gohlke acotó que “desmentimos que Teza haya iniciado la deforestación en 2015. Hay documentaciones que respaldan lo que decimos, que desde 2006 habitamos. Hay gente que nació hace más de 35 años en estas tierras”.
También adjuntó que posee un contrato de cesión de derechos posesorios con fechas del 2004 cuando “Luis Carvallo cede a Marcelo Gohlke el lote ubicado en disputa".

Preocupación municipal
Un total de quince que fueron acusados por intrusión elevaron el reclamo al Concejo Deliberante de El Soberbio para plantear la inquietud ante los ediles.
El viceintendente del municipio, Ricardo Leiva, manifestó que “vamos a estar en defensa del medioambiente, pero se mostró documentaciones que datan que la zona está habitada desde mucho antes que fuera declarada reserva”.
También informó que en la Municipalidad no existen antecedentes que den cuenta que se haya creado la reserva y que, hasta el momento, sólo se presentó un proyecto para que las 350 hectáreas en cuestión sean declaradas de interés municipal. Esta iniciativa no fue tratada, relevaron.