De un paraje de Andresito a la magia de las ballenas en Chubut

martes 17 de diciembre de 2019 | 3:00hs.
Los chicos vivieron en Chubut una de las mejores experiencias de sus vidas.
Los chicos vivieron en Chubut una de las mejores experiencias de sus vidas.
Victoria Bergunker

Por Victoria Bergunkerinterior@elterritorio.com.ar

Son hijos de agricultores y tabacaleros. Recorren a diario una distancia de hasta cuatro kilómetros para asistir a la escuela y la vida misma para ellos es un sacrificio. Pero antes de terminar el año cumplieron un sueño: viajaron a Punta Pirámides, Chubut, y conocieron otra realidad compartiendo historias con sus pares del sur.
Meses atrás, en agosto, un grupo de alumnos de la Escuela 87 de Punta Pirámides llegó a Misiones a conocer las Cataratas. En aquel momento, los chicos visitaron la Escuela Satélite 3 del paraje Tres Leones de Comandante Andresito y conocieron parte de la historia, flora y fauna misionera.
Este fue el primer paso de un lazo que perduraría en el tiempo. Meses después se volvieron a poner en contacto con los misioneros pero esta vez con una propuesta mucho más interesante: les enviaron una invitación a su provincia con estadía y comida incluida para cinco alumnos y un docente, ellos solo debían conseguir los pasajes.
Fue entonces cuando comenzaron las gestiones para poder viajar. Desde la escuela, tanto la maestra Viviana Olmedo como la directora, Rosa Inés Wertepovicz, se pusieron en contacto con diferentes personas hasta que llegaron a Adriana Bahniuk, una empresaria de 40 años que vive al servicio de la gente.
En diálogo con El Territorio, recordó: “Preparando un mate recibí un mensaje pidiéndome si podía ayudar a los chicos de Andresito con los pasajes, así que me empecé a mover para conseguirlo y lo logramos. Llamé a un montón de personas, golpeé puertas y hubo gente súper generosa, empresarios atentos y a disposición de las personas que lo necesitan”. Fue así que consiguieron gran parte del dinero para los pasajes, mientras que la otra parte la aportaron los padres de los alumnos del sur.
Adriana recordó la emoción que sintió al recibir el esperado sí: “Estaba en la calle con una amiga, empecé a gritar como loca y cuando los chicos recibieron la noticia no daban más de alegría”.
“Los chicos se subieron por primera vez a un avión y conocieron las ballenas, ahora solo me queda pendiente conocerlos a ellos. Cuando hacemos algo con el alma ocurre la magia y fue lo que pasó con los chicos. Me explotó el corazón de alegría”, expresó.
El programa Acá te lo Contamos dialogó además con Wertepovicz, la directora de la escuela, quien relató sobre la experiencia que vivieron sus alumnos con la maestra que los acompañó.
En este marco, comentó que además de realizar el avistaje de ballenas, anduvieron en kayak, hicieron caminatas donde conocieron la flora y fauna del sur, fueron a una pingüinera y se adentraron en la planta potabilizadora de agua del mar.
“Es una escuela rural de bajos recursos, entonces es imposible que ellos se hubieran podido pagar este viaje. Para ellos fue una experiencia súper enriquecedora en todos los aspectos”, dijo.
Finalmente, reflexionó: “Los padres estaban muy contentos porque no conocían Iguazú y mucho menos el aeropuerto, así que acompañaron a sus hijos cuando viajaron y pudieron conocerlo. Para ellos también fue algo muy novedoso. A mi me gustaría que continúe esta actividad, hay que valorar el trabajo en equipo”.


La escuela rural que contiene 4 aulas satélite

La Escuela Primaria 707 La Ecológica tiene a una matrícula de 195 alumnos. Está ubicada sobre la ruta provincial 24, a 28 kilómetros del casco urbano de la localidad de Comandante Andresito.
Es una escuela núcleo, y es la única en la provincia de Misiones que tiene a su cargo cuatro aulas satélite. En este caso, los chicos que viajaron pertenecen a la 3 y son 19 en total, aunque sólo fueron cinco.
“Trabajamos de manera plurigrado, hay una maestra que se ocupa desde nivel inicial hasta tercer grado, que es Viviana (quien fue a Chubut); mientras que del segundo ciclo se ocupa Griselda Sánchez”, explicó Weterpovicz. El edificio es muy precario, está hecha de madera y desde su inauguración no fue refaccionada, por lo que necesita arreglos estructurales muy grandes.
Actualmente, aunque terminaron las clases, los chicos tienen a disposición talleres otorgados a través del Programa Porvenir NEA, que trabaja para la prevención y erradicación progresiva del trabajo infantil agrícola en el sector tabacalero del noreste argentino. “La idea es que los chicos hagan actividades durante sus vacaciones y no estén en galpones de tabaco”, concluyó la directora.