Violencia y encierro

domingo 28 de junio de 2020 | 6:00hs.
Más casos y con mayor carga de agresividad. Ese es el grave cuadro de situación en cuanto a la violencia machista tras 100 días de cuarentena por la pandemia de coronavirus
Más casos y con mayor carga de agresividad. Ese es el grave cuadro de situación en cuanto a la violencia machista tras 100 días de cuarentena por la pandemia de coronavirus
 Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

El 19 de marzo a las 21.14, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, aparecía en escena y frente a los micrófonos de la residencia de Olivos lanzaba un anuncio que iba a cambiar por completo la rutina diaria de la sociedad argentina.
En esa conferencia, Fernández comunicaba que esa medianoche comenzaría el aislamiento social preventivo y obligatorio en todo el país como medida para combatir la pandemia del Covid-19.
En otras palabras, el decreto establecía que todos los habitantes del territorio argentino debían encerrarse en sus hogares. Sólo unos pocos, los que cumplían las denominadas actividades esenciales, iban a poder continuar circulando.
Comenzaba así un período de cuarentena que ayer cumplió 100 días, aunque con el paso del tiempo las medidas se fueron flexibilizando en distintas provincias, a excepción de Capital Federal y Gran Buenos Aires, que desde el miércoles deberán volver a la fase 1, la más estricta del aislamiento.
A pesar de la obviedad, la situación demostró que cada realidad es distinta en los actores de una sociedad y en medio de esas medidas de aislamiento hubo muchas mujeres que debieron quedar encerradas con su propio agresor, elevando el nivel de tensión y potencial riesgo en cada una de ellas. Es decir, a los múltiples factores que influyen en la problemática de la violencia de género se les sumó un grave condicionante más: el encierro.
La situación obligó entonces a doblegar esfuerzos desde los distintos organismos para socorrer, proteger y/o acompañar a posibles víctimas, como así también a repensar acciones que faciliten las maneras de pedir de auxilio.
En ese contexto, en la Línea 137, que funciona las 24 horas y los 365 días del año, habilitaron un WhatsApp (376-4249224) que facilitó la comunicación por mensajes entre su equipo interdisciplinario y las víctimas.
Desde la Dirección de Asuntos de Familia y Género de la Policía, en tanto, se profundizó en la capacitación para que todo el personal policial esté preparado para saber cómo ayudar a las denunciantes y se arbitraron mecanismos que permitieron agilizar el procesamiento de las denuncias con los respectivos juzgados, lo cual acortó los tiempos de respuesta a las víctimas, algo que, en muchos casos, puede ser determinante.
Sin entrar en números, porque “un caso ya es grave y triste”, la comisario inspector, Alicia Romero, jefa de la mencionada dirección, explicó que durante la cuarentena la problemática aumentó, al igual que la gravedad que cada uno de los casos representó.
Desde el colectivo de mujeres Progen (Promotoras de Género) también coincidieron en advertir que durante la cuarentena hubo un recrudecimiento en las situaciones de violencia. Casos testigo fueron dos intervenciones realizadas en Garupá, donde dos mujeres con sus hijos debieron ser rescatadas de hombres maltratadores y abusadores.
Pero, en medio de todo ello, también hubo otras víctimas que no alcanzaron a ser corridas, casos en los cuales el círculo de violencia llegó a su punto extremo.
Es que tan sólo habían pasado 48 horas desde el anuncio del presidente cuando en Misiones se registró el primer femicidio durante el aislamiento y el segundo del año para ese entonces en la provincia.
Eran las 21.10 del 21 de marzo cuando los uniformados de la comisaría de Puerto Libertad acudieron al barrio Itatí y encontraron a Lorena Barreto (32) malherida en plena calle. La víctima terminó falleciendo en el hospital.
Minutos antes, la mujer había sido apuñalada en el corazón por su concubino, Roberto Rivero Medina (74), quien actualmente está procesado con prisión preventiva por el delito de femicidio.
Después de ello se sucedieron otros femicidios, como el recientemente registrado en San Javier, donde Yésica Tavarez (19) fue asesinada de un corte en el cuello por su pareja Daniel Silveira Márquez (29), que después se suicidó en la misma escena.
“Pensamos que se trataba de una pelea más entre tantas”, fue el comentario vox pópuli en el barrio, lo cual genera aún más dolor porque significa que el hecho pudo haber sido evitado o esa víctima pudo haber sido auxiliada antes.
Ante esta situación, la comisario Romero insiste en concientizar respecto a saber detectar las fases del denominado círculo de la violencia y a la importancia que tienen las denuncias de un tercero.
“La denuncia de una tercera persona, que no es agresor ni víctima, pero que sabe que existe un episodio de violencia en esa familia, es muy importante. Esa persona puede denunciar e incluso lo puede hacer con reserva de identidad y en cualquier comisaría se puede hacer”, recalcó.
Explicaciones y recomendaciones como estas, además de reflexiones e historias testigo sobre la violencia de género en la cuarentena, es lo que el lector encontrará en este nuevo informe de El Territorio.
Esta problemática es una cuestión de Estado y como tal debe seguir al tope de las prioridades, aún con la pandemia acechando. Acá también hay vidas en juego.


Líneas de ayuda

Línea 137
contra la violencia de género
Línea 911
para emergencias de todo tipo

3764-249224
WhatsApp para pedir auxilio