De Holanda a San Pedro, buscan preservar al cara canela

domingo 11 de agosto de 2019 | 1:00hs.
El cara canela y su clásico copete rojo.
El cara canela y su clásico copete rojo.
El pájaro Carpintero Cara Canela resulta llamativo en especial por su copete rojo, detalle que encantó desde muy pequeño al holandés Martjan Lammertink (48), quien no quiso dejar que el paso del tiempo le impidiese realizar una investigación sobre la mencionada especie, que elige como hábitat selva virgen. Por ello Misiones es uno de los lugares buscados por la especie y motivo por el cual el biólogo se encuentra desde 2011 en San Pedro llevando adelante un importantísimo trabajo de investigación para preservar maravilloso animal en peligro de extinción.

Lammertink desde los 19 años trabaja en varios países con especies de aves raras, en peligro de extinción, y en esta oportunidad junto a su esposa oriunda de Indonesia, Utami Setiorini, trabajan en la Capital de la Araucaria con el Cara Canela.

La iniciativa fue presentada por el investigador ante el Conicet recibiendo aprobación para que fuera llevada adelante y de esta forma, más allá de toda la labor e importancia científica a la cual están abocados, es como el cumplimiento de un sueño de los realizadores para que la humanidad conozca y se pueda preservar este ejemplar, evitando que se extinga como el carpintero imperial de México.

El Cara Canela está entre las aves en peligro de extinción y es la más rara de las tres clases de carpintero que existen. Posee un cuerpo pequeño, plumaje negro con rayas amarillas y blancas, copete rojo y en el caso de la especie investigada, la hembra tiene en la cara plumaje de color canela. Se encuentran distribuidos en Brasil, partes de Argentina y Paraguay, precisamente en las superficies donde aún se conservan monte virgen, siendo los bosques intactos de Misiones los que permitieron al equipo instalarse en San Pedro para dar inicio al proyecto. Lograron hasta el momento seguir a 16 individuos de Cara Canela.

En uno de sus recreos, el biólogo recibió a El Territorio para brindar algunos resultados del trabajo que ya se encuentra en la fase final de la primera etapa, donde apuntó a la provincia como la esperanza para salvar la especie.

“A diferencia de Brasil o Paraguay, donde quedan muy pocos ejemplares de carpintero Cara Canela, creemos que en Misiones puede haber más de 2.000 individuos, hay más esperanza para salvarlo, pero para ello es importante saber acerca de este pájaro, conocer por qué es tan raro, por qué está asociado a bosques muy cerrados, viejos y queríamos saber por qué exactamente está conectado con ese tipo de monte”, indicó Martjan Lammertink.

En el estudio buscan conocer cómo vive el animal, qué necesita para su alimentación, nidificación y pernocte, comparando características entre montes vírgenes y explotados, para conocer el uso que se le da en el territorio a esos dos tipos de ambientes.

San Pedro es el único lugar de la selva atlántica entre Brasil y Paraguay que cuenta con espacios de bosque virgen, entre estos sitios se encuentra el Parque Provincial Cruce Caballero, reserva cultural y natural de Papel Misionero, dentro de la Biósfera Yabotí, con más de 9.000 hectáreas intactas.

Uno de los primeros lugares donde comenzó a ejecutarse el proyecto de investigación entre los años 2012 y 2013 fue justamente el Parque Cruce Caballero y un lote adyacente de Arauco Argentina. En 2016 y 2017 persiguieron a la especie en el lote 13 dentro del Yabotí y desde 2018 se encuentran trabajando en la reserva de Papel Misionero, pudiendo de esta forma analizar dos espacios nativos sin explotación y dos de donde se extrae madera. En cada lugar no solo monitorean al Cara Canela, sino también a dos especies de carpinteros más, el Garganta Estrellada y el Carpintero Grande.

El estudio a los pájaros es realizado mediante equipos de radio telemetría, localizando al animal por medio de la vocalización, lo que suele ocurrir a primeras horas de la mañana. Considerando el tipo de monte en el que se encuentran, una vez que los investigadores ubican el árbol donde posee el nido, llegan hasta ese punto abriendo picadas, lo que representa un trabajo bastante forzoso.

El trabajo a campo se desarrolla cuatro días por semana durante un periodo de seis meses al año, en los cuales se instalan en campamentos para capturar al pájaro y de esta forma colocarle un pequeño radio trasmisor.

El tiempo de captura no dura más de 10 minutos y el pájaro es liberado y monitoreado durante cuatro o cinco meses por medio de la señal de una antena que tiene un alcance de unos 400 metros, por lo que caminan siguiendo esa señal y logran mapear las necesidades del ave.

La minuciosa dedicación arrojó ya tres datos llamativos hasta la fecha, uno de ellos tiene que ver con el ADN que agrupa a cada especie.

“Antes se pensaba que el Carpintero Grande era del genero Campephilus y que el Cara Canela y el Garganta Estrellada pertenecían al género Dryocopus, en realidad descubrimos que el Cara Canela pertenece al género Celeus y el Garganta Estrellada al Dryocopus que generalmente son amarillos y marrones pero en este caso creemos que la evolución llevó a que se parezca exactamente a los otros dos, esa fue la primera sorpresa”, explico Lammertink.

En lo que respecta a segundo descubrimiento tiene que ver con la razón por la cual el Cara Canela escoge los montes con árboles muy añejos. Según lo que pudieron investigar, esto se debe a la diferencia que presenta comparada a cualquier otro carpintero, es que el Cara Canela no utiliza huecos hechos por carpinteros, sino que siempre duerme en huecos formados por decaimiento en árboles grandes y viejos, especies arbóreas que a su vez son muy buscadas por la industria maderera como ser la Grapia, Guatambu y Rabo.

En este sentido también analizaron que los huecos deben ser grandes porque una vez que nacen los pichones, que suelen ser dos, después de la anidación el macho y la hembra se hacen cargo de uno de ellos por dos meses y medio. Durante ese tiempo duermen juntos en el mismo hueco, por lo que debe ser de tamaño considerablemente grande.

El tercer descubrimiento también hace referencia a la importancia de la preservación de los bosques vírgenes para la subsistencia del Cara Canela, porque según las observaciones del equipo, así como las demás especies de carpinteros, el cara canela construye su propio nido pero a diferencia de las demás, nuevamente la especie investigada sorprende, ya que solamente realiza su nido en dos especies de árboles, el laurel negro y laurel amarillo.

“Buscan un laurel grande que tenga un gajo muerto y allí hacen su nido, eso se debería a que este tipo de árboles cuenta con muchos hongos que hacen que se pudra bastante facilitando la realización del hueco para un pájaro que a diferencia de los otros dos de su tipo son más chiquitos y tienen el pico más pequeño, y esta madera históricamente no era buscada por la industria maderera pero cada vez es más explotada y ese es otro factor que impacta al Cara Canela”, argumentó el biólogo con especialización en aves.

Con esta información, que una vez finalizado el trabajo de campo se pasará a la etapa de redacción y análisis de datos para ser publicada la investigación en revistas científicas, pretenden realizar recomendaciones en montes donde se realiza extracción de madera para preservar algunos de los tipos de árboles que necesita el Cara Canela y también identificar cuáles son las zonas prioritarias dentro de Misiones para la preservación de la especie.

Además de Martjan Lammertink, el Conicet aporta la financiación para un becario de la Unne de Corrientes, Juan Manuel Fernández.

Y durante estos más de siete años participaron de proyecto varios estudiantes de la carrera de Técnico Universitario Guardaparque del Instituto Superior San Pedro y considerando la importancia de identificar cada especie de madera, cuentan con la valiosa colaboración del sampedrino Sebastián Pereira, quien hace muchos años trabaja con madera. Otro aporte importante que les permite avanzar con la investigación tiene que ver con la colaboración del laboratorio de ornitología Cornell de Estados Unidos.

La pareja destacó el estado de preservación de selva en Misiones, en comparación con las problemáticas que se presentan en áreas protegidas de países como Indonesia, Borneo, México, Cuba, Brasil y Estados Unidos, donde estuvieron trabajando anteriormente y en una ocasión intentaron hallar a la especie Carpintero Imperial de México, que vivía en la Sierra Madre Occidental al Norte de ese país, y luego de un año medio de búsqueda se llegó a la conclusión de que ese pájaro ya no existe, por lo que existe una fuerte razón para insistir en Misiones con la preservación del Cara Canela.

Por ello, una vez finalicé la etapa de investigación con radio telemetría, la idea de la pareja es permanecer en San Pedro junto con sus hijos Palung (11) y Kikan (6) para continuar trabajando con este tipo de proyectos.

“Esta conservación de monte en Misiones nos da la esperanza de que se utilizarán los resultados del estudio para salvar a la especie, porque cuesta mucho, son años de trabajo, esfuerzo y riesgos para sacar toda esa información, lo que por ahí no es valorado en otros países, acá tenemos la idea de que algo va pasar, estamos muy felices de trabajar en esta zona y muy satisfechos con los resultados claros que encontramos para poder salvar a este hermoso animal”, finalizó el investigador.