Decidieron terminar sus estudios secundarios y hoy son abanderados

lunes 24 de diciembre de 2018 | 3:00hs.
Decidieron terminar sus estudios secundarios y hoy son abanderados
Decidieron terminar sus estudios secundarios y hoy son abanderados
Néstor González Dos Santos (30) y Carla Noelia Ifrán (28) están casados desde hace 12 años y ambos abandonaron los estudios de nivel secundario por diferentes motivos durante su juventud.

Por iniciativa de Carla, decidieron retomar aquello que habían dejado atrás y hoy son el ejemplo del colegio nocturno, ya que ella es abanderada y él escolta de la enseña patria en el BOP N° 3 de Campo Viera.

“Nos conocemos de chicos con Néstor, íbamos a la escuela primaria juntos y después, por diferentes motivos, él dejó de estudiar porque tuvo que salir a trabajar haciendo tarefa y en mi caso también se me complicó seguir estudiando”, contó Carla a El Territorio.
Sin embargo, el amor siguió y una vez de novios, decidieron casarse y formar una familia, hoy compuesta por el matrimonio y dos niños en edad escolar. Sin embargo, entre el trabajo y el hogar, la mujer de la casa apuesta a seguir aprendiendo y terminar el colegio.
En este sentido, comentó: “Lo había hablado con Néstor, pero él no estaba convencido porque trabaja todo el día, igual fui y me anoté y a él también. Costó pero ya estamos en el último año del secundario”.

Aunque el panorama no es el más favorable, ambos le dedican mucho esfuerzo todos los días. En el caso de Néstor, trabaja realizando empedrado, labor que a veces lo obliga a permanecer durante horas bajo el sol y con altas temperaturas. Y ella es ama de casa y se dedica plenamente al cuidado de sus hijos, pero nada les quita el sueño de recibirse. 

“Cuando me informaron que era el mejor promedio del colegio no podía creer, como tampoco lo de Néstor. No es fácil, pero ahora vamos a portar orgullosos la bandera nacional y después de que terminemos el colegio veremos qué seguiremos estudiando, porque esa es la idea”, confirmó la flamante abanderada Ifrán.

Ambos representan un ejemplo de superación personal, siendo esta una experiencia enriquecedora que pone en escena las grandes ventajas de animarse y no bajar los brazos.