32 años de pura pasión

viernes 17 de abril de 2020 | 2:00hs.
32 años de pura pasión
32 años de pura pasión
Pablo Lizarraga

Por Pablo Lizarraga plizarraga@elterritorio.com.ar

El rally misionero celebra 32 años de independencia, ya que un día como hoy pero de 1988 culminaba la primera fecha del primer campeonato Misionero de Rally.
El rally había llegado a Misiones en 1984 de la mano de los paraguayos que no podían correr en su país, debido a que el dictador Alfredo Stroessner había prohibido la actividad.
Fue así que entre 1984 y 1988 se disputaron los famosos Rally Integración, donde la mayoría de los pilotos llegaban con el ferry desde el vecino país para despuntar el vicio en los caminos de Misiones.
Hipólito Cortés, padre del automovilismo misionero, y presidente de la Federación Misionera de Automovilismo Deportivo en esos años, vio como crecía el parque de autos y la cantidad de binomios locales en cada una de las ediciones de los Integración y resolvió armar un campeonato misionero.
Para lograr los primeros pasos se contó con la colaboración del Círculo Encarnaceno de Volantes, que puso a disposición su estructura como la finalidad de ir formando los oficiales deportivos.
Se sumaron más pilotos y por ejemplo Marcelo Sniechowski, padre de Tomas -actual piloto de la Clase 3 del Turismo Pista- dejó el karting para saltar al rally y correr su primera carrera como piloto de rally con un Fiat 128 1100cc. 
Por su puesto no podían faltar los paraguayos y llegaron los mejores del vecinos país, como Eugenio Plánas, Eduardo Elizeche, Raúl Cubas y Alfredo Scheid, entre otros.
La competencia se puso en marcha en la plaza 9 de julio en pleno centro de Posadas y fue un gran acontecimiento que contó con el  acompañamiento del público según las crónicas del diario El Territorio.
Fueron 40 los binomios inscriptos, pero llegaron a largar 39 porque se rompió el motor del Peugeot 504 del paraguayo Ricardo “Batería” Barros cuando bajaban el auto del ferry que unía Encarnación con Posadas.
La primera etapa se corrió por Posadas y San José. Largando la primera prueba en el autódromo, corriendo por lo que ahora es la avenida Cabo de Hornos, pasando por un puente de madera y terminando donde actualmente está la cárcel de encausado. El segundo tramo se corrió en campo San Antonio, en San José.
La primera etapa fue ganada por Eduardo Elizeche, quien se impuso en el primer PC, y a sólo 46 segundos quedaba el posadeño Juan Jambrina, quien ganó los PC 2 y 3.
La competencia se definió el domingo 17 de abril y no estuvo exceptuada la polémica, debido a que hubo algunos problemas con las tarjetas de los PC 4 y 5.
El paraguayo Eduardo Elizeche  ganó la general y la Clase 2, con VW Gol 1.6 y un acumulado de 1h54m22s; a un promedio de 119,918.
Segundo en la general y primero en la Clase 5 quedó el posadeño Adolfo “Pachón” Valenzuela (VW Gol 1.6), quien fue el mejor misionero ubicado en esa primera clasificación. El podio de la general lo completó Alfredo Scheid (VW Gol 1.6).
Aquella prueba fue la primera de cinco fechas que tuvo ese primer campeonato.
Los campeones de ese año y que quedaron en la historia por ser los primeros misioneros fueron Marcelo Sniechowski-Oscar Alberto Smichowski (Clase 1), Carlos Malarczuk-Ernesto Spaciuk (Clase 2, José Espíndola-Mariano Kliuka (Clase 3), Guillermo Fulquet- Juan Pablo Alloú (Clase 4), Adolfo “Pachón” Valenzuela-Jorge “Chalo” Koziuk (Clase 5) y Ricardo Culshaw-Ramón Chamorro (Clase 8).
Ese campeonato fue recordado también porque marcó la despedida de los paraguayos de los caminos misioneros ya que en 1989, con el derrocamiento de Alfredo Stroessner, el rally volvió a Paraguay con su campeonato nacional.
Si bien los binomios del vecino país siguieron viniendo hasta 1990 ya no fue de manera masiva como en aquel primer campeonato.
El rally misionero logró su independiencia y con altas y bajas fue formando su propia identidad. 
En el 2002 la formación de la Asociación Misionera de Pilotos y Navegantes de Rally (Ampynar) dio  un paso fundamental para darle el impulso necesario al rally en Misiones. A 32 años de aquella primera prueba, el rally misionero goza de buena salud gracias a la Ampynar y la buena relación que hay con la Femad.