Vecinos se unen para recuperar monte nativo

domingo 26 de julio de 2020 | 5:00hs.
Vecinos se unen para recuperar monte nativo
Vecinos se unen para recuperar monte nativo
San Pedro es un departamento favorecido por contar en su territorio con reservas naturales privadas y estatales. Sin embargo, están expuestas diariamente a acciones perjudiciales, siendo de urgencia la puesta en marcha de trabajos que permitan frenar el avasallamiento contra el medioambiente. Así es como los guardaparques, instituciones y vecinos tomaron la posta a fin de preservar los recursos naturales en peligro de extinción.

Una de las riquezas naturales que forma parte de la Capital de la Araucaria es la Reserva de Biósfera Yabotí, declarada tal mediante ley provincial. Además de representar el mayor bloque continuo de selva paranaense, integrando el Sistema de Áreas Naturales Protegidas de Misiones, es reconocida internacionalmente por la Unesco y forma parte de la Red de Reservas de Biósfera de la Argentina.

Esta ley que transformó 221.155  hectáreas en reserva permite conservar su estado original y proteger el último reducto de monte, hábitat indispensable para las especies que en ella viven como el yaguareté o tigre misionero, que comparte el territorio con los tapires, pecaríes, agutíes, águilas, venados, entre otros tantos. Pero este refugio natural es atacado de forma permanente por la tala indiscriminada de árboles, la caza y la pesca furtiva. Si bien la extracción o cosecha forestal es una actividad permitida cuando se hace uso maderable y consciente del recurso, no está permitida en espacios destinados a la convservación a fin de mantener el bloque continuo de selva, evitando la conformación de islas deforestadas.

Proyecto innovador
En la localidad se llevan adelante distintos proyectos a fin de generar conciencia sobre la importancia de cuidar a la naturaleza y cada uno de los recursos que en ella se encuentran. Entre estos, varias consisten en propuestas sobre educación ambiental, algunas llevadas adelante por el Instituto Superior San Pedro, donde se forman los protectores de la selva, tarea que es reforzada con acciones directas realizadas con las familias en la zona rural, como las iniciativas que buscan recuperar áreas de bosque que lleva adelante la Fundación Vida Silvestre con la ejecución del Proyecto Yaguareté.

La experiencia de Vida Silvestre consiste en reforestar con especies nativas hectáreas de pequeños productores, a fin de generar corredores biológicos para la fauna, pero pensando en recompensar de cierta forma al colono, atendiendo alguna necesidad por la que atraviesan las familias rurales, en este caso relacionada al acceso al agua.

Esto porque el proyecto tomó, con el paso del tiempo, un enfoque que engloba a todo el paisaje de la zona identificada para preservarla y recuperarla. La propuesta tuvo su prueba piloto en la localidad de Comandante Andresito donde lograron intervenir con acciones positivas en 285 hectáreas en unas 100 chacras. Teniendo en cuenta que Cruce Caballero, Piñalito, Alegría y Yabotí se encuentran dentro de una zona conocida como Pocy (Paisaje Óptimo de Conservación para el Yaguareté), proyecto llevado adelante con diez familias en San Pedro. En esta primera etapa se reforestan 20 hectáreas y las familias además se benefician con la protección de vertientes. En la segunda etapa participarán 15 nuevas familias y se proveerá de materiales para mejorar alguna actividad productiva.

“Acá nos encontramos con un ambiente para trabajar e informar a la gente a fin de lograr acciones de restauración o reforestación en márgenes de arroyos con plantas nativas en sus chacras. Es un trabajo voluntario por parte de los productores. Nosotros apoyamos con la asistencia técnica y entrega de plantines, la recuperación de vertientes y ahora sumamos el aporte para mejorar alguna actividad que quieran potenciar en la chacra”, señaló Yonatan Villalba, integrante de la Fundación Vida Silvestre.

Si bien en un principio fue algo difícil llegar a las familias, el compromiso por parte de la fundación, demostrando con seriedad el objetivo final de la propuesta, hace que los resultados sean satisfactorios para ambas partes, tanto que algunos productores pretenden ampliar la cantidad de hectáreas, valoran la oportunidad y generan conciencia sobre la importancia de preservar los márgenes de arroyos y el cambio que produce en la temperatura del planeta la plantación de árboles.

Uno de los ejemplos se vive en la chacra de Ademar ‘Chicom’ Lara, en Colonia Piñalito a 25 kilómetros de San Pedro, donde reforesta los márgenes de una vertiente y realizaron protección de la fuente de agua que utilizaban para consumo.

En este caso, la vertiente estaba descubierta, los animales también tomaban agua del mismo lugar, lo que la tornaba insegura, pero ahora está protegida y la familia celebra la iniciativa.  “Para mí es algo muy bueno, incentivo a las personas que puedan plantar árboles que lo hagan, notamos los cambios climáticos y la escasez de agua, por eso tenemos que cuidar los cauces de los arroyos, que tengan una cubierta verde, es un bien para nosotros y para los demás”, valoró Lara, uno de los productores beneficiado con el proyecto.