Al rescate de comida para ayudar a los más carenciados

domingo 23 de diciembre de 2018 | 6:00hs.
Victoria Bergunker

Por Victoria Bergunker interior@elterritorio.com.ar

Brisa Daniela Martins tiene 18 años y hace algunas pocas semanas es voluntaria activa del Proyecto La Comida No Se Tira. La particularidad de su historia es que desde el año pasado anhelaba poder formar parte de este voluntariado, cuando algunos miembros dictaron una charla en el colegio al que asistía, la Normal Mixta.
Debido a que aún no era mayor edad, debió esperar a cumplir los 18 años para poder salir a hacer rescates de comida, que era el rol que más le gustaba. Sin embargo, desde ese entonces comenzó sus primeros pasos a través de una lucha silenciosa y un trabajo de concientización a sus compañeros de colegio, intentando incentivarlos a formar parte del proyecto junto a ella.
Luego de una larga espera, hace dos sábados logró materializar su deseo y rescató 130 kilos de verduras en el Mercado Concentrador, institución que se sumó recientemente con el aporte de los productores misioneros. Así es que dicho excedente fue posteriormente entregado en los comedores Medalla Milagrosa y El Sol. La sonrisa se le dibuja en el rostro cuando habla de ello.
“Juntamos lo que había y llevamos al comedor de doña Betty (Medalla Milagrosa), la señora se puso muy feliz porque es algo que le sirve a ella que hace todo a pulmón y también a la gente que va ahí. Fue lindo saber que le iba a ser útil lo que le llevamos”, recordó entusiasmada.
A pesar de que Brisa tiene un espíritu solidario, es la primera vez que se anima a sumarse a un voluntariado y confiesa que se siente muy bien al respecto. “Está bueno que los jóvenes se sumen o que tomen conciencia de no tirar los alimentos, nosotros que tenemos vitalidad podemos ser de gran ayuda a otras personas, ojalá sean más los que se sumen y se animen”, finalizó.

El Proyecto
La Comida No Se Tira es un voluntariado que surgió hace seis años bajo el nombre de Plato Lleno. En este sentido, Ana María Villalba, coordinadora del área de voluntarios, explicó a El Territorio: “Después decidimos en reunión con todos los voluntarios denominarnos como nuestro mensaje, que es que la comida no se tira”.
Además, explicó que actualmente el grupo cuenta con alrededor de 60 miembros, entre rescatistas, comercios adheridos y voluntarios autogestionados, que son aquellos que llevan ellos mismos los alimentos a los hogares a través del contacto previo con la organización.
En cuanto al procedimiento, una vez que se realizan los rescates de comida, los envuelven cuidadosamente en bandejitas de plástico con film y los entregan a donde haga falta, utilizando las medidas de higiene necesarias para no contaminarlos.
Finalmente, Ana María comentó que “cada vez se suman más y para nosotros eso es una gratificación inmensa porque quiere decir que nuestro mensaje es claro y llegó”.
El proyecto ya lleva más de 20 mil kilos de comida rescatada en Posadas y para estas fiestas lanzaron la campaña Diciembre Hambre Cero con el objetivo de concientizar a través de las redes sociales y brindar consejos para no desperdiciar los alimentos, ya que son fechas en las que suele haber un exceso de comida en los hogares.