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Su ex le robó todo y ahora duerme con su hija en el piso

domingo 28 de junio de 2020 | 6:00hs.
Cristina perdió casi todo.
Carlos Cardozo

Por Carlos Cardozofojacero@elterritorio.com.ar

Cristina Domeraski (30) tenía todo. “Una casa armada con todo lo que se necesita”, como ella misma lo explica. Llegó a Posadas desde San Javier hace tres años y desde entonces trabajó, buscó un techo y pudo comprarse lo necesario para darle una mejor calidad de vida a su hija, que hoy tiene cuatro años.
Alquilaba un departamento en el barrio Club Educación de la capital provincial, pero el jueves 18 por la noche se topó con la incertidumbre cara a cara y el esfuerzo de años evaporado. O mejor dicho, arrebatado. Sólo había un poco de ropa, cortinas y sábanas rotas. Su ex pareja se había llevado todo.
Los muebles, la cocina y sus elementos, camas, colchones, lavarropas, secarropas, televisión. Todo. El responsable se llevó hasta sus prendas “más lindas”, los abrigos nuevos de su hija, la planchita del pelo. Hasta las pinturas de uña, papeles de Anses y su partida de nacimiento. “Me quedé en la calle, me quedé sin nada”, repite Cristina sin poder entender.
Ahora está en la casa de una amiga en Garupá. “Estoy durmiendo en el piso porque me conseguí un colchoncito chico para que mi hija duerma más cómoda. Ella duerme en el piso y yo duermo en el sillón, pero antes dormíamos los dos en el sillón”, relató en una entrevista a El Territorio.
Su amiga la cobijó como tal, pero también viven en la casa sus dos hijos y marido, por lo que sabe que no puede quedarse allí mucho tiempo, sobre todo con la llegada del frío: “No se puede dormir así, pero yo no tengo otra forma de vivir y no queda otra que aguantar. Por eso necesito ayuda, si alguien puede ayudarme con colchón, una cama, o una cocina para empezar de cero. Estaría muy agradecida la verdad”.
En esa casa había estado dos días de visita, antes de volver y toparse con el robo. Primero lloró, pero después no le quedó otra que secarse las lágrimas, juntar lo que había quedado y volverse. La denuncia la hizo en la Comisaría de la Mujer de Fátima, aunque hasta ahora no recibió novedades.
La denunciante sabe que fue su ex pareja, Jorge M. (37), porque el dueño del alquiler y un vecino le dijeron que había llegado con una camioneta y cargado las cosas. Lo que no se explica es cómo entró porque el hombre no tenía llave e incluso nunca había vivido en el lugar. No piensa volver a ese alquiler, porque se dio cuenta que no es seguro.
“No teníamos una relación de pareja actualmente porque él se iba, venía, por ahí se iba y no volvía un tiempo. Hacía como tres meses que yo no tenía ningún tipo de comunicación con él, ni hablamos ni le veía. Pasaron tres meses que no teníamos contactos ni siquiera por teléfono”, gráficó.
La relación -dice- comenzó hace más o menos un año y, más allá de las diferencias que surgen en una pareja, no había pasado ninguna situación que le haga pensar que podría dañarla de esta forma. Tampoco tiene un teléfono para contactarlo, porque el denunciado el último tiempo de juntos decía que no tenía celular y simplemente se aparecía de vez en cuando en el alquiler de Cristina. “Conociéndole, pienso que ya vendió o incluso hizo el negocio antes y se llevó todo. Es lo que pienso, pero la verdad no sé”, especuló la entrevistada.
Al ser consultada por su hija, con lágrimas en los ojos la mujer describió que “la está pasando re mal porque ella estaba acostumbrada a sus cosas. A su cama, a tener su casa, su techo, tele, estar tranquila y no es lo mismo al estar en la casa de otra persona. No se merece lo que está viviendo”.
De todas formas resaltó que su pequeña “es la única que me da fuerzas para salir adelante, porque si no fuera por ella no sé qué sería de mí”.
Cuando Cristina conoció al denunciado ya tenía todo lo que ahora le falta, por eso le cuesta asimilar su presente. “Es el esfuerzo de años. Yo trabajé de niñera mucho tiempo con una señora y, de a poquito, a veces dejando de comprarle algo a mi hija, compré las cosas para que ella esté mejor y para que vengan y me hagan eso. No entiendo, estoy indignada. De tener todo a estar tirada con mi hija en el piso”, agregó.
Cristina en la actualidad cuida a una señora que la recibe tres veces. No es un trabajo seguro y encima le cuesta dejar a su hija con toda esta situación. Quienes quieran ayudar pueden contactarse a su teléfono 03754-15418884.
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